Escrito por Rocío Villalón
Fotos por Joss Moisán
Una noche inolvidable para el rock fue la que tomó lugar el 18 de enero en el Teatro Coliseo, donde los amantes de Lucybell y Pettinellis se reunieron para presenciar una jornada de grandes éxitos que disfrutaron minuto a minuto.
A las 20:25 horas los silbidos ansiosos pedían que el recital comenzara, con una gráfica de Pettinellis y una luz azul, el Teatro Coliseo se llenaba rápidamente para dar inicio a lo que sería una velada perfecta para los entusiastas del rock chileno. La banda abrió con el divertido instrumental “A Go-Go», para luego tocar «No hables tanto”, “Niña” y “El Hospital”, canciones que hicieron bailar, aplaudir y silbar a los presentes.
Durante el show los Pettinellis hicieron vibrar al público con algunos covers de grandes artistas nacionales como “Mujer Enamorada” de José Alfredo Fuentes, “Arauco Tiene Una Pena” de Violeta Parra y “Un Compromiso” de la gran Cecilia, sacando muchos aplausos y homenajeando la música chilena; fue histórico.
Sin embargo, éxitos como “Un Hombre Muerto En El Ring” y “Caballo sin dueño” tampoco podían faltar, la gente enloqueció y los cantó de inicio a fin, para cerrar saltando con una de las canciones más pedidas de la noche “Ch Bah Puta La Güeá”. Así, Álvaro Henríquez con sus clásicos lentes oscuros dio la bienvenida a Lucybell.
Después de una pausa que fue provechosa para los oyentes, Lucybell entró a las 22.04 horas entre ondas sonoras y con un desplante inigualable. Abrieron con “Huracán”, para dar paso a “Caballos de histeria” y a “Ángeles Siameses”. Desde ese momento la noche se vio envuelta con una guitarra gótica, potencia en la batería, un fuerte y una voz característica, que no se puede confundir, simplemente la voz de Claudio Valenzuela.
Antes de interpretar “Voy Por Ti”, canción que derribó barreras y rompió cristales para apoderarse de cada oído y corazón, Cote Foncea dice “Esto es un largo viaje, prepárense para cantar”. Cote tenía razón, porque lo que se vivió esa noche en el Teatro Coliseo fue éxito tras éxito, que el público esperaba expectante
Avanzando la velada, en “Carnaval” y en “Milagro” se hicieron presentes las estrellas, acompañadas de una guitarra destellante. Las canciones fueron alzadas junto a las voces de las personas, siendo partícipes del suave y cálido ambiente envuelto por melodías serenas. La puesta en escena de los integrantes estuvo llena de saltos y bailes que contagiaron a todos los presentes que gritaban moviéndose al ritmo de la música, siendo hechizo en el cuerpo. Claudio Valenzuela tomó un celular del público y la gente enloqueció, ese vídeo debe haber sido espectacular.
El show estuvo lleno de rayos de luces que caían como cuchillos afilados a quien entrara en contacto con ellos, inicios triunfales que hacían saltar de imprevisto, puños al cielo que acompañaban a las canciones y ondas sonoras que atravesaban la piel para dar paz. Las últimas tres canciones remataron la noche de una manera impresionante; “Cuando Respiro en Tu Boca” haciendo saltar a todos con todas sus fuerzas, “Mil Caminos” con todos los brazos arriba aplaudiendo en sincronía y “Sembrando En El Mar” donde las sonrisas de un sueño colisionaron con la realidad.
Con un balance perfecto, el Teatro Coliseo fue testigo de dos bandas históricas del rock chileno, en donde los presentes disfrutaron en todo momento el concierto que juntó a los amantes de la música. Sin duda, Pettinellis y Lucybell se complementaron de una forma maravillosa, vibrante y dinámica, para dar forma a lo que sería una noche para recordar, la que quería grabada por mucho tiempo.
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