Por Felipe León
Muchas veces relegado a segundo plano sobre todo si se le compara con su antecesor en espíritu, The Final Cut (1983) resulta en sí un gran punto de partida para comprender el distanciamiento de Roger Waters con el resto de integrantes de Pink Floyd. Pero mucho más importante aún, ayuda a comprender el panorama de resistencia que este declarado álbum antibélico ofrecía, en un contexto de guerra como el que atravesaba el Reino Unido en esos años.
Un tema que toca de cerca sabiendo que en 1982 fue la invasión de Reino Unido a las Islas Malvinas, desatando un conflicto armado con Argentina que dejaría una herida profunda en el país trasandino. En ese sentido, Roger Waters canalizaría en un disco triste, sarcástico y pesimista su decepción con su propio país, pero siempre yendo más allá, desde lo poético o derechamente contestatario. Ese enfoque sería apoyado por una interpretación melancólica en medio de un épico panorama de art rock, donde los relatos estallan con las orquestas y el sentido introspectivo guía cada instante.
Este sería el último disco previo a la salida de Roger Waters de Pink Floyd, quedando relegado a un segundo plano debido a los conflictos entre integrantes, y la poca participación del resto de estos en la creación. Pero de vez en cuando, vale la pena volver a sumergirse en uno de los discos más exigentes y reflexivos de la banda.
Canciones como «The Gunner’s Dream», «Two Suns In The Sunset», «The Hero’s Return», «The Fletcher Memorial Home», el corte que da título al disco o la posteriormente añadida -pero de la época- «When The Tigers Broke Free», son algunas de las destacadas de este trabajo.
Roger Waters regresa a Chile con su This Is Not A Drill Tour el próximo sábado 25 y domingo 26 de noviembre en el Estadio Monumental. La primera fecha está agotada y la segunda quedan pocas entradas por ticketmaster.cl
Produce DG Medios.
