Escrito por Renata Bastidas
Fotos por Nicolás Molina
¿Qué se siente volver a ver a una de las bandas más emblemáticas del rock chileno después de casi diez años sin tocar en La Araucanía? Esa fue la pregunta que muchos se hicieron este jueves mientras hacían fila para entrar al Gimnasio UFRO. Sí, finalmente Los Bunkers volvían a presentarse en Temuco.
Desde minutos antes de que iniciara el concierto, la ansiedad se hizo sentir con chiflidos y aplausos que resonaban desde galería hasta cancha, revelando la anticipación de la audiencia por este emotivo reencuentro. A las ocho en punto, la emblemática «Solsbury Hill» de Peter Gabriel, que ya es tradición en la gira “Ven Aquí”, suena a través de los parlantes y con su traducción al español mostrándose en las pantallas, hace que los corazones de los asistentes vibraran al unísono del “bum bum bum” de la canción, apenas notando que la banda ya estaba tomando el escenario.
Cómo se vivió el show de Los Bunkers en Temuco
A pesar de las dudas sobre la elección del gimnasio como lugar para este encuentro, Los Bunkers demostraron una vez más su capacidad de convertir cualquier escenario, en su hogar en La Araucanía.
A casi una década después de su última presentación en la ciudad, Los Bunkers fueron aclamados por una multitud más madura y también por las nuevas generaciones que con alegría y energía saltaron, y corearon cada tema.
El quinteto penquista, liderado por Álvaro López, Mauricio Durán, Francisco Durán, Gonzalo López y Mauricio Basualto, abrió un portal al pasado, sumergiendo al público en una atmósfera cargada de nostalgia y juventud. Comenzando con temas como «Miño», «Mientele» y «Te vistes y te vas», el concierto cumplió con la promesa de repasar todas las etapas y la extensa carrera de la agrupación, destacando su lugar histórico en la música chilena.
Lo más destacado fue ver a la banda compenetrada y feliz, bailando, mirándose y riendo. Celebrándose a sí mismos y a sus fans con confianza y complicidad. Antes de presentar las nuevas canciones de su último disco «Noviembre» lanzado en 2023, Mauricio se tomó un momento para dedicar el concierto a Miriam, una niña de diez años que viajó desde Arica para vivir su primer concierto. Un gesto significativo también para todos los pequeños y pequeñas, marcando el inicio de una larga travesía musical en sus vidas.
Los múltiples highlights de su presentación
Uno de los momentos más emotivos fue cuando interpretaron «Calles de Talcahuano», una canción de letra profunda e histórica que fue escrita sobre la base musical del tema instrumental de Illapu, “Baila caporal”, compuesta por el destacado músico y líder de la agrupación nacional, Roberto Márquez donde rinden homenaje a las historias que allí vivieron. La voz de Alvaro Lopez parecía un hechizo que transportó a muchos a nuestras propias calles, a nuestros recuerdos, a nuestras raíces. Se podía sentir la conexión entre el público y la banda, que se expresaba en cada acorde.
Siempre se critica el estar usando el celular durante los conciertos, pero fue muy bonito ver cómo en varias canciones, amigos y amigas se juntaban mirando el celular para grabar y crear un recuerdo único; hijos llamaban a sus padres por videollamada para cantar juntos a través de la pantalla. Fue una forma de compartir la música con quienes no pudieron estar presentes, pero que seguramente también son fans de Los Bunkers. Un gesto que refleja el cariño y la complicidad que genera esta agrupación.
El cierre final del añorado retorno
En clásicos como «No Hay Nada Nuevo Bajo el Sol», «Bailando Solo» y «Canción para un Mañana», el público se hizo escuchar más que los parlantes de la banda penquista. Fue impresionante ver cómo todos coreaban las letras con pasión y entusiasmo, como si fueran himnos generacionales. Y tras el bis, «Llueve sobre la Ciudad», el último tema del concierto, fue absolutamente un dueto de Los Bunkers junto a Temuco. Una despedida a lo grande, con una ovación merecida.
Fue un concierto que quedará en la memoria de todos los que estuvimos ahí. Los Bunkers regalaron una noche mágica, llena de música, sentimiento y energía. Un espectáculo que demostró que el rock chileno sigue aquí y que sin duda muchos verán su presentación en el Festival de Viña del Mar y dirán orgullosos “¡Yo los vi aquí, en Temuco!”
El concierto duró exactamente dos horas y media de música, pero se sintió como un instante. Los Bunkers dejaron claro que su música sigue vigente, que su conexión con el público es única y que su regreso al sur, más allá de Concepción, es una alegría.
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