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Karaoke de emociones: El legado de Carly Rae Jepsen

Escrito por Felipe León

Sin dudas la canción «Call Me Maybe» se quedó grabada en la memoria de muchas personas que la conocieron de algún modo u otro en la pasada década. Ya sea por su pegadizo estribillo o el divertido videoclip, este sencillo todavía conserva mucho de su atractivo. En ese sentido, el acierto de Carly Rae Jepsen sería incalculable, aunque para nada extraño. Es cosa de ver las tantas otras cosas que ha logrado en su carrera.

Desde una consistente popularidad en el mercado mainstream hasta los grandes comentarios de la siempre difícil crítica, la canadiense se puede vanagloriar que sus logros son algo más que mero cálculo comercial. Sobre todo por el fuerte abrazo que recibe de una fanaticada que sea del estilo que sea, siempre encuentra en su propuesta algo más que solo música.

Carly Rae Jepsen y sus primeros aciertos

En ese sentido, la autenticidad con la que se posiciona en cada uno de sus lanzamientos resulta llamativa. De alguna forma, trasciende el mero hecho de recoger influencias musicales para darles un nuevo enfoque, pues si existe algo que constituye lo que es Carly Rae Jepsen es apostar por lo propio. He ahí esa manera elástica de moldearse a las distintas sonoridades que surjan en el camino, siempre con su característica voz que le permite situarse en todo tipo de sentires y temáticas.

Al mismo tiempo, el corazón dance que ha cosechado desde su segundo disco Kiss (2012) -el mismo donde aparece «Call Me Maybe» y otros éxitos tempranos como «Good Time» o «This Kiss»-, terminan por cimentar las bases de su carrera. Del mismo modo, su primer LP de 2008 Tug of War (2008) dejaría en evidencia lo bien que se maneja en momentos más calmos o enérgicos.

Meritorios primeros pasos más allá del exitoso tercer lugar conseguido en Canadian Idol, que de seguro le brindó fortalezas a la hora de exponer lo suyo.

Pasión y sofisticación

Es con el álbum E·MO·TION (2015) donde encontramos la liberación definitiva de todo el potencial que venía mostrando Carly Rae Jepsen, sacudiendo la pista de baile con un apasionante y sofisticado karaoke irresistible al canto como al baile. Una artista para sí como para el mundo. Pero ¿por qué es tan recordado este disco?

De partida, el sorprendente listado de canciones ofrece una variedad de enfoques que le otorgan un dinamismo mayor dentro de su característico sonido dance pop, el que se sumerge con todo en el corazón de lo sintético. Sin embargo, el carisma de la artista termina por tomar las riendas del álbum, motivando una presencia mayor en cada aspecto que presenta.

En ese sentido, E·MO·TION trasciende el tiempo con frescura y mucho mayor reconocimiento como una gran declaración de principios de lo que puede ser el pop. No nos engañemos, siempre han habido grandes discos relacionados a esta música y es ahí su importancia, pues muchas veces las obras destacadas adquieren un tono un tanto más experimental, ya sea progresivo, de cuerdas o de una emotividad profunda. En este caso, la canadiense utiliza patrones similares pero desde una interpretación que derechamente podemos interpretar como «feliz».

E·MO·TION: SIDE A& B

No obstante, las temáticas tratadas en esta obra adquieren una vertiginosidad fulminante que responde al equilibrio que existe en su sonoridad, llamando por una parte a recuperar influencias ochenteras con el sophisti-pop de «All That» o albergar un tono más denso en «Warm Blood». Sin perder la capacidad de articular un relato coherente entre lo más directo y exploratorio.

Sumado a una vocación de himno que se manifiesta en canciones como «Run Away With Me», tema que puedes escuchar muchas veces y no pierde su impacto. Un subidón expresado de forma melódica y pomposa en «I Really Like You» o la animada «Boy Problems», que son puro material de karaoke. Al igual que la sofisticada «Emotion», la sintéticamente extravagante «LA Hallucinations«, la desatada «Making the Most of the Night«, o el cierre a la altura que propone «When I Need You», entre muchas más.

Un año después dejaría un precedente que vuelve aún más interesante su discografía cuando lanza E·MO·TION: Side B. Material extra que desde luego puede atraer a un fan más acérrimo, pero en el caso de Carly Rae Jepsen todo se inclina a un compromiso y propósito mayor. Debido a lo bien que estos trabajos de lados b funcionan en su propuesta, siendo ya un sello: el sello Carly.

Gracias a canciones como «Higher» o «Cry», este EP pasaría a ser otro de las apreciados tesoros que guarda su carrera.

Puedes leer la segunda parte a continuación.

Carly Rae Jepsen visitará Chile el próximo 28 de noviembre con un concierto en el Teatro Coliseo de Santiago. Entradas por PuntoTicket.

Produce Bizarro.

 

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