En la noche del miércoles 15 de mayo, se suponía que tendríamos una visita agradable de Ariel Pink en el país, pero nos encontramos con la mala sorpresa de que el show sería todo lo contrario.
Con media hora de retraso, aparecen en el escenario Ariel Pink junto a su banda para comenzar a improvisar entre un bajo, una guitarra y un sintetizador una mezcla de sonidos disonantes y ruidosos, sacados de un show de noise, pero en este caso no era lo que nos convocaba. Esta improvisación duró unos 30 minutos y luego paró para que el músico contara cuál era el problema que estaban teniendo y el porqué de que no habían tocado ninguna canción de su carrera.
Lo que sucedió fue que no tenía bajista, ya que hubo problemas con su entrada al país, y por lo tanto, no podría interpretar las canciones que contenía el setlist. Por esto, Ariel menciona la situación y decide continuar con el show, a lo que desarmadamente comienzan a tocar ‘Dayzed Inn Daydreams’ y el publico presente, al reconocer la canción, se emocionó y comenzó a corear, pero era cosa de minutos para que se detuviera nuevamente el show y que finalmente se retiraran del escenario para no volver más.
Claramente nadie venía a ver una improvisación, ni un show instrumental, ya que el artista tiene su repertorio musical que presenta en vivo con una banda completa, por lo que era lógico que ese debía ser el contenido del show y no lo que pudo apreciar una sala RBX llena.
Esta situación amarga se le suma a las otras malas ocurrencias que ha tenido el artista a través de su carrera, por lo que lamentablemente es conocido. A pesar de tener una mala fama en el mundo de la música debido a sus polémicas públicas, no existió una opción para reivindicarse y salir mejor del caos que presentó en Chile.
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