Escrito por Juan Pablo Ossandón
Este próximo 19 de noviembre en Parque Ciudad Empresarial, se concretará el regreso de Gojira junto a Mastodon, perfilándose como uno de los eventos metalhead más importantes del año, del cual nadie debe ausentarse –comprando sus entradas a través de Livetickets–, para así disfrutar de sus clásicos y sus trabajos más nuevos, ‘Fortitude’ y ‘Hushed and Grim’, respectivamente. Por este motivo, es que ahora revisaremos el impacto de una de ellas, Gojira, para ir calentando los motores a tamaña fecha.
Allá por el 2001, se formaba en Francia una de las bandas que darían un vuelco en la siempre tremenda escena del metal. Esta agrupación, formada por los hermanos Joe y Mario Duplantier, junto a Christian Andreu y Jean-Michel Labadie, tendría una de las carreras más fascinantes que viera el mundo, haciéndose con el metal extremo y progresivo como sus principales herramientas, para llevar al mundo su activismo ambiental de una forma comprometida.
Dicen por ahí que las grandes convicciones llevan a la grandeza, y es la ética de trabajo implacable de los franceses la que cimentó paso a paso su estatus en el metal. ¿Cuál es la mejor forma de llevar un mensaje al mundo? Pues construyendo una gran plataforma, ¿cierto? Bueno, Gojira construyó, disco tras disco, riff tras riff, su credibilidad y, por sobre, trascendencia. Después de todo, ser una banda de metal extremo y ser capaz de llenar arenas y encabezar festivales alrededor del mundo no es para nada fácil, pero ahí están los franceses, entregando su mensaje a millones de personas en esta planeta.
¿Cómo? Se preguntarán ustedes, y la verdad es que eso fue empujando límites, una, y otra, y otra vez. Desde ‘Terra Incognita’ (2001) hasta ‘Fortitude’ (2021), los hermanos Duplantier, Andreu y Labadie se encargaron de circundar todos los límites posibles que entregara el death metal y su comunión con el metal progresivo, logrando una evolución cohesiva, coherente y constante trabajo tras trabajo que le llevaron a verdaderos clásicos del género como ‘From Mars to Sirius’ (2005), ‘The Way of All Flesh’ (2008) y ‘L’enfant Sauvage’ (2012). Cada uno distinto del otro, encontrando fans nuevos cada vez que se dedicaron a explorar otros sonidos.
Lo que terminó por poner la balanza de forma equilibrada, fue la llegada prominente de su propia concepción del groove metal, que en el clave ‘Magma’ (2016) mostró a una agrupación renovada con mucho que expresar, que terminaría por redondear su sonido junto al posterior ‘Fortitude’. Dicho de otras palabras, fue el magnetismo inherente de este sonido, que combinado con las mentes e interpretaciones siempre elocuentes de los franceses, decantó en una de las propuestas más llamativas de los últimos años.
¿Saben qué es lo mejor? Que la infinitud de la naturaleza es tal, que la mayor garantía de grandes trabajos porvenir, es el compromiso férreo de Gojira con su causa. Siempre habrá algo que decir, hasta que la humanidad deje de azotar este planeta a sus caprichos, y estos chicos están dispuestos a conquistar el mundo entero si es necesario para que les escuchen –y actúen en consecuencia– aquellos que deban hacerlo.