Babasónicos en Temuco
Live Review

Babasónicos en Temuco: Intensidad sin mimos ni risas

Escrito por Renata Bastidas
Fotos por Nicolás Molina

 

La noche del 25 de febrero, Temuco vibró con Babasónicos en un show que formó parte de las celebraciones del 143° aniversario de la ciudad. La convocatoria fue masiva, reuniendo alrededor de 20 mil personas que, sorprendidas por la visita de los argentinos, agotaron rápidamente las entradas gratuitas para presenciar cómo la banda cerraba con broche de oro esta jornada de celebración.

En una noche estrellada, los fans temuquenses recibieron con entusiasmo a la banda que debutó por primera vez en la ciudad con “Anubis”. El concierto continuó con una selección de las canciones más queridas de Babasónicos, desde sus clásicos hasta las novedades de su último disco “Trinchera” (2022). La banda mostró su energía arrolladora y su versatilidad  combinando los éxitos que marcaron su trayectoria con temas que lanzaron recientemente en plataformas digitales.

El grupo de rock argentino recreó una experiencia musical notablemente similar a la ofrecida en el Cosquín Rock, especialmente en lo que respecta al setlist. Bastaron tres canciones para que dominaran al público, especialmente con el hit clásico “¿Y qué?”. El sexteto integrado por Adrián “Dárgelos” Rodríguez (voz), Diego “Uma” Rodríguez (guitarra), Diego “Uma-T” Tuñón (teclado), Diego “Panza” Castellano (batería), Mariano “Roger” Domínguez (guitarra) y Gustavo “Tuta” Torres (bajo) presentó un set potente plagado de canciones exquisitamente rockeras, bailables y sensuales.

Temas nuevos como “Mimos son mimos”, “Paradoja” y “Bye Bye” se alternaron con viejos hits como “La lanza” y “Carismático”, donde las luces tiñeron todo de rojo e invitaron al público de Temuco a sumarse a un viaje intenso y dramático, en línea con la entrega apasionada que caracteriza a la icónica banda de rock argentina en cada presentación.  

Sin mimos ni risas

Se escucharon aplausos entre cada canción, muchos gritos y numerosos “Te amo, Adrián”, a lo que el vocalista respondía de manera escueta: “Gracias, muchas gracias”. Este diálogo mínimo con el público fue el único intercambio verbal del vocalista durante todo el show, aportando un toque de lejanía y misterio, dejando que su performance, interpretación, energía y trayectoria hablaran por sí mismas. 

Los músicos en escena mostraron su destreza, respaldados por años de experiencia en estudio, festivales y salas llenas. Sin embargo, al limitarse a cantar e interpretar sus canciones sin dirigir una sola oración completa al público, dieron la impresión de solo cumplir con estar. Aún así, Temuco respondió coreando cada palabra y melodía, saltando y aplaudiendo cada compás del concierto.

El set culminó con un trío de eufóricos éxitos: “Tajada”, “Putita” e “Irresponsables”, que dejaron al público solicitando “¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!” bajo la complicidad de Dárgelos y Uma, que hacían gestos de pedir más y más aplausos. Pero después de eso, las luces de colores se extinguieron de golpe, la banda se esfumó como un fantasma, sin decir nada.

Sin pausas ni diálogos, el grupo tocó sus éxitos, pero no el corazón de Temuco.  La ausencia de un bis dejó un sabor amargo en quienes esperaban una última canción para despedirlos. La decisión de prescindir del cierre tradicional generó una sensación agridulce para quienes añoraban más música, pero por sobretodo, querían expresar su gratitud por la primera (y quizá única) visita de Babasónicos a la capital de La Araucanía en su aniversario. Fue, sin duda, un show de lujo con sabor a poco.


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