Por Juan Pablo Ossandón
Foto por @diegoescap
Daniel Riveros, o como comúnmente es llamado, Gepe, es uno de los cantautores chilenos más importantes de este siglo. Ha jugado un papel importantísimo en el paradigma del pop, y por sobre todo, del folclore en su vistazo más popero, lo que le ha valido un sitio especial en el repertorio nacional –como sus ya 19 años de carrera lo demuestran–.
Con 9 álbumes de estudio y un álbum en vivo a su haber, además de múltiples EP’s, sencillos y colaboraciones, Gepe está preparando el camino para ‘UNDESASTRE’, el que sería su décimo larga duración. Ya nos ha dejado tres grandes adelantos, los que son «Paloma» junto a Belencha, «playaplaya», y «VIVO» con Rubén Albarrán –de Café Tacvba–, y hace poco anunció el lanzamiento en vivo de este trabajo con un concierto en Teatro Caupolicán, cita pactada para el 7 de diciembre –y con entradas ya disponibles por PuntoTicket–.
En Expectador pudimos conversar con el artista en las oficinas de Agencia Collage acerca de este gran show que se viene, la proximidad de las dos décadas de carrera, entre otros tópicos de interés.
Ha sido un camino súper orgánico y eso lo agradezco
Han pasado casi dos décadas desde que empezaste tu carrera como Gepe. ¿Piensas en eso? o simplemente miras al futuro.
Sí pienso en eso, pero la verdad es que no lo estaba esperando tampoco. Simplemente me encontré con que habíamos recorrido ya (casi) 20 años de esto, y cuando me acordé, que fue cuando empecé a dar cuenta de que había pasado esa cantidad de tiempo, me di cuenta que lo estaba disfrutando mucho y que había sido como si nada, y también lo contrario.
Fueron muchas las cosas que han pasado, «mucha agua bajo el puente» como se le dice. Y ha sido un camino súper orgánico y eso lo agradezco. Siempre he pensado que los caminos reales, o los que valen más la pena, se componen de de fracasos y de aciertos, y de todo lo que hay en medio. Entonces, claro, mi camino ha sido así, por lo tanto lo he disfrutado y me siento dueño de eso, y me encanta porque siento que es mucho.
Quizás me esté adelantando, pero ¿tienes planes para celebrar tus dos décadas de carrera desde ‘Gepinto’ (2005) el próximo año?
Sí tenemos, estamos planeando cosas. Yo tengo muchísimas ganas de hacer algo, y quiero que sea algo que sea lo suficientemente especial como para que sea inolvidable y le rinda atributo como se merece ese disco fundamental para mí. Pero por ahora, claro, estamos más que nada pensando en el disco nuevo (‘UNDESASTRE’), que es básicamente todo lo contrario a todo lo contrario a celebrar el primero, y a fin de año habrá una gira tanto aquí en Chile como en México, la que se irá complementando con otros países.
Me he dedicado a pensar en qué voy a hacer para (celebrar) ‘Gepinto’ (2005) y se me ocurren varias ideas, pero bueno, no es el caso todavía.
¿Cómo comparas al Gepe de hoy, que lanzará ‘UNDESASTRE’, con el Gepe del comienzo?
Yo creo que justamente han pasado (casi) 20 años y todo, y me da la sensación de que estoy más parecido al Gepe que partí siendo, que al del 2012 o 2015. Tengo esa sensación… Bueno, es un tema. Me gusta mucho hacer discos y mostrar lo que sé, pero creo que la sensación, la vibra de novedad y de ganas de mostrar, se parece más a lo primero. Por los menos en los primeros discos.
Entonces, claro, es bonito ese paralelo en que se cumplirán 20 años del primero disco, y ahora estoy sacando mi último (disco a la fecha) teniendo la misma sensación. Es genial. Me parezco más al Gepe del principio, y me da la sensación de que eso es bueno.
Han pasado 4 años desde ‘Ulyse’ (2020), tu último larga duración con material original, ¿qué tal ves esa distancia?
Entre medio está ‘(un poco + de) FE’ (2021), que es de covers y trae 8, pero claro, comenzó siendo un EP al que le agregamos dos canciones más. Además no son canciones originales, por lo que tienes razón al decir que el último disco más largo fue el ‘Ulyse’ (2020), que tiene canciones originales. Y claro, ha pasado bastante tiempo, pero bueno, hubo una pandemia y muchas cosas que se replantearon con lo que pasó antes de esta. Parece más lejos de lo que realmente fue. Quizás por eso esto también se siente como el primer disco.
Y respecto al lanzamiento en vivo de un ‘UNDESASTRE’, ¿no sientes ansias o nervios?
Ahora voy disfrutando cada sencillo, cada salida, disfrutando la prensa que se coordina para eso. Voy paso a paso. También, lo que me hace mucha gracia, es que estoy hablando de un disco que aún no aún no termino, y sigo metiéndole canciones, y sacando otras, cortando pedazos de canciones, se me ocurren ideas de vez en cuando las que pongo ahí en el disco. Está divertido eso porque es un disco que es como un saco roto hasta ahora, ¿cacha’i? Estamos en la quemada, tengo que terminarlo ya este mes o el siguiente. El disco en sí aparece en octubre, pero me hace gracia eso que esté tan incompleto aún.
Eso es, básicamente, porque hay muchas canciones. Hay más de 25 canciones, aunque el disco no será de 25 canciones, para nada. Pero me estoy demorando, más que nada, en hacer la selección final del disco que en terminar esas 25, porque no es necesario. Entonces, bueno, estoy entretenido con el disco, disfrutando cada sencillo, la promo que hay que hacer, y también se me olvida que tengo 20 años en esto porque tampoco me parece que sea tanto tiempo. O sea, hay artistas que admiro que llevan mucho más, y que no admiro también. Es parte del camino no más.
Tus shows en el Caupolicán siempre traen algo especial, como el 2014 con ‘Gepe y Amigos’ o el 2016 con ‘Gepe A la carta’. ¿Para este próximo show, habrá algún tipo de sorpresa parecido?
Yo creo, que aparezca en el título aún no, pero, por lo menos para mí, lo que es súper importante y que me he dado cuenta en estos últimos dos años de tocar en vivo con Los Populí, que es la banda con la que toco, que incluye a la Dani Riquelme, la Claudia Mena, al Miguel Molina, al Maco (Marcelo Cornejo), al Gonzalo Gómez y al Franz Mesko, es que ellos hacen que el concierto sea una especie de obra de teatro en el que cada personaje transmite el texto de una manera distinta cada vez. Entonces las canciones se van transmitiendo de una manera distinta cada vez, y para mí es muy importante mostrarlo a ellos como parte única de un show.
O sea, más allá de defender canciones del catálogo mío, lo que lo que yo quiero hacer y que en el fondo resulta naturalmente en cada concierto, es que ellos son super importantes por lo tanto la disposición del escenario está en función de mostrar lo que ellos están haciendo. Como la Claudia canta, como la Dani toca la batería, como el Gonzalo toca el bajo… Ellos en sí, yo siento que tienen una energía en particular que es muy única y la gente lo disfruta. No es que los vayan a descubrir ahora el 7 de diciembre, sino que quienes ya no han visto en este último tiempo se han dado cuenta que ellos son importantísimos y que van a ser parte fundamental de este momento Gepe, digamos, y sin duda va haber un realce de aquello ese 7 de diciembre.
Por supuesto, además de de hacer un compendio de todo lo que hemos hecho hasta ahora que no ha sido poco, digamos, hay nueve discos. Entre ellos hay dos discos de de versiones, uno de Margot Loyola Palacios y otro del cancionero latinoamericano. Por lo tanto, claro, vamos a hacer un compendio de eso, y el show va a tener por lo menos cuatro momentos. Cuatro momentos principales de nuestros conciertos que, según me he dado cuenta, se dan naturalmente: un momento ligado al folclore, otro más del pop más alternativo si quieres, un momento más austero y acústico, y el último momento más bailable y eufórico con canciones como «Hambre» o «Bomba Chaya». Quizás el último sencillo («VIVO») entra en ese grupo.
Y yo diría que hay un quinto momento que no he podido descubrir, que está interesante que sea una incógnita, que es lo que va a arrojar este último disco, bastantes sonoridades y momentos nuevos. Creo que este es un disco súper confuso, siempre dicho con una sonrisa, no con una confusión que te complica. Todo lo contrario, que te libera. Es un desastre que te libera, es la idea de buscar una nueva posibilidad de lo real dentro de la música, para mí.
Indagando en tu cosmovisión al respecto, ¿sientes que el folclore conecta a las personas el día de hoy?
Yo creo que sí. Siempre ha sido y da la sensación de que hay momentos de que la gente se liga más a ese sonido que otros, pero yo creo que es justamente este el momento más extremo. Por lo menos, hasta ahora con la globalización, los sonidos de los lugares se hacen súper patentes y mucho más necesarios que antes. O sea, yo creo que por eso hay sonidos, como por ejemplo, no sé, los corridos tumbados y todo ese tipo de cosas que hablan de una tierra, que están super geolocalizados, que están tan, por no decir virales, tan importantes hoy en día. Más allá de que se parezca un poco al sonido urbano, que de alguna manera yo encuentro que sí y no al mismo tiempo, pero son sonidos tan puros, tan de instrumentos de un lugar en específico.
Me parece que eso es un fenómeno sintomático del momento global que se está viviendo, por lo tanto, los sonidos de los lugares se están haciendo más necesario tanto para la gente como para el que escucha música solita en su pieza. (Está la necesidad) de ligarte a algún lugar. Yo creo que, como la globalización te despega de un lugar, te lleva a sitio más estándar, y, en cambio, el folclore te dice «tu vives acá«, y eso es bueno. «Eres distinto a los demás«, y eso es una cosa buena. Es importante saber desde dónde uno viene, o vive, y simplemente con eso es dónde vas eligiendo el sonido, y te vas sintiendo parte de algo.
Yo creo que es importante sentirse parte de algo. Ahora más que nunca, y siento que en Chile, en particular, hay una búsqueda de lo folclórico súper grande. Hay exponentes muy jóvenes que están haciendo las cosas muy bien. De hecho, tengo la suerte de compartir con varios de ellos y de conocer el entorno en que ellos se desarrollan. Está el Claudio Constanzo, Claudia Mena, Miguel Molina, Martín Silva, el Yayo, Cata Plaza, y mucha gente más que se me queda afuera. Entonces, esas sonoridades, ese movimiento musical, salvan.
Yendo al otro espectro de tu propuesta, el pop. La historia de la música en Chile y distintas comunidades te han puesto a ti, junto a nombres como Javiera Mena y Alex Anwandter, como quienes integran la primera gran movida chilena de pop de este siglo. Remitiéndonos al presente, ¿has estado atento a una nueva movida del pop hoy en día?
¡Hay mucha movida! A mi me encanta lo que se está haciendo ahora. Me encanta Astronautiko, me encanta Asia Menor, me encanta Young Cister, quien encuentro que entendió… O sea, trabaja un sistema de pop más allá de lo estilístico y super bueno. Así de sencillo. Y eso es lo más importante, entender que el pop es lo más sencillo, lo más directo y que lee el momento.
Creo que Chile siempre ha tenido muy buen pop, a mí me importa esa parte. Siento que siempre han habido buenas canciones pop en Chile más allá del estilo, insisto, y genial que se siga renovando eso constantemente.
Para terminar, ¿qué palabras le dirías a tus fans de cara a este gran show que se viene en el Caupolicán?
Bueno, invitarles para este 7 de diciembre en el Teatro Caupolicán. Las entradas están disponibles en PuntoTicket. Eso en cuanto a los datos duros, pero contarles también que vamos a hacer un repaso de todos los nueve discos que hemos hecho hasta ahora en diferentes momentos. El concierto no va a ser simplemente un revoltijo, digamos, sino que va a haber van a haber distintos momentos. Va a ser un concierto, yo diría bastante extenso por lo mismo y con mucho foco en quienes me acompañan sobre el escenario, que son parte esencial del sonido actual mío. Vayan a conocerles a ellos y cantemos las canciones juntos.