Escrito por Felipe León
Fotos por Pedro Downey
La tarde noche del sábado 21 de octubre tuvo lugar un suceso bastante llamativo en el Espacio del Ángel, diseñado en gran medida para entregar una experiencia luminosa en medio de una agradable oscuridad. Y es que las penumbras se transformaron en música, al son de cuatro interesantes proyectos con lo mejor del post-punk y más. Todo bajo la primicia de ser el lanzamiento en vivo de Fiesta Nueva, disco estrenado hace pocos meses por Cadal, y que además contó con la participación de la banda trasandina Buenos Vampiros, y los locales Playa Gótica y Aramea.
El concierto inició con Aramea, proyecto nacido la década pasada en Santiago, y que el 2020 estrenó su disco Solsticio. De aquel se trabajo se desprenden canciones como «Disyuntiva», la que sonó aquella jornada en vivo junto a otras piezas como «Rayen», ambas siendo parte de un set que congenió de gran manera los aspectos más shoegazeros de su música. En sí, la presentación fue explosiva y carismática, ideal para amenizar lo que vendría después.
Porque si algo destacó en dicha jornada fue el alto nivel de las bandas. Cada una con sus propios méritos, y si bien, a Playa Gótica con el solo hecho de interpretar himnos como «Bailando», «Extraños visitantes» o la más recientes «Malos pensamientos» como les bastaba, es su entrega en directo uno de los elementos más atesorados por su fanaticada, y la no tanto. Siempre hay sorpresas. Un huracán performático diseñado para alterar las masas, en base a una hipnótica, incendiaria y lúdica apuesta que la gran mayoría de veces genera sensaciones liberadoras. Obvio, esta no fue la excepción.
Pasada las 21 horas llegaría el turno de Buenos Vampiros, una de las apuestas más frescas que ha salido de Argentina en los últimos años. En ese sentido, su concierto tuvo todo lo necesario para resaltar, partiendo por la excelente química entre sus integrantes. Una base rítmica dinámica e intensa por parte de la batería y el bajo, que da pie a que sus dos vocalistas y guitarristas arremetan desde dos frentes distintos. Por una parte. Irina Tuma ofrecería un trabajo vocal directo, un tanto gótico y hasta mecánico, mientras que Ignacio Perrotta esbozaría un sentir más introspectivo y atmosférico.
Dentro de este abanico de ideas, Buenos Vampiros congenia una dinámica versatil, en base a un sonido post-punk revival que no teme a involucrar influencias que van desde el deathrock hasta el shoegaze. Sumado a canciones que recorren su primer disco Paranormal (2019) («Momentos» o «Paranormal»), así como su reciente obra DESTRUYA! (2023) («Desmotivada» o «Todo el mal«). Conciertazo.
Otro punto alto entre medio de memorables presentaciones llegó con la aparición de Cadal, banda que hace pocos meses estrenó su primer larga duración Fiesta Nueva. De hecho, ese disco fue el motivo principal para que desenfundaran toda una odisea de oscuridad y ritmo. Movimiento anclado a canciones ansiosas, bailables y tenebrosas, capaces de alimentar el hambre de un público ya bastante satisfecho, pero con ganas de más. Y qué mejor que este trío para encender los ánimos, sobre todo si las ganas de hacer estallar el lugar con música impulsaban sus vertiginosos cometidos.
Cadal repasó de principio a fin su último lanzamiento, exorcizando demonios a un ritmo frenético y acelerado, sin dejar de lado los aspectos más profundos de su especial post-punk. Por lo mismo, temas como «Ciudad perdida», «Me tienes cerca», «Otra vez / otro día» o el magno final con «Post Tenebras» generaron la locura en un Espacio del Ángel que cada vez se vuelve más atractivo. Porque los gritos en la noche se escucharon con fuerza y gracia aquel sábado.
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