Escrito por Juan Pablo Ossandón
Con ya 20 años de carrera bajo el brazo, la banda argentina Él Mató a un Policía Motorizado ha vuelto a nuestro país, gracias al festival REC.
En esta ocasión, Expectador tuvo la oportunidad de conversar con Santiago Motorizado, vocalista de la banda.
¿Ya existen planes de celebrar las dos décadas de historia?
En esas cosas somos medios raros, nunca pensamos en algo así muy puntual, y está bien, en lo personal no me gusta mucho festejar mi cumpleaños, no me gusta celebrar el paso del tiempo, pero igual no sé, o sea, igual los 20 años se cumplieron el año pasado, no hicimos nada. Me puso contento estar después de 20 años celebrando un nuevo disco, que tuvo muy buena aceptación en todas partes y eso es el ideal.
No estar viviendo del pasado ¿no? Eso es algo que me interesa, pero bueno, sí, como dijiste hace un ratito, se cumplen 20 años de nuestro primer disco y por ahí sí, pensar en algo artístico alrededor de eso, de esa celebración también sigue siendo celebrar el pasado y el paso del tiempo, que es algo que no me gusta. Pero si se piensa con algo desde el presente, se puede armar algo interesante, tengo algunas ideas que no quiero spoilear, pero por ahí si todo va bien, lo haremos.
Justamente hablaste de su último disco “Súper Terror”, que vio la luz en julio del año pasado. ¿Cómo percibieron la recepción de los fans este nuevo rostro de Él Mató?
La verdad que bien, sabíamos que lo que estábamos haciendo era disruptivo, por lo menos dentro de nuestro propio camino e iba a generar algo sorpresa, admiración y rechazo, no estamos listos siempre para eso y pero la verdad que la respuesta en general fueron muy positiva muy buenas. Que eso es algo que en el proceso creativo uno cree que va a sorprender, después estar trabajando tanto tiempo con las canciones que no las vas asimilando.
La va haciendo parte de una realidad y empiezas a perder la perspectiva de decir si esto realmente estamos generando un cambio ¿no? Porque bueno, pasa eso en tu cabeza, en ese momento cuando sale y ves que que realmente sorprende y que hay comentarios que uno esperaba, por lo menos dentro de ese margen de romper un poco con lo que veníamos haciendo después si gusta o no, eso nunca se sabe. La verdad que la respuesta en ese sentido fueron muy positivas también, pero lo que más nos interesaba era abrir un poco el espectro.
En relación a tu trabajo lírico, en “Súper Terror” en específico, pasa mucho que existen entre los fans muchísimas interpretaciones así, por ejemplo con un tema como “Medalla de Oro” que puede hablar de una ruptura, también hay gente que dice que tiene un mensaje anticapitalista de fondo. ¿Esto fue intencional?
Sí, habla de un poco de todo. Eso no, el disco en general habla de este momento del mundo.
Es un disco de ruptura y también de describir, un poco el mundo. En su política, en su parte social, en su parte de las comunicaciones y como eso obviamente influyen en todo en todos los ámbitos. Y cómo el sistema que rige en todo el mundo se va acelerando, y va como vaciando algunas cosas, cosas sagradas, como el arte, como la música, pasa a ser algo descartable, como si la música fuese un “commodity” hoy en día y no una pieza artística.
Entonces eso hablando algo muy puntual, pero la verdad que el disco trata de abarcar un poco más allá. En cómo en nuestras relaciones con las demás personas van cambiando por la tecnología, como se pierde cierta empatía con el otro y con la música, como las cosas nos empiezan a resbalar, como todo es urgente, como todos descartable, como todo se agota tan rápidamente y tiene que ver mucho con este sistema, que nos rige, que nos hace adictos y el cual es muy difícil de esquivar. De cosas muy personales también, en esa mezcla salen las palabras empiezan a tomar forma las canciones y después bueno, cuando estás escribiendo las canciones toman vida propia, y empiezan ahí para otro lado, así que es una conjunción de todas esas ideas.
Siempre has vivido en el triángulo barrial de Villa Crespo, y La Plata creciste con distintas influencias musicales también conoces del mundo del punk y quisiera preguntarte ¿cuáles son tus ídolos que no conoce nadie ya sea del barrio o la escena?
Bueno ídolos que por ahí son muy locales o conocidos en escalas pequeñas, Julián Ibarrolaza, cantante de embajada boliviana, una banda punk histórica de la ciudad de La Plata, un gran artista que después obviamente, se fue saliendo. De lo que es la música estrictamente punk, es un gran compositor de canciones, gran letrista, gran poeta, gran persona, tuve el honor de que cantara conmigo, a fin de año hice unos conciertos con amigos y lo pude invitar, pudo venir y pasamos un gran momento.
Más cercano un gran ídolo es Diego Diego Darrigran, el cantante de que está a cargo de un proyecto que se llama “Koyi” que es parte de nuestro sello nuestro, nuestro colectivo artístico que es Laptra, hace poco pudimos celebrar después de mucho tiempo en Festilaptra este festival que hacemos con todas las bandas del sello y bueno, él tocó presentó unas canciones nuevas que está sacando.
Pero es de los primeros, de nuestro grupo de amigos, de los comienzos 20 años atrás, en esa época de ebullición y del comienzo de las recorridas de un montón de nosotros, el primero que nadie empezó a animarse a escribir canciones, a escribir esas letras o poemas que hace, que son geniales y nos inspiraron muy directamente, como cuando tienes a alguien muy cercano que se anima a hacer algo, te motiva a animarte, a ti también. Así que el Diego, Koyi la gran inspiración y bueno, son esas inspiraciones de grandes poetas que con pocos recursos hicieron algo milagroso y creo que la inspiración más potente que pueda haber.
¿Recuerdas la primera tocata independiente a la que fuiste? ¿Qué te dejó esa experiencia?
El primer concierto independiente, me escapé, yo no podía salir de mi casa en la época de la escuela. Era muy joven, igual tenía que cuidar a mi hermano menor, pero que ya éramos grandes, digamos, no puse en riesgo nada, me escape de mi casa, mis padres habían salido y me fui para el centro de la ciudad donde me encontré con otros amigos y fuimos a ver un recital, que ocurría en el garage de una casa y tocaba una banda llamaba “Acción Directa” que era punk al estilo más tipo más crudo, más contestatario entre los Sex Pistols y cosas más oscuras también.
Me acuerdo de eso, no éramos muchas personas, éramos 20-25 personas en un garage, el cantante que era “El Boca Sucia” hizo una performance espectacular y todo ese momento de aventura, que arrancó desde escaparme de mi casa e ir hasta el centro, y vivir en ese en ese pequeño rincón de la ciudad donde está ocurriendo eso fue también algo muy potente, muy especial.
