Escrito por Isidora Flores
Fotos por Isidora Blanco
Con un repertorio de más de 20 canciones, el 28 de marzo, Nicole Davidovich, más conocida como Shirel, demostró una vez más que la versatilidad es lo que la define, con melodías de pop, cumbia, reguetón, canciones inéditas y mucho más.
El público comenzó a entrar 10 minutos antes de las 8 de la noche a Matucana 100. El ambiente se teñía de anticipación e impaciencia por lo que prometía ser un espectáculo inolvidable; 30 minutos más tarde, las luces se atenuaron y los bailarines entraron mientras la expectación se volvía palpable. Comenzó a sonar “Quiero” e inauguró el primer show en solitario de la cantante chileno-peruana.
Con “Mal Necesario”, todos se levantaron de sus asientos y entre gritos coreaban el nombre de la artista. Su puesta en escena demostraba un alto nivel técnico con juegos de luces, la batería, el teclado y bajo.
Entró la primera invitada de la noche: Soulfia. Entre vítores y gritos de emoción interpretaron “Piquete” y “Gánster”. El dúo llenó aún más de vitalidad el teatro viajando hacia el lado más urbano de Shirel. “Te mereces todo lo que te está pasando amiga”, dijo emocionada Soulfia, antes de retirarse del escenario.
Entre palabras de emoción y bromas se demostraba la cercanía de la artista con sus seguidores e invitados. Además, confesó su temor a no poder alcanzar a llenar ni la mitad de la sala, pero el resultado fue un show sold out y personas que viajaron desde regiones para ver su propuesta musical.
También mostró otra de sus pasiones: el baile. Durante unos minutos la danza llenó el escenario dándole exclusivo protagonismo. El reconocido canto “olé olé olé, Shirel, Shirel” resonaba en el teatro antes de “Amor de verano”, canción de su nuevo EP lanzado el primero de febrero de este año.
Luego llegó el segundo artista invitado: Paco Miranda, dando una sorpresa al público al cantar “No Siento Nada”, un estreno exclusivo que tiene expectante a los fanáticos.
El sonido de la cumbia romántica presentó a las terceras invitadas; Loyaltty y Paula Rivas, acompañando a la ex participante de The Voice en “Contacto Zero”. Así demostró nuevamente que no es una artista que se ciñe a etiquetas, sino que juega con los géneros musicales y les pone su sello personal.
La cantante confesó que lloró todo el día y a sus seguidores les dio una emotiva declaración: “Ustedes hacen posible que yo viva mis sueños”, mencionó.
Luego las luces disminuyeron su intensidad y las que quedan dieron protagonismo a dos sillas altas en medio del escenario, dando la bienvenida al cuarto invitado de la noche: Miguel Molina. “Espero que lo disfruten tanto como yo”, dijo Shirel y confesó que es de sus momentos favoritos, ya que, le recuerda la razón de su amor por la música, a sus padres y a sí misma en su habitación escribiendo canciones. Así dio comienzo a un segmento acústico interpretando “Duele” y “Ay Que Suerte”, con Molina, guitarrista, con la música chilena de antaño impregnada en la piel, creando una atmósfera acogedora e hipnotizante.
Cuando comenzó a sonar “Invierno” sus seguidores la sorprendieron con un fan action: levantaron carteles con la frase “tu recuerdo quedará para toda nuestra historia” lo que provocó emoción en la artista.
“Creyeron en mí cuando solo tenía dos temas” introdujo Shirel a sus últimas invitadas; el grupo Yorka e interpretaron “Me Atrapo”, dando una inolvidable presentación con ritmos bailables. En “Xq El Amor No”, el público levantó sus celulares y prendieron las linternas y en “Otra Mujer” el ambiente volvió a rebosar de energía, con la audiencia saltando y acompañando el ritmo con las palmas, lo que marcó el aparente final del show. Pero ansiosos por más, no dejaban de pedir el regreso de la compositora. “¿Creyeron que eso era todo?”, cuestionó para volver al escenario e interpretar dos últimas canciones: “Romper Platos” y “Negociemos”, dando un final vibrante, envolvente y lleno de emoción a su primer concierto.
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