Por Alexander Castillo
Desde su primer demo en 2019 hasta el éxito de “Enola Gay”, su álbum debut en 2023, Asia Menor se ha transformado en un referente entre los nuevos proyectos nacionales. Nombrados “Mejor Artista Nuevo” en los Premios Pulsar 2024, el post-punk poéticamente nihilista de la banda ha conseguido una fiel fanaticada a lo largo del país.
Con el segundo disco ya en preparaciones y la pronta participación en lo que algunos han denominado el crossover del año —una fecha que reunirá a Candelabro, Confío en tus Amigos, Estoy Bien y Asia Menor en Sala Metrónomo—, conversamos de manera extendida con Jorge Scheuermann sobre sus nuevas composiciones, lo que sucederá el sábado 3 de agosto en Metrónomo y las proyecciones a futuro de Asia Menor.
Tengo la impresión de que se ha generado una suerte de culto alrededor de ustedes. Con tan solo el demo de 2019, y a través del boca a boca y la difusión por Internet, se armó una mística en torno a lo que era Enola Gay y, ahora, Asia Menor. ¿Cómo fue para ustedes lidiar con este estatus durante la realización del disco y en su posterior lanzamiento?
Quizás no somos tan impresionables respecto a eso. Lo que pasó es consecuencia lógica de que nuestro demo apareció en un momento en el que, quizás, no había tanta música así. Claro que nos impresionó la respuesta de un público, o que la gente lo estuviera esperando, pero, más allá de eso, sabíamos desde antes las consecuencias que podría traer un eventual disco.
Nunca hemos tenido que lidiar tanto con eso porque no somos personas muy públicas o preocupadas de las redes. Este último año yo he tomado una especie de batuta para dar entrevistas, pero a mí me sorprende lo poco que les importa la exposición a los chicos. Creo que están todos muy contentos con cómo los recibe el público, pero más allá de ser una banda de culto, o algo así, es complicado de definir cuando tengo que hablar por mí o por los chiquillos.
En las últimas tocatas que han realizado han mostrado canciones nuevas y, si bien han comentado que el primer álbum tuvo influencias de Women, Talking Heads y otras bandas, quería saber: ¿Cuáles son las influencias detrás de estos temas nuevos?
Es algo de agarrar un poco de todo. Por ejemplo, somos muy poco sarcásticos en el sentido de que podemos tocar un cover de Metallica y eso no es por huevear al rock, es porque de verdad me gusta Metallica. Está todo en revoltijo ahora, pero en lo más espiritual está Swans. Yo estoy escribiendo mucho como Nick Cave, quizás una cosa más alejada del indie y más artsy. No sé, el Aníbal está escuchando The Who, ¿cachai? Estamos mezclando de todo. Estamos incorporando cosas que revolotean a nuestro alrededor de formas más integrales, más orgánicas. Menos ejercicios de estilo y más ponerse a tocar.
Y en términos líricos, ¿cuáles son los terrenos que estás explorando ahora en comparación al primer disco?
Estoy mucho más directo, súper preocupado del tema lírico. O sea, en Enola Gay también fui preocupado, pero desde una intención menos académica, por así decirlo. Ahora tengo referencias de poetas, antes era una cosa más accidental. Por primera vez, desde que hago música, estoy… Bueno, estoy comparando los escritos que hice para Enola Gay y estoy viendo más o menos por qué lado va y qué personas se han posicionado ahí desde antes. Por ejemplo, estoy leyendo a Jorge Teillier. Encuentro que habla parecido a mí y nunca tuve la oportunidad de leerlo antes, así que está más enfocado a eso.
Creo que está más directo. Como que no es depresivo en un sentido de que se lamente, sino que en un sentido más destructivo, se hace más cargo pero en un mal sentido. Es más suicida el disco, yo creo.
Algo muy de poeta…
Claro, sí. Bueno, yo no soy ningún poeta, pero me gusta escribir. Creo que escribo bien, entonces he tratado de sacarle provecho a eso, estudiándolo lo justo.
Para nosotros todo es narrativa
Algo que me llama la atención de Asia Menor es que tú has dicho que el proyecto nació sin pretensiones de tocar en vivo. Ahora que tienen toda esta experiencia de presentarse ante la gente, ¿ha afectado la forma en la que componen y crean las nuevas canciones?
Afortunadamente no. Creo que uno de los sellos de la banda es que no nos importa tanto el público. De hecho, contrario a lo que tú me dices, hemos hecho el ejercicio opuesto: hacer canciones que en vivo sean más improvisadas, de pensarlas menos. El segundo disco está lleno de esas cosas, nos costó un montón grabar lo que grabamos del segundo álbum porque estaba muy lleno de improvisaciones. Lo que sí trabajaba mucho del en vivo es el setlist: que las canciones tengan un orden y se relacionen bien entre ellas. Para nosotros todo es narrativa, hacer código interno.
El arte que hacemos no empieza cuando tocamos la guitarra, empieza muchas semanas antes, desde que estamos definiendo de qué se va a tratar esta tocata o este setlist particular. ¿Qué queremos contar en esta obra que vamos a estar tocando? En ese lado sí influye el público, pero en la creación de los temas yo diría que nos hemos puesto contrarios a la idea de tocar para un público. Mucho más tocamos para nosotros mismos y creo que eso es lo que le gusta a la gente de Asia Menor. No es un acto de rebeldía tampoco, es lo que yo entiendo que le gusta ver a la gente cuando nos ve a nosotros.
Decías que, cuando ustedes sacaron el demo, era música que no necesariamente se estaba haciendo. En los últimos años se ha visto una apertura más allá de la música pop o necesariamente radial. Poniéndolos a ustedes en ese caso o a proyectos como Hesse Kassel, ¿qué te parece la escena que se ha estado armando últimamente?
Yo creo que es muy natural, es producto de una época. Venían tocando muchas bandas con guitarras limpias y sonidos pop y no me parece menos sincero. Defiendo mucho a bandas que en su momento tocaron jangle o indie pop porque estoy seguro de que lo hicieron desde un interés profundo en hacer lo que les gustaba. Quizá después hubo otras bandas que se acercaron a eso por movidas comerciales, pero lo que estamos viendo ahora es consecuencia de que la gente se aburra un poco de algunos sonidos y van apareciendo otros.
La cosa es cíclica. Yo creo que en un par de años la gente también se va a aburrir de la distorsión. Lo que sí aplaudo de la escena de ahora, en comparación a la de antes, es que está más permitido hacer lo que quieran. Las bandas tienen muchos más referentes. Tú ves las influencias de un proyecto y no tienen por qué ser las mismas que las de otro. En comparación a otros tiempos donde todo estaba más referenciado, como el jangle de los 2010 o cuando aparecían distorsiones siempre aparecían las mismas referencias, como My Bloody Valentine, Slowdive, harto dream pop. Antes las bandas compartían más referencias, ahora cada uno tiene sus propias influencias y una mochila más grande de donde sacar inspiración. Son más únicas, por así decirlo, o quizás viven con muchas más ganas su individualidad.
¿Y hay alguna de estas bandas que a ti, personalmente, te llame la atención?
Todas con las que voy a tocar ahora (ríe). Si es por ampliarlo, me gustan mucho las bandas de mi sello (Sello Fisura). Siempre menciono Columpios al Suelo, que creo que es de las mejores bandas de Chile. Claro, es medio trampa decirlo porque ¿es de ahora o de antes? Está como entremedio. Si pudiese destacar algunas con las que voy a tocar, yo creo que Candelabro me gusta harto. Tiene una propuesta que se siente súper chilena, porque siento que Matías Ávila tiene una oreja muy radial. Se nota que creció en una casa donde más que discos escuchaban la radio. Cuando escucho Candelabro me imagino a él siendo chico, escuchando la música que escuchaban los tatas y eso creo que es una cosa muy profunda y muy folclórica. Siento que su música tiene mucho de folclore, en un sentido cultural.
Va a quedar un recuerdo súper lindo de lo que pasó
¿Cómo llegan ustedes a este crossover del próximo 3 de agosto?
A mí me habló el Seba (Silva) hace rato porque quería hacer esta tocata. La idea es que fueran varias bandas que hubieran sacado material recientemente y yo accedí al tiro porque me gustó la idea. Siento que es muy bacán para poder relacionarse con pares. Siempre hemos hecho las cosas de forma un poco más solitaria, si se quiere decir de alguna forma, entonces, tener la oportunidad de coincidir con bandas que sacaron muy buen material el año pasado, juntarlo con el nuestro y construir un relato desde ahí es muy bacán. Accedimos porque la experiencia tiene mucho potencial, va a quedar un recuerdo súper lindo de lo que pasó, porque estas cosas no pasan frecuentemente.
¿Hay alguna posibilidad de que en esta fecha estrenen otra canción nueva además de las que ya han tocado?
La última nueva que tocamos la estrenamos en Matucana 100. Es la sexta grabación del disco nuevo y no sé, es mejor dejarlo en la incertidumbre. No sé si seguir tocando canciones nuevas porque se están filtrando mucho, entonces si el público dejara de grabar tanto podría tocar más canciones nuevas (ríe). Al mismo tiempo, ¿cómo le voy a pedir a la gente que no grabe? Mala onda. Así que es algo que tenemos que conversar con los chiquillos.
Algo que llama la atención es que, al menos en los vídeos de YouTube, todas estas canciones llevan, casi por tradición, los nombres “Nueva I”, “Nueva II” y así. ¿Estos temas ya tienen nombre, o el proceso de nombrarlas va más cercano a la hora de armar el tracklist del disco?
En este caso tengo unos nombres medio provisorios que estoy probando. Cuando le ponemos “nueva I” y números romanos y cosas así es porque somos súper preocupados por esos detalles, no nos gusta ponerle nombres provisorios a las cosas. Son temas que se cierran más cercanos al disco.
Volviendo un poco al crossover: ¿Alguna vez se han planteado la idea de hacer una colaboración grabada con alguna banda o algún artista?
Sí es de mi interés hacerlo, pero a mí los featuring no me llaman mucho la atención. Siento que se usan para cosas que no son estrictamente artísticas.
Algo más de marketing.
Sí. Pero sí haría colaboraciones con alguien en la piola. Por ejemplo, hicimos unas reversiones de algunas canciones del disco hace poco y estamos viendo que eso sí se puede hacer con alguien, pero siempre con un amigo cercano o amiga cercana y que colabore desde el cariño, más que por sacarle reproducciones. Nunca ha sido mi intención que eso se haga. Estamos viendo si se puede hacer desde el sello, armar una cosa que pase entre los artistas del sello, pero me parece que en la vida natural de Asia Menor sería muy difícil que suceda, que lo promoviéramos nosotros.
Necesito la posibilidad de seguir haciendo música
¿Viene algún sencillo o lanzamiento en el mediano plazo?
Creo que aprendimos harto del proceso del primer disco en relación a cómo lanzar la música. Yo creo que, una vez esté listo el álbum, vamos a sacar un sencillo, después el disco y chao. Yo creo que vamos a hacer planes de prensa más mínimos cada vez.
¿Y estas reversiones que comentas las quieren sacar en algún momento?
No sabemos cómo hacerlo. Pensamos que lo lindo es que puede ser una versión colaborativa, pero quizás ni siquiera vaya a ir al Internet. Quizás vayan a algún tipo de formato físico, sería bacán hacerlo de esa forma.
Como para mostrarlo en las tocatas…
Claro, no sabemos si realmente van a existir en la web.
Anteriormente has dicho que ganar premios o participar en festivales no son necesariamente cosas a las que apuntan como Asia Menor. ¿Cuáles son las metas que a ti te gustaría cumplir en el proyecto?
Es que este proyecto tiene un sentido medio nihilista, lamentablemente. Qué más quisiera yo que ser de otra forma. En esa nota de El Mercurio sale un titular así como que a mí no me importan esas cosas y no es cierto, sí me importa, pero yo creo que una meta para nosotros que sí tengo clara es, por ejemplo, si esta banda va a durar diez años tener muchos discos en esos diez años. No es por ponerle una fecha de muerte, pero a mí lo que me interesa de que si algún día toco en Lollapalooza o en Primavera Sound, o si me nominan a otro premio… Lo que me interesa de esas cosas es que a mí me dan la posibilidad de conocer a más personas que me permitan hacer más discos.
Yo por eso vivo y sé que los chicos también y que por eso estamos juntos. No hay un interés más allá de eso. Tenemos un ímpetu creativo importante. Siento que le quiero sacar partido todos los días, que todos los días que no hacemos cosas es un día perdido y nos hemos metido en cosas como los premios, lo que sea, porque sentimos que en algún momento van a servir para otra cosa. Para hacer más discos, tener la posibilidad de usar un estudio más bacán, ¿cachai? Por ningún motivo te diría que me cargan los premios, sería una hipocresía porque si no no hubiese ido, obvio. De hecho, no me gustó ese titular porque sentí que representaba algo que nunca quise decir en realidad.
Es muy parte de los medios antiguos, igual.
Claro. Entonces… por ejemplo, yo me sentiría un ganador si de aquí al otro año sacamos otro disco y en tres años más tenemos tres discos más. Eso para mí sería increíble y no necesito nada más. No necesito que a los discos les vaya bien, eso es lo que quería expresar. No necesito que a la banda le vaya bien, necesito la posibilidad de seguir haciendo música porque es de las pocas cosas que siento que hago bien o de forma destacable en comparación a las demás cosas de mi vida. El hacer un disco, terminar un disco es una sensación de dicha tan importante que nubla el posible reconocimiento de un premio.
La verdadera meta
¿Les llama la atención internacionalizarse, o es algo que aceptan si llega pero que no les importa si no llega?
Yo creo que más lo último, pero ¿qué es la internacionalización para ti?
Bueno, hay proyectos que se radican fuera. En España, en México, por ejemplo, pero quizás no necesariamente salir del país sino que sonar más afuera, tener reconocimiento en otros países.
Yo creo que lo de salir está descartado, si incluso está descartada la idea de irse a vivir a Santiago. Sobre la internacionalización, siento que es algo que se ha dado naturalmente. A mí me escriben muchas personas de afuera, no sé cómo podríamos estar más internacionalizados de lo que ya estamos. Quizás tendría que hacer nexos con otros países, o tener este tipo de entrevistas formales con otros países, pero de momento no es una prioridad.
Sí sería prioridad ir a tocar a México, por ejemplo. Hemos hablado de cómo hacerlo, pero no sé si eso es internacionalizarse porque vamos en rigor de una tocata, de conocer un país y mostrar nuestras cosas. No sé si vamos en un sentido de ir a vender el disco allá. Claro, creo que puede ser una anécdota súper linda para nosotros y un momento bacán de vivir, pero no sé si más que eso.
Al final, su prioridad es ser una banda con una discografía larga y con la que estén satisfechos.
Por supuesto, esa es mi única meta en la vida. Cuando el proyecto acabe, mirar para atrás y ver que dejé varios discos. Eso para mí es suficiente. Como que vivo mucho en ese momento, vivo muy en el futuro. Tengo una ansiedad por hacer discos, pero esa sería la verdadera meta.