Beck en Chile: Aquel que paga sus deudas con altos intereses

Escrito por Tomás Pérez
Fotos por Juan Manuel Hernández

Bajo el alero de Primavera Sound, el artista proveniente de Los Ángeles agendó su paso por Santiago saldando una deuda única con el público chileno, presentándose en solitario al fin y entregando un show de una enorme magnitud, recorriendo sus bastos 30 años de experiencia.

Un escenario perfectamente distribuido y una cantidad notable de pantallas repartidas sobre la tarima comenzaban a agitar a un Teatro Caupolicán repleto, el público se repartía en un sinfín de edades, generaciones y estilos. Pero todos se encontraban allí con un solo propósito, disfrutar el debut en solitario de uno de los artistas contemporáneos más significativos y camaleónicos de la industria musical. Y es que un par de presentaciones a modo de telonero varios años atrás, Beck poco a poco cautivó y cultivó un deseo intrínseco en cada una de las personas ahí presentes.

En un arribo avasallador y repleto de euforia, Beck junto a su banda subieron al escenario interpretando un fragmento de “Everbody’s Got to Learn Sometime”, canción presente en el soundtrack de Eternal Sunshine of a Spotless Mind. Dejando estipulado desde un inicio que la presentación será un recorrido a través del tiempo respecto a las piezas más significativas en su carrera.

A medida que el show arrancaba y las canciones transcurrían, las pantallas detrás proyectaban un sinfín de animaciones que iban acorde a la canción que el estadounidense interpretaba, con una gran presencia de elementos psicodélicos, las luces y pantallas ayudaron al público a establecer la conexión perfecta con el músico, tanto a nivel musical como emocional.

A lo largo de la noche, el músico abordó cada arista de su extensa carrera, y cuando hablamos de extensa, hablamos de casi todo, ya que este recorrió álbumes como; “Guero”, “Colors”, “Midnite Vultures”, “Modern Guilt”, “Odelay”, “Sea Change”, e inclusive sus primeros materiales hace casi 30 años como lo son “Mellow Gold” y “Stereopathetic Soulmanure”.

Por supuesto la noche también tuvo sorpresas, y es que, “The Valley of the Pagans”, canción donde Beck participó, proveniente de uno de los últimos trabajo de la banda Gorillaz, fue interpretada por este, entregando esa vibra mucho más pop a lo largo de la noche.

Un desfile de 22 canciones fue lo propuesto por el artista, con una presentación repleta de sentimientos y conexiones con el público, cada canción presentada fue karaoke para el público, e incluso cuando no había letra que cantar, el público acompañó con palmas o sonidos al unísono imitando los ritmos provenientes en la canción de turno. Demostrando una devoción y un total agradecimiento por parte de los presentes hacia Beck.

Para cerrar, en un momento fraternal tras la despedida de la banda sobre el escenario, el artista volvería a aparecer una última vez, para interpretar un emotivo cover de “True Love Will Find You in the End”, proveniente del difunto Daniel Johnston. La noche acabaría con un ambiente íntimo y entrañable, en el que probablemente más de alguno de los presentes se desbordó en lágrimas frente a un show espectacular y un cierre memorable.

Setlist: