Por Felipe León
Fotos por Alejandra Besoain
“Las atmósferas sostienen a la voz, y la voz es lo principal y más importante. Como un susurro muy cercano que en el fondo le da mucha relevancia a lo que se está diciendo.”
Pocos días han pasado desde el estreno de ‘Las cosas lento’, el segundo larga duración estrenado por Niña Tormenta, y que rápidamente cosechó elogios por parte de su fanaticada y el mundo de la música en general. Un día antes de su estreno en el Espacio Literario de Ñuñoa, y gracias a la gestión de Agencia Rebeldes, pudimos conversar con la cantautora sobre su nuevo álbum, y más.
¿Cómo te sientes con el lanzamiento de este nuevo álbum ‘Las cosas lento’?
Estoy súper contenta y emocionada. Una semana antes hicimos la primera escucha del disco entre varias amigas. amigos y personas que también se dedican a la prensa musical. Fue súper emotivo además porque lo hicimos con Sello Fisura, escuchamos el disco del Simón Campusano que viene, el de Asia Menor, y mi disco. Una escucha colectiva, todo muy bonito- Estoy muy contenta ya de de soltar este trabajo, de compartirlo, de que las canciones ya tengan su propio viaje, su propia vida para otras personas y así poder soltar eso para pensar en otras cosas, ver si sale otro disco, salen más canciones.
En relación a lo bien que funcionó la preescucha del disco realizada en conjunto entre Uva Robot y Sello Fisura, ¿crees que el ambiente más amigable propició la buena experiencia?
Totalmente. Para mí era una bienvenida más que una acción de prensa. Por eso invité a muchos amigos y amigas. A darle esta bienvenida al disco y también mostrarles “mira en esto estuve trabajando este últimos tres años, de esto te estuve hablando todo este tiempo”. Algunas personas ya habían escuchado el disco, se los había mandado, pero igual la situación de estar en un grupo escuchando música, cambia la perspectiva. Siento que no reemplaza la escucha en solitario donde la atención es mucho más focalizada, pero igual es una situación muy linda en el fondo. Decir: “Qué lindo que estamos haciendo música, acá está nuestro trabajo. Esto es lo que nos quita el sueño y es lindo compartir esto con otros amigos músicos”. Aparte estábamos dos colectivos realizando algo en conjunto. Los Fisura y Uva Robot por primera vez haciendo esta presentación. Terminé de escuchar el disco y me puse a llorar, porque claro, está cargado de mucho tiempo y trabajo, de experiencias muy gratificantes de producción.
¿Qué tanto influyeron los lugares donde grabaste como Punta de Tralca en el Litoral central o Molco cerca de Villarrica, en la intimidad de la obra?
El carácter del disco guarda mucho los lugares donde se grabaron las canciones. Tanto Punta de Tralca como la casa de Arturo Zegers que construyó un estudio en Molco, un sector rural. Transmite un poco esa sensación de estar en una cabaña de madera en un lugar retirado del bullicio, es algo que busqué porque me gustaba la idea de retirarme para poder grabar. De dedicar ese tiempo de enfoque y paz mental, y en ese estado grabar. Estar unos días fuera de la ciudad y ahí ponerse a grabar, ensayar o componer. Busqué esos espacios en los viajes en un tiempo de tres años, y eso se plasma en el disco. Incluso en los sonidos se plasma como en “Una calma” que cierra el disco, la que tiene ruidos de atmósfera de mar. Arturo puso unos micrófonos afuera de la cabaña, y grabó el sonido de los pajaritos y del mar que sonaban afuera de donde estábamos grabando.
¿Qué tan importante es el tratamiento de atmósferas en ‘Las Cosas Lento’?
El trabajo de producción fue básicamente generar atmósferas. En el caso de “Pequeñas esperanzas” y de “Voy a hacer las cosas lento”, hubo harta propuesta en la producción de sonido y de arreglos, a diferencia del resto de canciones que tienen pocos arreglos. Son sobre todo atmósferas que sostienen a la voz, y la voz es lo principal y lo más importante. Como un susurro muy cercano que en el fondo le da mucha relevancia a lo que se está diciendo. Las cosas que más me importan son la letra y no decir por decir; no decir cualquier cosa. Soy muy cuidadosa de cómo digo las cosas que quiero transmitir.
¿Cómo ves el panorama de hacer música en Chile desde que empezaste hasta ahora?
Ha cambiado un poco para mejor y para peor. Hace seis años recién estábamos entendiendo que era Spotify. Ahora la distribución está muy enfocada en las plataformas digitales y eso es un cambio súper notorio, en la forma de distribuir la música y de compartirla. Por otro lado, todo un cambio de contexto político en el país, tuvimos un estallido social, y después la pandemia, los plebiscitos. Como un momento muy revuelto. Cuando salió Loza no veíamos venir quizás todo lo que pasó. Yo estaba muy probando o jugando a grabar con el Diego. No había una ambición ni una visión de dedicarme a esto ni ninguna seguridad. Solo juntamos unas canciones en un disco que hicimos con mucho amor. Transmite una simpleza pero también una ingenuidad. Y en este momento, luego de todos esos años y cosas que han pasado, obviamente no es la misma aproximación. Hay muchas experiencias que antes no tenía. Toqué mucho todo este tiempo, colaborando con otros músicos. Pude salir del país a tocar mi música, experiencias que antes ni siquiera me había imaginado. Entonces, ahora al momento de empezar a grabar un disco acarreo todo eso no, no estoy como de cero. Estoy recogiendo lo que siento que más me funciona. Ni cagando siento que tengo una fórmula lista. Es para mí la música un juego, una experimentación independiente que ahora sea mi trabajo también, pero yo abordó la composición y la producción siempre desde el lugar de búsqueda. Como una práctica de ir buscando, encontrando y calzando piezas. Algo más manual como si estuviera tejiendo o cosiendo algo.
En relación a lo mencionado, ¿el nombre del álbum ‘Las cosas lento’ simboliza también todos esos procesos?
Este título se puede interpretar desde el lugar de un contrapeso. No solamente a cómo pasan las cosas, sino también al tiempo y la forma en que suceden. Hay cosas que son súper instantáneas y hay cosas que requieren de más tiempo. Si pensamos en la naturaleza, hay plantas que crecen súper rápido, y otras o árboles que tardan 10 años en tener 10 centímetros, estoy exagerando, quizás. En ese sentido, desde ahí viene un poco la reflexión. Además de que las canciones son lentas.
Niña Tormenta lanzará su disco el próximo 8 de septiembre en Espacio El Ángel. Entradas por Passline.
