Fotos por @shotbesbae
Escrito por Jócsan Sánchez
La respuesta misma de un artista consagrado frente al público que tanto soñó. Impensado e increíble, un show que significó el sinónimo real del Lollapalooza
La oscuridad crecía con el pasar del tiempo y las luces del stage eran las dominantes para las retinas. La anglomeración de público reflejó la ganas aferrantes de disfrutar de un espectáculo de Sam Smith, el artista que fue coronado en Chile.
La apertura de Sam Smith
Una propuesta del todo interesante y hasta con escenario ambientado. Cerca de 5 antorchas se encendieron frente a las miles de personas, una especie de honor para la llegada de su majestad. El aspecto sonoro de esto culminó en la salida de «Stay with me».
Sam Smith es la genialidad de un proyecto bien madurado. Su propuesta teatral fue los suficientemente extravagante como para llamar la atención de cualquier persona, y para qué hablar de su habilidad vocal… esto era un concierto de otra índole.
«Welcome to the Gloria Tour» fueron sus palabras tras la interpretación de «I’m not the only one», una promoción no solo para su gira, sino también para su reciente lanzamiento de larga duración «Gloria». Suavidad y ternura, el cantante nos había invitado directa e indirectamente a ser libres, a vivir el concepto dentro del espacio seguro que él mismo generó en cada minuto de concierto.
Aspectos clave
Unión y conexión, palabras que describen este número artístico. «Like I Can» fue la interpretación que por lejos se ganó los aplausos. La viveza y presencia artística hicieron de ello el merecedor puesto de ser la canción que resumen estos 3 días de festival ¿por qué? porque puede.
Siguiendo la línea de los aspectos claves, el vestuario jugó un rol fundamental. Partiendo con un austero disfraz, previo a «Diamonds» tuvo un cambio de outfit a Beatle negro junto a unos pantalones negros y un par de tacones. Y así sucesivamente, uno más particular que otro, una especie de camino tentativo a otro acto de la obra.
Los bailarines también jugaron un rol fundamenta. La estética y concepto de show que primó en la unión y liberdad, también debía acompañarse de una familia. Enérgicos y juguetones, el subidón necesario para prender una fiesta que reunió a más de 40 mil personas en un parque convencional.
Obvio que la actitud del público era del todo esperable. Gritos y arengas como «Mijito rico…Mijito Rico ¡La la la la la!» impresionaron de toda honra a Sam Smith, y este en un acto de amor solo podía responder cantando para todos.
Día de la coronación
El show fue creciendo poco a poco y fue armando el escenario perfecto para la grandeza del artista. A sorpresa de muchos, Smith guardó un pequeño número para realizar covers y colaboraciones que más de alguno coreó, dentro ellos se contempló «Promises» y «Desire» junto a Calvin Harris, «Latch» de Disclosure y «I Feel Love» de Donna Summer.
Finalmente y con un cambio repentino de vestuario, «Unholy» cerró con un broche este viaje sonoro para los espectadores de este show. Cierre marcado por la buena presencia, concepto y por ser particularmente honesto… Sam Smith se fue con una corona fabricada con los bullicios de una audiencia agradecida ante un show primado por el reencuentro y la libertad de expresarse con música.