Live Review

Lisandro Aristimuño en Chile: Los reveladores latidos de un cantautor

Escrito por Felipe León
Fotos por Sebastián Carrillo

El vivir un concierto creado de manera exclusiva para la ocasión siempre es motivo de alegría. En cierto sentido, son instancias que lo más probable -a no ser que quede gustando el formato-, sucederán solo unas vez, siendo pensadas con un tinte especial que no solo terminan repercutiendo en la memoria del público, sino que también en la del propio artista. Como es el caso de este ‘SET1’, ideado como un encuentro con el espectro más íntimo de Lisandro Aristimuño.

No por nada las jornadas en vivo elaboradas por el argentino, que se han llevado a cabo en distintos lugares como Bolivia, Colombia, Argentina o España, auguraban cierto aura mística en torno al show que Lisandro terminó brindando en el Teatro Nescafé de las Artes, el miércoles 31 de mayo del 2023. Una ocasión especial que le hace sentido al valor de los recuerdos.

El encargado de dar inicio a la jornada fue Nando García, uno de los artistas locales ligados al folk más relevantes del último tiempo, gracias al contenido evocador, enigmático y curador de su música. Un puntapié inicial perfecto que a la vez funciona como una buena vitrina para conocer más su propuesta de cantautor, destacando su reciente EP, Material particulado en suspensión. Muy acorde a ese ideal de siempre ir más allá que el propio Lisandro Aristimuño traduce en su música.

De seguro el público asistente guardará en la memoria muchos de los evocadores momentos de este show, donde los lenguajes del artista, a medio camino entre el folk-pop y otras características exploratorias más ligadas a la electrónica o el indie, se tradujeron en una especie de tú a tú. Sinceros diálogos sonoros desplegados por Lisandro Aristimuño, que en cierta manera mantienen la esencia de cada composición, más no dejan de curiosear en las formas, a la hora de sellar este pacto unipersonal con su fanaticada.

Porque el show estuvo pensado con fuerza para sus fans, sin dejar de cautivar a las personas que lo conocen de forma más casual. Esto se tradujo en el listado de canciones que presentaría en aquella velada, cumpliendo con el cometido previamente anunciado sobre tocar uno o más temas de cada uno de sus discos. Desde ese primer encuentro con el argentino, en el recordado Azules turquesa (2004), pasando por el rítmico Mundo anfibio (2012), hasta el pandémico Criptograma (2020).

Un viaje por la carrera de un artista dispuesto a generar un lazo en cada pieza que interpretaba, evidenciando esas búsquedas artísticas y paisajistas con “Señal 1”, pasando por la iluminación de “Tu corazón”, o incluso el cautivante enigma de “Pozo”. Lisandro Aristimuño generó una impresión a ratos cruda, en otros reveladora, conservando siempre ese afán emotivo, un tanto inspirador, tan característico en su propuesta.

Pero si algo hay que rescatar de este concierto, entre todas las cosas ya mencionadas, es el haber ahondado con un mayor detenimiento en la impronta de autor que dispone en su repertorio. El formato así lo dispuso, pero lejos de arrinconarse en esto, Lisandro aprovechó la ocasión para buscar nuevos pactos a la hora de entender e interpretar su música. Por lo mismo, canciones como “Azúcar del estero” de ese manifiesto doble, Las crónicas del viento (2009), o “Me hice cargo de tu luz” del disco 39°, forman parte de la impresión especial que el artista imprimió en el Teatro Nescafé de las Artes.

Clásicos como “Hojas de camino”, “Canción de amor” y “Tu nombre y el mío” de su etapa temprana, son solo algunos de los instantes musicales que dejó este ‘SET1’ que quedará marcado en la memoria del público local. Un encuentro con lo íntimo, y lo revelador, tal cual lo manifiesta Lisandro Aristimuño en todo lo que hace. Nunca es tarde para conocerlo o volver a encontrarse con él.


Más fotos de Lisandro Aristimuño.

También puede gustarte...