Visions of Atlantis en Chile: ¡La bandera pirata nos llama!

Escrito por Juan Pablo Ossandón

Fotos por Juan Manuel Hernández

La agrupación austriaca Visions of Atlantis de metal sinfónico –con importante presencia del power también– finalmente consiguió concretar su presentación en tierras chilenas. Y es que sí, la pandemia forzó incluso a esta tripulación pirata a tener que retrasar sus aventuras por el continente sudamericano, pero las ambiciones no tienem fecha de vencimiento. Muy por el contrario, sólo van aumentando el hype y las ansias.

En ese sentido, una algo fría noche primaveral vio la llegada de fieles seguidores que se atrincheraron en la reja del Teatro Cariola, con la esperanza de reclamar todos y cada uno de los tesoros prometidos.

Los encargados de abrir la jornada fueron la agrupación brasileña BrightStorm, dueños de un carisma humilde que desmitificaba y echaba abajo cualquier tipo de limitación. Así sea la barrera idiomática –en la que sortearon hablando en inglés, portugués y un muy decente español–, o algunos desperfectos técnicos menores que fueron sorteados con gracia y humor, Naimi Stephanie y los suyos conquistaron las almas de una audiencia emcantada con piezas en bruto como «Deep Higher Tough» y «Vampire».

Acto seguido, los ya clásicos Chaos Magic comandados por Caterina Nix junto a Nasson azotaron las paredes del Cariola de la mano de un metal sinfónico más oscuro. Uno que, con una narrativa melodramática interpretada a la perfección por la virtuosa vocalista, que deslumbró a la audiencia con hitazos de la talla de «Beneath Your Skin» y «Furyborn».

Siendo las 22:00 hrs., el escenario sería capitalizado por los austriacos, quienes dieron el vamos con «Master the Hurricane», en el que Thomas y Christian dejarían los preparativos listos para zarpar ante las directrices de Michele y Clémentine. Cada espíritu inquieto se vio emplazado, respondiendo a este llamado de la bandera pirata, con mares de voces y saltos huracanados.

Esta presentación no estuvo ausente de obstáculos que superar, y es que la falta de su bajista Herbert Glos era notoria. Sin embargo, el sonido siempre se mantuvo impecable, con temas como «Clocks» y «The Deep & the Dark» sonando tan robustos como siempre –y más–. Por lo demás, el desplante escénico de las voces a cargo era notable, surcando cada rincón del escenario del Cariola en todo momento, impidiendo que el concepto de «ausencia» o «falta» pasasen por las mentes de aquellos en frente.

Si algo fue deslumbrante, fue el compromiso férreo de los músicos por subir a sus nuevos reclutas a esta aventura. Prestando el sombrero de Clémentine (que sorprendetemente regresó eventualmente), indicando instrucciones de todo tipo, o bien, encabezar esta afrenta bélica que dejó marcadísimas en las bitácoras de viaje de cada quien temazos como «Freedom», «Return to Lemuria» o «Heroes of the Dawn».

Con un encore de aquellos, «Pirates Will Return» y «Legion of the Seas» dejaron el visto bueno de un show que sabía de espectacularidad, en el que la ética de trabajo e interpretativa transportaron a todo el mundo a estos inestables océanos.

Setlist: