Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Tania Barra
El evento que prometió ser memorable para sus asistentes. En gran parte, la comunidad tuvo una aceptable convocatoria y el concepto dado fue del todo interesante a simple vista, salvo algunos detalles algo pálidos. Esto es un poco de lo que se vivió en el debut de los 4 días en la Super Japan Expo.
Apertura y experiencia
Bien temprano, la Super Japan Expo abre sus puertas en la conocida Estación Mapocho. Con espacios algo reducidos pero bien distribuidos. La circulación en el primer día fue del todo agradable. Cosplayers luciendo sus mejores trabajos, fotógrafos por donde querías y un público asistente satisfecho por la compra de su ticket. A vistas generales, se notaba desde ya un panorama exitoso con ricos aires para caminar por los pasillos del recinto.
Los stands eran particulares entre sí. Con una estética claramente ligada al animé, cada puesto tenía su propia identidad y estética… para que estamos con cosas, sus productos demostraron tener una muy buena calidad. Tanto artistas como comerciantes dieron un grano de arena para entregar una linda experiencia. Por su parte, el espacio de comidas fue llamativo, pero tuvo sus detalles. Poco espacio y poca variedad, aunque más allá de esto, la ubicación entregada estuvo bien y con precios dentro de lo razonable a un evento de estas características.
Shows de la Super Japan Expo
A términos generales, el manejo de sonido es para aplaudir. Más allá de que la acústica del recinto no está al nivel de un Movistar Arena, la organización supo manejar bien este panorama para entregar una buena grilla de espectáculos con la mejor calidad posible. Influencers, cantantes y algunos dance covers son para el recuerdo. Dentro del concepto de entrevistas arriba del escenario, la experiencia fue del todo decente. Asistentes individuales y algunas familias lograron disfrutar de cada número artístico. Cabe mencionar que esto se debe a la poca convocatoria del día jueves.
Con ello mencionado, el número principal lo tenía Cö Shu Nie, banda que se presentaría para cerrar este primer día… aunque no fue muy memorable que digamos. Con un sonido y puesta en escena que descansaba en la austeridad, ya se sabía lo que podíamos esperar. Sin embargo, la audiencia destacó por su frivolidad y timidez. Por el bajo número de público –era un jueves, después de todo–, la organización dio pie solo por ese día jueves a tener acceso al espacio VIP, para así llenar un poco más la cancha.
El cierre
Justo con la luces apagadas del todo el recinto, el bullicio se hizo presente con creces. Cö Shu Nie ya estaba arriba del escenario para dar fin a esta jornada de la Super Japan Expo. Quizás una de las agrupaciones de la escena japonesa, el primer acorde fue suficiente para prender a la comunidad presente. «Zettai Zetsumei» fue el track responsable de lo que sería una fiesta interminable. Más allá de la barrera idiomática, la banda logró conectar y entenderse con el público, quienes arengaban cada vez que podían.
Más allá de la baja presencia de personas, el show cumplió con lo justo para ser memorable. «Give It Back» fue otra de las canciones que dieron más fuerza a esta locura, misma que daría pie a «Asphyxia», uno de sus mayores éxitos hasta la fecha. Ya finalizando su concierto de casi una hora y con un repertorio de 13 canciones, Cö Shu Nie da por finalizada el día uno de la Super Japan Expo. Con altos y bajos, pero con un estándar base con prioridad en la experiencia del asistente que sin duda fue del todo exitoso en su concepto.
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