Escrito por María Paz Carrasco
Fotos por:
Øceanía x @xmarceloalejandro
Bestia x @lar3.14 y análogas x TVX films
Hvnvbi x @emiliosfeir
Linda Creeps x @ancient_byg0ne
La precariedad en la escena musical independiente chilena, tristemente, se vio atropellada por la pandemia hasta el día de hoy. Aunque algunos no lo crean, el underground santiaguino carece de espacios y por sobre todo oportunidades para poder presentar su arte en vivo. Incluso deben poner dinero de su bolsillo para poder trabajar, dinero que no garantiza una inversión.
Números negativos para intentar darse a conocer es, sin duda, el modus operandi de una inmensa mayoría de trabajadores de la música en nuestro país. Debo decir que es admirable el trabajo mental de algunos para que la convicción y motivación esté como guía absoluto de proyectos, el sacrificio es grotesco.
Pero dándole la espalda a lo malo por un minuto, también se puede rescatar que este gran desafío ha brotado algunas lecciones y enseñanzas: los músicos han comprendido que el ego es algo que sobra en el arte y entendido la importancia de unir fuerzas y forjar alianzas. Y si esto es apoyado por cinco lukitas por parte del público general, grandes cosas pueden surgir. ¿Un ejemplo? La segunda edición del Indyca Fest, una cuna para la música alternativa de Santiago de la que probablemente no muchos sepan, pero que de seguro poco a poco irá expandiéndose a lo largo del tiempo.
Con cuatro años de experiencia, Indyca Fest es un evento que edición tras edición ha ido puliendo cada vez más su puesta en escena: ensayo y error, la fórmula infalible. Y en esta oportunidad realmente sorprendió por sus estándares de profesionalismo: múltiples stands de merchandising, puntos de comida e hidratación, baños dignos, rapidez de ensamblaje y sonido profesional.
La jornada de este año, realizada en el Centro Cultural Rojas Magallanes, reunió a BESTIA, Linda, Øceanía y HVNVBI, proyectos musicales de nicho conformado por intérpretes con años de trayectoria que presentan propuestas muy refrescantes y sustanciosas. La primera banda, una gran sorpresa de shoegaze experimental con una puesta escénica sorprendente, realmente me hizo pensar que las personas que afirman que “toda la música ya está hecha”, muy equivocados están.
¿Te sientes como Tyler Durden en tu trabajo y añoras los problemas de la preadolescencia que solo bandas como My Chemical Romance podían entender? Bueno, escuchar a Linda puede ser tu puerta de entrada para revivir esos viejos buenos tiempos pero desde una perspectiva más actual y madura. En mi caso, abrieron una ventana al deathrock en mi repertorio.
El punto y coma del festival fueron Øceanía y HVNVBI. Los primeros marcados por su nueva formación y la interpretación de «Racconto”, nueva canción que adelanta su próxima dirección musical y los segundos por su energía post hardcore que desbordaba rabia, diversión y crudeza.
En Chile existen centenares de nichos y probablemente haya uno hecho a la medida para ti, solo hay que buscar. A veces, nos quedamos demasiado encerrados en nuestra zona de confort musical, y es realmente divertido salir de ella por un día, motivarnos a explorar y conocer cosas nuevas sin expectativas, ampliar la mente y probar nuevos sabores. Ese fue el aprendizaje que me dio Indyca Fest, y estoy muy agradecida de aquello.
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