Dismember en Chile: La 'Metal Family' como destino privilegiado

Escrito por Francisco Norambuena
Fotos por Benjamín Neira

Matti Kärki, vocalista de Dismember, una de las bandas más icónicas de death metal, se refirió al público del Teatro Cariola bajo el concepto de ‘metal family‘. Perfilándose cómo un momento clave de la velada, la ya pasada noche del 11 de noviembre se concretó el ansiado regreso de los suecos tras unos largos 15 años de espera, en 2 exclusivas fechas en nuestro país, únicas en toda Latinoamérica. Definitivamente un espectáculo que se veía lejano a ocurrir, sin embargo un sueño cumplido para todos los que somos fanáticos de este gran genero.

La velada partiría a las 19:00 horas con la banda chilena Nefastor, un completo acierto por parte de la producción, puesto que la energía y fuerza impartida por los 5 integrantes dejaría a más de uno completamente impresionado. Con un incesante headbanging y patadas voladoras sobre el escenario, la agrupación santiaguina nos mostraría el porqué se han ganado el espacio para abrir la noche. Su repertorio fue completamente brutal y cargado de odio, con un total de 6 canciones, sin embargo es necesario destacar la canción “Your Life Is a Lie”, la cual fue la encargada de romper con la tímidez del público, dándole la bienvenida a lo que sería el primer mosh pit de la noche. Luego de aproximadamente unos 30 minutos completamente sanguinarios, de solos de guitarras veloces y claros, el grupo terminaría con su canción “Calls From Beyond” incitando a abrir aún más el círculo y dándonos una pincelada de lo que sería el resto de espectáculo.

A continuación sería el turno de escuchar a Necrodemon, banda del ’93 nacida en Arica. Este mortal quinteto nos dejaría claro tanto su extensa trayectoria en el subgénero como el porqué se han transformado en unos iconos del death metal a nivel nacional. Y es que la agrupación se ha ganado una fanaticada extremadamente fiel, en donde el mismo Cristian Gallegos –vocalista del grupo– con risas se refería a que veía varias caras conocidas dentro del público, lo cual lo hacía sentir como en casa y agradecido.

Si bien entre canciones Gallegos hizo saber sobre algunas molestias en su voz, logramos disfrutar de un setlist definitivamente tormentoso, con una ejecución completamente impecable, en donde disfrutamos de canciones como “Satanized”,”The Lost Kind of Magic”,”Heaven’s Disdain” y “Floating Away” –aproximadamente unos 35 minutos de historia del death metal chileno–. Cerrarian su show con una canción de la cual varios estaban expectantes, coreado de manera eufórica por el público del Cariola; “Que Muera el Perro Jesús», un himno a la herejía a estas alturas.

22:07 y por fin llega el momento, un público completamente eufórico se arrimaba hacia el escenario para presenciar el retorno de la banda sueca Dismember y es que no es menor, puesto que aparte de la tortuosa espera que nos significaron estos 15 años, por fin podríamos ver a la agrupación original de la banda, compuesta por la feroz voz de Matti Kärki, junto a los músicos Robert Sennebäck, David Blomqvist, Richard Cabeza, y Fred Estby.

No bastaron ni 10 segundos de “Of Fire”, primera canción del set, para abrir un mosh pit que se tomó todo el centro del teatro, el cual durante la primera parte con “Sickening Art”, “Fleshless”,”Pieces» y “Dismembered”, no lograría apagarse, y todo aquel que no formaba parte de él, se encargaría de cabecear cada una de la canciones, sin descanso al cuello a medida que avanzaba el espectáculo.

Con banderas chilenas en el escenario que le entregaba el público con el nombre de la banda impreso en ella, acogían el cariño de éste. Se notaba de sobremanera lo mucho que hacía falta este retorno, y daban a entender porque probablemente eligieron a Chile como el único lugar de Sudamérica para venir a mostrar su repertorio.

Dismember no se permitió descanso alguno. Quisieron aprovechar el tiempo que se les había otorgado y esto se noto específicamente en las palabras que decidió dar en dos oportunidades Kärki hacia los espectadores, refiriéndose a ellos como la “metal family” de la que todos formábamos parte y el gran momento que se estaba disfrutando en donde la respuesta inmediata por la otra parte era corear el clásico y popular «olé, olé, olé, Dismember, Dismember…«.

El show avanzó con una energía inapagable. Así como partió, terminó, y es que el setlist fue elegido de manera quirúrgica para realizar esta tarea, haciendo hincapié en sus discos más clásicos como “Like An Everflowing Stream”, “Indecent And Obscene” y “Hate Campaign”. Claramente todo un regalo para los que pudimos estar presentes.

Empapados de ferocidad y barbaridad, nos retiraríamos de lo que sería una de esas noches que son difícil de superar, sin duda alguna un retorno esperado y un público que tenia mas que merecido y ganado estas privilegiadas presentaciones de la banda.

Setlist: