De alguna manera, el tercer álbum de estudio de Valentina Marinkovic se siente como una banda sonora, o tal vez podría quedar representada en una obra musical. En ese sentido, el equilibrio entre la música misma que yace en ‘Mama Groove’ y su ideal de representación física, a través del baile y movimiento, adquiere una nueva dimensión que le brinda cierta distinción al disco.
La escucha de estas 10 canciones fluye con una libertad coherente, como si la artista caminase por distintos escenarios sonoros, sin perder el rastro de su propuesta. Hay que tener en cuenta que ya a la cuarta canción se dimensionan las ambiciones que presenta, con «BBY» oficiando como una canción cálida y sentida de vocal jazz, tras en medio de muestras audaces y reflexivas de poético neo-soul, como sucede en el comienzo como en «Ni un peso», el dramático final en «Vía Láctea» o los frescos cruces funk tipo «De antes» o «La noche va sintiendo».
Por ende, el ideal de representación y conexión sobre la figura de lo maternal para la humanidad, se aclimata a las distintas sensibilidades retratadas por su voz y diversificadas por la música, adquiriendo calma o sacudiendo según lo amerite. Un espacio para refugiarse en la búsqueda creativa, como lo revela «Pequeña muerte», que a su vez da cuenta del carácter lúdico con el que construye sus letras.
Incluso hay espacio para un interludio vocal junto a Javiera Rosselot, Ania Vania y Celeste Shaw. Parte de las sorpresas que trae Valentina Marinkovic en esta interesante obra.
Escrito por Felipe León
“Quise buscar resignificar y homenajear el arquetipo de la madre, que no necesariamente tiene hijos, es rendir honor a las mujeres que inspiran un legado, que lo transformaron en una realidad, un punto de giro de la humanidad y dejaron las bases para que sigamos abriendo camino”, destaca Valentina.
Escucha ‘Mama Groove’
Por Valentina Marinkovic
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