Escrito por Felipe León
Pasaron los años y el reconocimiento para Ana Tijoux comenzó a llegar desde distintos rincones, ya sea en listas como la de Rolling Stones que la ubicó en los primeros lugares de raperos en español, como en la inauguración de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023 donde interpretó el tema principal “A la cima” junto a Movimiento Original. Un contexto idóneo para situar un regreso discográfico a la altura de su legado, como es el caso de ‘VIDA’.
Ana Tijoux: una ventana a su interior
La artista guardó un silencio musical de larga duración por 10 años, tiempo suficiente para cambiarle la vida a cualquiera. Claro, las personas funcionan como un espejo de lo que acontece en el mundo, no obstante los hechos calan de manera distinta en cada ser humano, y la exteriorización de tales complejidades se materializa de muchas maneras. Razones suficientes para sacar la pluma una vez más.
Tampoco es que Ana Tijoux estuviese en silencio. Al contrario, canciones sueltas como “Cacerolazo”, “Antifa Dance” o “Hijo de la rebeldía” mantuvieron todos estos años una mirada atenta sobre las injusticias sociales y grietas históricas que sufren los oprimidos. Sin embargo, ‘VIDA’ es al mismo tiempo que estas temáticas una ventana hacia su interior, exponiendo heridas, pleitos y reflexiones personales con un nivel de sensibilidad emotiva inaudita en su siempre creativa carrera.
En ese sentido, la Mc brota experiencias de introspectiva procedencia ancladas a la pérdida y el recuerdo como sucede con “Tania”, inspirada en su hermana fallecida hace algunos años atrás. Esta pieza junto a “Busco mi nombre”, precedida por una grabación de Estela de Carlotto (presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo), traducen el sentir general que se percibe en este diálogo entre la muerte y la vida.
Un temple enriquecido de vida
Con una crudeza testimonial, Ana Tijoux encarna la profundidad de sus relatos en torno a una concepción renovada de lo que es su música, manteniendo sus clásicas influencias de rap consciente y latino que no hacen más que enriquecer su temple. De este modo, el viaje que dispone ‘VIDA’ yace equilibrado entre la soltura de un costado más groovero y movido como “Bailando aquí sola” o “Tu sae” con maestros como Talib Kweli y Plug, junto a otro más prudente y pensativo tipo “Suave” y “El Caudal” de una implosiva tensión o las ya mencionadas “Tania” y “Busco mi nombre”.
Otros grandes momentos aparecen en la punzante rítmica de “Niñx”, el dinamismo incendiario de “Dime que” con Pablo Chill-e (un cruce soñado e histórico) o la levitante incertidumbre de “Fin del mundo”. Cada una marcada por esa nueva resistencia florecida por la artista, esculpida en base a una clara intención de celebrar la vida como una respuesta a los caprichos y sesgos que sistematizan la muerte, en un planeta que no solo sabe de ambición y sufrimiento, aunque así se empeña en hacerlo creer.
Porque ‘VIDA’ no reniega de lo que duele -y si hay que sufrir o lamentarse lo hace-, pero mira las cosas desde una perspectiva distinta donde lo valioso del cariño y el amor resuena tanto más grande como el fin de la existencia. La motivación necesaria para afrontar los días, y que muestra a una artista enfocada en expresar. En vivir.
Ana Tijoux se presentará el domingo 18 de agosto en su primer Movistar Arena, marcando un hito importante en la carrera de la artista y que viene de la mano con este monumental regreso discográfico.
Foto por @frafractal
Producción por @andrescelism
Grabado en @sol_de_sants_studios
Mezcla por @rafasardina y @alexpsaroudakismasterin