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El sagrado 1991 para Mr. Big y Sebastian Bach: ‘Lean Into It’ y ‘Slave to the Grind’

Resumir el legado musical de dos nombres importantes en el panorama del rock global resulta algo complejo, puesto que la trayectoria tanto de Mr. Big como Sebastian Bach contempla grandes hitos en casi 40 años. Sin embargo, un primer acercamiento al notorio universo de ambos proyectos es fundamental, ya que de sus respectivos cancioneros se puede dilucidar parte de la impronta que dejarían en la música.

Por lo mismo, a solo semanas del esperado concierto que brindarán en Teatro Caupolicán junto a QueenMilk, citado para el viernes 3 de mayo y producido por Chargola Pro, recogemos dos discos memorables de sus discografías.

Entradas por PuntoTicket.

Mr. Big – Lean Into It (1991)

Superar un exitoso debut como el homónimo de Mr. Big fue todo un reto para la banda de Los Angeles, más no imposible, tomando en consideración el sitial que ocupa actualmente su sucesor. Porque dos años más tarde llegaría ‘Lean Into It’, registro que acapararía la atención mundial gracias al hitazo que significó «To Be With You», aunque estaría lejos de ser lo único digno de mencionar.

De cierta forma, el proyecto canalizó los frutos hard rockeros con matices del blues mostrados en su anterior placa, logrando un sonido más aunado debido al énfasis que harían en potenciar coros e instrumentales. Por ende, el espíritu legado del glam ayudaría a darle mayor solvencia al viaje en general, donde los momentos entretenidos de escuchar se hicieron presente con temas como «Strike Like Lightning», «Wild Wild Women», o la formidable «Daddy, Brother, Lover, Little Boy».


Skid Row – Slave to the Grind (1991)

Un caso similar ocurrió con Skid Row, proyecto de New Jersey que en sus primeros 10 de carrera contaría con la presencia vocal del inigualable Sebastian Bach. De igual forma, debutarían con un destacado trabajo homónimo que llevarían un paso más allá dos años después, cuando sonó por primera vez el demoledor ‘Slave to the Grind’, con todo su poderío basado en el costado más rebelde del rock.

En ese sentido, la banda irradiaba una encarnación accesible pero temeraria de los principios del heavy metal y hard rock, construyendo un recorrido feroz donde el constante golpeteo de su música llevar a mover la cabeza y cantar con fuerza cada track. No por nada, desde el comienzo con el tándem «Monkey Bussiness» / «Slave to the Grind» sacarían chispazos que repercutirían en toda la experiencia, manteniendo esa sensación en cortes como «Psycho Love», «Get the Fuck Out» o «Mudkicker». Aunque los lentos y baladescos también forman parte de su adn, con emblemáticos casos como «In a Darkened Room», «Quicksand Jesus» o la épica «Wasted Time».

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