Ruel en Chile: Un cándido primer contacto

Con la gira ‘4th Wall World Tour’ llegó finalmente a nuestro Ruel Vicent van Dijk, o como simplemente le conocemos, Ruel, quien ha amasado un éxito considerable en una carrera que no lleva mucho tiempo de recorrido. En ese sentido, el fanatismo característico chileno no tardó en demostrar su entusiasmo y ansias por su llegada, por lo que ya era posible vislumbrar la actitud activa del fanclub chileno del artista, lo que era antecedente de lo más auspicioso.

Los encargados de cubrir el show fueron los nacionales Kief, dúo chileno de pop rock quienes tuvieron la ocasión ideal para realizar su primer acto de apertura en su carrera. Si algo hay que destacar de la audiencia de la noche del 23 de agosto, es su carácter enérgico y acogedor, inmiscuyéndose en el propio ambiente propiciado por la banda, quienes dieron bastante que hablar con canciones como “Casi Sobrenatural”, “Vueltas”, o el emocionante cierre con “Ya No Quiero Verte”. Una victoria absoluta para Kief.

Lo inusual del artista

Para hablar de un show de Ruel, siento necesario considerar los distintos aspectos llamativos del show, porque un análisis y detalle cronológico dejaría en un segundo plano los elementos sustanciales a rescatar de su presentación. ¿Por qué? Porque sus estos elementos se hacen transversales durante el recorrido del mismo.

En este sentido, Ruel, en su debut, manifestaba desde mucho antes su cariño por nuestro país, compartiendo fotos en redes vistiendo la camiseta de la selección chilena. Alguien debió haberle dicho del calor chileno -y sudamericano-, razón por la que el mismo recitaba efusivamente el clásico “chi chi chi, le le le”, ante la respuesta estruendosa de un público participativo.

De esta forma, fueron tanto el público como el artista quienes se encargaron de crear las condiciones ideales para el show perfecto. Aún si el recinto no estaba lleno, el público sonó más fuerte que muchos shows sold out que haya visto el mismo recinto, así como también Ruel entregó una presentación honesta, emocionante y enérgica de mucho más nivel que varios proyectos con mayor recorrido.

De ahí que canciones como “GO ON WITHOUT ME” y “GROWING UP IS ____”, las que abrieron el show, sonaron con tanta pero tanta fuerza. Un pop brillante, rico en texturas y una interpretación dinámica nutrida por un r&b alternativo presente en la propuesta del australiano. Su silueta en la pantalla anaranjada era hipnótica, así como sus efusivos pasos de baile vistiendo un traje holgado, mostrando un cuidado escénico que se vio en el dress code de la banda, y las plantas y flores que adornaban el escenario.

Ruel y sus detalles

Otro elemento importantísimo del show, es el abanico de oportunidades únicas que brinda la primera vez. Instancias irrepetibles que, adornadas en el romanticismo del fanatismo y las nociones sociales construidas previamente del artista, permitieron entregar momentos repletos de espontaneidad -aun dentro del libreto de un setlist-. En ese sentido, sólo hay una primera vez que suene una canción en nuestro país, y en esta ocasión, resulta particularmente precioso que un tema importantísimo en la carrera de Ruel como “Face to Face”, haya sido coreada masivamente en este primer contacto.

Además, el australiano se dio la oportunidad de interpretar en piano una colección breve de canciones que entregaron momentos nobles y de vociferaciones armonizadas masivamente al son de “Night Changes” de One Direction, y, temas tan sentidos como la ya clásica “Hard Sometimes”. Por supuesto, era ese nivel de dedicación impregnada principalmente en la entrega -de ambas partes- lo que hizo que temas como “SITTING IN TRAFFIC” o “SET YOURSELF ON FIRE” hicieran estremecer hasta el más impasible de los corazones.

Finalmente, Ruel mostró cada una de sus credenciales en un grand finale que contuvo exitazos como “Painkiller”, “END SCENE” y la infaltable “I DON’T WANNA BE LIKE YOU”. Con esto demostraron el tenor preocupado del artista por hacer sentir presente a cada persona que hacía de esta instancia posible. A cada persona de su staff, a cada asistente -con quienes tuvo el detalle en varias ocasiones de pedir pasos atrás al público para evitar descompensaciones-, o bien, al propio momentum del show, instalando saltando coordinados en el clímax del show.