Un reencuentro inolvidable. Con un par de shows a la espalda, Danny Ocean llevó a cabo el final de ruta en Chile para iniciar una nueva etapa musical.
El Movistar Arena -el escenario de las grandes estrellas- recibió las grandes vibras de Danny Ocean. Una instrumental honesta y muy familiar, cautivó a todo el público presente desde cancha hasta la tribuna, concretando una imagen viva de lo que la música latina logra llegar a transmitir.
La entrada
Mati Gómez fue quien llevó a cabo la apertura de esta fiesta latinoamericana, luciendo un show basto de grandes postales. Buena iluminación y grandes hits, acompañado además, de diversas coreografías en cada uno de sus temas. Se notó un gran desempeño a pesar de ser un artista invitado.
Ya con el Movistar Arena repleto, era cosa de minutos para que el venezolano saliera a la tarima. La partida de un show siempre deja a muchos boquiabierto, pero Ocean fue más que eso.
Dembow causo esa sensación de sentirte flotando por lo aires tan solo por escuchar los primeros acordes, y es que al rato de estar en ese mood aparecía el cantante en una imagen viva de un fiesta alocada por la música.
En respectiva comparación a presentaciones anteriores -como la del Lollapalooza Chile 2023- la cita de ayer fue algo más íntima, una especie de despedida o un nuevo comienzo. Emocional y enérgico, una actitud agradecida ante el fruto exitoso de un artista que ha sido versátil desde un primer momento.
Danny Ocean emocional
Bajo la línea del show, hay aspectos muy destacables de esta fiesta. Junto a una espectacular banda que acompañó cada hit del artista, el desarrollo de la puesta en escena fue poco más que hermosa. Una entrega honesta y tan personal, hacía que el juego de luces te transportara al paraíso… uno en el que el amor y la unión primen la temática.
A luces apagadas y unos acordes sensibles, sonaba Volaré. Es complicado describir esta parte del show, con tantos sentimientos encontrados, se apreciaban en distintos sectores encuentros amorosos, unión matrimonial e incluso el nacimiento de nuevas relaciones. Todo esto acompañado de una espectacular postal de luces causada por cada persona asistente… pareciese que la oscuridad tiene una pizca de luz al final de todo.
Ya transportándonos al final, era infaltable los agradecimientos. Potentes palabras frente a una cautivadas gradas de un Movistar Arena asombradas por tal increíble presentación… Me Rehúso se hacía presente. Un final para una novela plagada de imágenes amorosas de una celebración milagrosa. Sin lugar a dudas es el cierre perfecto para una gira que dará comienzo a nuevos sonidos para Danny Ocean.
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