Escrito por Oscar Cortés
Fotos por María Loreto Plaza
Uniendo el rock y el género urbano, así fue la quinta noche del Festival de Viña del Mar. Una que quedará marcada en la historia del certamen por mostrarnos diferentes generaciones de artistas chilenos en el escenario, donde todos lograron triunfar y demostrar que nuestra música puede seguir dominando noches en la Quinta Vergara. Y es que con la fuerza de Los Bunkers y la energía de Young Cister, esta noche no podía fallar bajo ningún termino y así fue, resultando en una jornada especial en la llamada “noche chilena”.
Los Bunkers: Una carta de amor al rock chileno
Si pensamos en los grandes exponentes que ha dejado la música chilena, no podemos dejar fuera a Los Bunkers. Con un sonido identitario, una enorme fuerza de interpretación y una energía diferente, ellos han sabido como atrapar diferentes generaciones con su música, llegando a transformarse en leyendas. Algo que se puede notar con la exitosa gira que han realizado a lo largo de Chile, la cual terminará en el Estadio Nacional, pero que tenia como parada obligada la Quinta Vergara.
Por esa razón, cuando se apagaron las luces del recinto, se notó algo distinto. Todos sabían que faltaban apenas segundos para que aparecieran. El ambiente fue dominado por la expectación y el nerviosismo. De pronto, comenzó a sonar “Miño” y el monstruo, como si llevase aguantando la respiración durante un largo rato, tomó un poco de aire y explotó en gritos de emoción que rápidamente serían transformados en los coros de la canción.
De esa forma, siguieron himnos como «Miéntele», «Una nube cuelga sobre mí», «Ángel para un final» y «Rey», todas canciones que se apoderaron de las voces de los asistentes, quiénes no dejaban de llenarse en sentimientos. Unos que, sin duda, serían transmitidos a la banda, pues el siguiente tema, «Ahora que no estás», tendría una duración cercana a los 10 minutos, donde la banda completa daría una cátedra sobre como tocar sus instrumentos.
Si para ese momento ya todo iba de maravilla, al interpretar «Calles de Talcahuano», en conjunto con Illapu, se demostró algo todavía más poderoso, la unión de nuestra música y de sus artistas. Algo que quedaría más de manifiesto cuando Kidd Voodoo se sumó para cantar “Nada nuevo bajo el sol”, demostrando como nuestras generaciones de músicos se unen y no tienen prejuicios entre ellos.
Tras “No me hables de sufrir” y “Bailando solo”, se les hizo entrega de la Gaviota de Plata, una que llegó por la inmensa ovación que estaban entregando sus fanáticos y la quinta en general. Luego, estos mismos gritos y aplausos se repetirían en “Canción para mañana” y “Ven Aquí”, dando como resultado la entrega de la Gaviota de Oro. En ese instante, en una demostración de amor sincero hacia Los Bunkers, todo el monstruo pidió la Gaviota de Platino.
Esa última petición por parte del público no tuvo éxito, pero la banda agradeció el gesto. Y para finalizar con toda su presentación, tocaron “El necio” y “Llueve sobre la ciudad”, dos canciones icónicas que cerraron de maravilla un hermoso y necesario paso del grupo por Viña del Mar.
Competencia Internacional y Competencia Folclórica.
En esta quinta jornada del festival, se dieron los ganadores de ambas competencias. Para cada una de ellas, existían dos estatuillas, una para mejor interpretación y otra para mejor canción. De esta forma, se llevaron a cabo las ultimas presentaciones que faltaban por repetir y rápidamente se dieron los resultados de una competencia que, además de tener mucha calidad, fue muy dura durante estos días.
Los primeros resultados en llegar fueron los de la Competencia Internacional, donde el premio a Mejor Interprete se lo llevó Enrique Ramil, representante de España junto a su canción “La última vez”. Por otro lado, el premio a mejor canción se lo llevaría Eddy Valenzuela, representante de México con su canción “El Maestro”.
Los siguientes premios en entregarse fueron lo de la Competencia Folclórica, donde los ganadores a Mejor Interpretación y Mejor canción serían el mismo país. Estamos hablando de Ahyre, representantes de Argentina junto a su canción “La Luna”. Una tema que, sin lugar a dudas, se merece todo el reconocimiento entregado.
Young Cister: Un sueño hecho realidad
Durante todos estos días del Festival de Viña, hemos visto como Young Cister ha sido, de cierta manera, un protagonista recurrente. Y es que el cantante nacional, ha mencionado en diversas ocasiones que este es un sueño para él, el cual llega como una demostración de todo su esfuerzo. Algo no menor, pues es uno de nuestros artistas más importantes, teniendo un gran talento y una gran fanaticada, quienes lo han apoyado en todo y también en este importante desafío.
Con todo eso en la espalda, Young Cister aterrizó en la Quinta Vergara. Una quinta que solo le hicieron falta escuchar segundos de “Debí llevarte flores” para emocionarse y comenzar la fiesta. De manera continua, luego siguieron temas como “Te quiero ver”, “Esto no es una canción de amo” y “Luismi”, todos logrando conectar al instante con los fanáticos que no dejaban de cantar ninguna letra.
Hasta ese momento todo iba espectacular, pero era el momento de las sorpresas arriba del escenario. El primero en aparecer fue Kidd Voodoo para cantar “Fashion Girl Remxi”, luego fue el turno de Julianno Sosa para cantar “Ganas” y, por último, apareció Polimá Westcoast para cantar “Sextime” y “Samurai”, todas colaboraciones que enloquecieron al monstruo. De esta forma, se ganó la Gaviota de Plata.
Para finalizar, cantó “Caminemos de la mano” y “Casi amor de verano”, las cuales generaron tanto ruido que lo hicieron merecedor de la Gaviota de Oro. Un premio que, además, fue entregado por sus propios padres, generando un bello momento, donde las metas y la familia se encontraron perfectamente. Luego de ese momento, cantó “La Terapia” y se despidió de Viña entre gritos, aplausos, besos y regalos, pero anunciando la gran sorpresa de su vida, un concierto en un estadio.
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