En medio del viaje cambiante y colorido apostado en las 8 canciones que conforman ‘Esa emoción de caracol’, la innovadora posición que toma A veces Millä se proyecta desde una integridad reveladora al instante de hacer las cosas. Una visión que le saca partido a cada episodio nacido desde lo emocional y cultivado con ambición, en un primer larga duración que se posa sobre el panorama local como una inspirada creación.
En sintonía con influencias musicales que transitan desde el folk y pop progresivo como por el jazz pop, las motivaciones que sumergen a la artista en este viaje resultan de lo más apasionante. Una apertura a formas de construir canciones que rescatan un carácter impredecible en cuanto a sus estructuras y caminos, más no dejan de sembrar una intención comunicativa que habla sobre todo de sanación.
De este modo, el relato emocional forjado por A veces Millä transmite su profundidad desde una vibrante interpretación, la que bien se acopla a lo expresivo de «Háceme olvidar» como a lo introspectivo con «En la piel del mundo». Pero también lo hace en terrenos sofisticados como en «Escribiendo sueños», otros más evocadores en «Memorias de destrucción» e incluso de ritmos vertiginosos como en «La Verdad».
Sin embargo, «Deja que crezca la maleza» finaliza en lo más alto este recorrido, reflejando el espíritu mismo que yace tras ‘Esa emoción de caracol’. Las alas de un disco carismático y honesto en su curación.
Escrito por Felipe León
Escucha ‘Esa emoción de caracol’
Por A veces Millä
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Foto por @anita.hr_
