Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Juan Manuel Hernández
Más vale tarde que nunca. El Club Chocolate albergó lo que sería un retorno persistente tras 16 años que Memphis La Blusera se presentó al otro lado de la cordillera Argentina.
La puntualidad de este espectáculo es de aplaudir. Con una larga fila en la entrada, a eso de las 19:00 las puertas eran abiertas para dar ingreso a la fanaticada de la banda.
Y es que el público de esta banda puede ser un verdadero desafío para cualquier experto de la industria musical. Sin mayores esfuerzos, y con un recinto lleno los trasandinos dejaron conformes a todos con su buen blues latinoamericano.
Desde los aplausos exhaustivos en “No se detiene”, hasta los grupos pequeños pero motivados grupos que bailaban, enmendando o reviviendo los pasos de aquellos años 80´s al buen ritmo del «Blues de las 6 y 30».
A pesar de los 16 años sin tocar los suelos de Chile, el festejo no tuvo invitados especiales. Sólo se presentaron canciones que hacen la unión entre el pasado y el presente del trabajo de Memphis, reflejado no solo en la propia música, sino también, en las imágenes antiguas que se iban ilustrando en las grandes pantallas del escenario del Club Chocolate.
El rock furioso, boogie, blues y esas baladas que han caracterizado al conjunto argentino, con su propio modo de hacer «blues porteño», se logró una verdadera escencia de baile y alegría que cautivó a todos las personas, tanto en cancha como en las “gradas”
Con el show casi finalizando los Memphis volvieron a resaltar sus principales valores musicales: lo simple y sencillo. Es curioso mencionar esto, debido a que el público que asistió a este concierto era complicado de definir ¿juventud? ¿adultez? ¿tercera edad? Había de todo y para todos.
Entre las canciones que más se corearon estuvo “Lo mismo Boogie” y como era de esperar “La Flor Más Bella”. No hubo mucha diferencia en las energías en cada track, la verdad, parecía no existir una favorito o un clásico que prendiera la noche.
Tal y como dijo el cantante de Memphis La Blusera, Martín Luka “dicen por ahí que las cosas se prenden después de la media noche”.
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