Por Felipe León
Mucho se discute que E·MO·TION (2015) debió contar con muchas más ventas de las que tuvo (no pocas claro), dado el carácter de culto que pasó a tener hasta la fecha. Lo que sí es un hecho es la enorme influencia que ejerció desde su aparición en el panorama del pop, junto a la debida atención que Carly de medios musicales de prensa especializada, sitios tipo foros, y otras comunidades relacionadas.
Incluso público casual. Lo cierto es que Carly Rae Jepsen fiel a su forma de ver la música, continuó desarrollando una carrera que terminaría de cimentar su estatus actual, concediendo una seguidilla de aciertos creativos. De partida, su canción «Cut to the Feeling» proveniente de la película animada Ballerina le daría otro gran éxito en su carrera, con la que cerraría de alguna manera la etapa dorada relacionada al disco de 2015.
Puedes leer la segunda parte a continuación.
Dedicated y sus dos temporadas
Pero lejos de perder su brillo dorado, la cantante consolidó todo tipo de hazañas que ayudarían a forjar una constante relevancia en su sonido. De este modo, Dedicated sería un acertado cuarto paso en larga duración por parte de la canadiense, al evidenciar un cambio de rumbo bastante llamativo.
Esto ayudaría a consagrar esa búsqueda «para sí» que sostiene desde sus inicios, al denotar ciertas novedades procedes del synth-funk que existen en el disco personificadas en temas como «Everything He Needs», así como una mayor sofisticación en la producción en gran parte de sus tracks.
La extravagancia propia de «Want You In My Room» retrata parte de lo sería esta etapa de Carly Rae Jepsen, donde las concesiones a indagar en otras formas de acercarse a la música están a la orden del día. Aquello se percibe también en la expresión propia del R&B que constata en «No Drug Like Me», la rítmica intrigante que perfila «Too Much», el sentido nocturno de «Real Love» o los himnos ya clásicos de Carly como «Want You In My Room» o «Party For One».
No obstante las sorpresas florecerían una vez más con Dedicated Side B estrenado un año más tarde, donde la tesis de los lados b adquiriría una relevancia sustancial, ya que desde este momento pasarían a ser larga duraciones. Ejecutado como una colección de canciones mucho más libre, la soltura de su propuesta dance-pop y synthpop cosecharía piezas como «This Love Isn’t Crazy», «Felt This Way», «Summer Love», «Now I Don’t Hate California After All», o una colaborativa con Bleachers en «Comeback».
La renovación constante de Carly
Esta no sería la primera vez que tanto Carly como Bleachers calzarían en una canción, pues apareció en la canción «Shadow» que lanzó en 2015 el proyecto de Jack Antonoff. De hecho, ni de cerca es su única colaboración. Muy recordada es su canción junto a Charli XCX en la etapa Pop 2 (2017) llamada «Backseat», o la tremenda «Ok on Your Own» de mxmtoon, entre muchas otras.
Independiente de aquello, la propia Carly Rae Jepsen presenta a lo más un feat en sus álbumes, como fue el caso de Rufus Wainwright en el tema que da cierre al disco del mismo nombre: The Lonelist Time. Así en pleno año 2022 la artista iniciaría un nuevo periodo bajo la dinámica de discos dobles, donde se vislumbran variadas influencias que afianzarían el elemento búsqueda como sucede con «Sideways» o «Beach House» con la música disco. Del mismo modo, canciones de la talla de «Shooting Star», «la fluida «Western Wind» o el hit discotequero y electropop «Talking to Yourself».
En su prime
The Loveliest Time sellaría así un presente más que soñado para la artista, aunque esta vez el «lado b» viene a ser más bien un disco hermano, sin posicionarse en un segundo plano. Independiente lo bueno que eran sus antecesores de espíritu, esta obra apuesta tan alto como el lanzado el pasado año, siendo incluso vaticinado ya como uno de los imperdibles en muchas listas de fin de año. Algo no menor pero tampoco sorpresivo, porque de alguna manera siempre esta ahí. Siempre puede superarse.
Este LP fluye con una constancia a la altura de los estímulos y la soltura con la que se nutre de sus influencias. Porque teniendo trabajos destacados que buscan en la música electrónica bailable como Heaven Knows de PinkPantheress, canciones como «After Last Night» no tienen nada que envidiarle.
Del mismo modo, «Anything To Be With You» potencia ese toque de himno que no puede faltar. Lo mismo ocurre con otros sencillos fuertes como «Shy Boy» o la amplitud de estadio que genera valga la redundancia «Stadium Love». Aunque lejos de confiar su música unicamente a estos aspectos, Carly Rae Jepsen construye un camino en terrenos como el nu-disco impregnado en «So Right», la estimulante «Psychedelic Switch» o la odisea introspectiva y sentida detallada en «Put It To Rest».
Carly Rae Jepsen con una confianza acorde al legado imperecedero que posee, se atreve una vez mas a desafiar su propia faceta creativa siendo consciente de sus propias necesidades de expresión. Venga cuando venga está en un gran momento, pero hoy nuevamente está en su prime.
Carly Rae Jepsen visitará Chile el próximo 28 de noviembre con un concierto en el Teatro Coliseo de Santiago. Entradas por PuntoTicket.
Produce Bizarro.
