Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por Nicolás Rosales M.
Revisando lo que sería una gira soñada por el sur de Chile. Niños del Cerro + Columpios al Suelo nos presentaron el día de ayer sábado 27 de mayo en La Bodeguita de Nicanor, en Concepción: Un espectacular y retumbante show que convocó a una fiel fanaticada de la escena independiente chilena.
Sin lugar a dudas las presentaciones de Niños del Cerro han ido en aumento tanto en número de shows como en asistencia. El aclamado tercer LP del año pasado “Suave Pendiente” puso la piedra de consagración de una agrupación que venía sumando más y más méritos artísticos a lo largo de los años. No en vano pasaron de su debut increíble con “Nonato Coo” el año 2015, a un salto absoluto con la Neo-psicodelia e Indie Rock con el aclamado “Lance” (2018) quizás su mejor trabajo –y quizás uno de los mejores discos de la historia chilena–. El caso de “Suave Pendiente” fue la consagración de una banda que perfectamente podría entrar en la estirpe histórica de la música chilena, al menos de los últimos 10 años.
Es así como Niños del Cerro ha cultivado una fanaticada aún más fiel en pos de la catarsis musical que conllevan las canciones del “Suave Pendiente”, tanto líricas como interpretativas. La sola idea de llenar la Blondie en marzo de este año fue un hito que marcó la carrera de los floridanos. Y es que la situación de NDC hoy en día es más que fructífera, y así lo vivimos el día de ayer junto con la presencia de un imponente setlist y una acogida sobrenatural por parte de los penquistas.
Por otro lado, Columpios al Suelo forma parte ya de la mitología chilena de la escena más independiente. Una banda que logra su álbum debut el año pasado con “Colores” tras un largo recorrido de presentaciones en vivo y dos EP’s -uno junto a Dolorio & los Tunantes-. La sonoridad que convoca Columpios Al Suelo nos da el ala más destructiva y caótica del rock, una búsqueda de Noise Rock denso y disonante, pero siempre atento a la amalgama de matices que puede lograr una banda. Baterías imponentes y bien logradas, guitarras afiladas y avant-garde que logran una intromisión a un plano astral de sonidos retumbantes.
La agrupación ruidosa abrió el telón de la jornada en La Bodeguita. A eso de las 20:30 horas Juan Desordenado junto con la participación de Chico Eléctrico -Confío en tus Amigos- , Felipe Villarubia y Raúl Guzmán nos sorprenden con una presentación visceral de Noise Rock. La conmemoración del “Colores” fomentó la catarsis en la comunidad indie penquista.
Así , comenzando con “Fin de Primavera” entrando en ese loop guitarrero lleno de efectos y esa voz contemplativa expectante de esa resolución de tensión que va acaparando ruidos y capas a lo largo del tema. Sonando luego “Cepillo Sucio”, un track poderoso que va sumergido del Noise Rock y las sonoridades bien psicodélicas que van interpretadas con una batería sumamente machacadora por parte de Raúl.
La intromisión de Columpios al Suelo a la escena independiente -siendo una banda con una gran trayectoria-, gracias al sólido debut “Colores” es una perfecta consagración de una banda que supo como hacer bien las cosas -de similar forma como lo que pasa con NDC-. La espera nunca es en vano para estas agrupaciones.
Siguiendo con el show, un show memorable por parte de Columpios, las tonadas se volvieron más y más experimentales en son de un aura destructiva por parte del ruido. Canciones como “Hiroshima & Nagasaki” sonaban increíbles en un vaivén de iluminación y caos. Otras como “La Risa Drilarisa” -que intro- formaban ese carácter bien cáustico al igual que la groovera “El Baile de las Máscaras”. La escencia del Noise Rock, portentoso, se manifestaba con creces al ritmo de Columpios y al ferviente clamor del público que se hacía participe de ese ritual avant-garde.
Sin duda Columpios nos entregó un vaivén de experimentación, logrando un potente sonido cáustico y caótico por donde se le mire. La agrupación moldeó a su placer al público expectante. Una sonoridad como ninguna otra en un show de primer nivel.
Ya a eso de las 22:00 horas, la agrupación formada por Simón, Pepe, Felipe, Ignacio y Diego, hace su entrada monumental al son de “Industry Baby”. Concepción los recibía como unos verdaderos rockstar a La Bodeguita, sin más preámbulos la primera tonada en sonar fue “La Pajarería” del Nonato Coo, canción que fue coreada por los fans acérrimos de los Niños. Entre arpegios y sonidos más tenues le siguió “Durmiendo en el Parque” del Cuauhtémoc (EP, 2020) para prender un poco los motores del público.
Así la velada se transformaba en un rito: la fiel fanaticada de los NDC se hacía presente en corear los éxitos más recientes del “Suave Pendiente” con canciones como “Esta Enorme Distancia” -un introspectivo y poderoso track- , “Sulamita” que conlleva los ritmos más andinos al igual que “Tamarugal” que perfecciona esa interpretación solemne de Simón Campusano para explotar en ese coro magnífico. Se le sumaron “Povidona” el primero del disco. La gente esperaba ese “Ojos azules, no llores, no llores… porfa, porfa” .
La jornada tornaba a un giro en el segundo tercio del show al continuar con el tremendo track “Flores, Labios, Dedos” del “Lance” (2018) con la excelsa interpretación de Pepe en batería, así siguió con la misma temática al interpretar “Las Distancias” del mismo LP. Les siguieron esa tríada perfecta del “Suave Pendiente” con “Tentempié”, “Miel” y “Mi Modesta Ceguera Personal” -que fue, a mi punto de vista, uno de los climax más enérgicos y emocionalmente potentes del show-, mientras el público saltaba a más no poder en una especie de “pogo”.
La nostálgica “Sufre” -intro del Lance- comenzaba a tomar fuerza de a poco en una subida constante llena de emotividad. Ya comenzando el último tercio del show le siguieron una intro con “El sol en los Ojos” para agarrar fuerza en la rítmica “Contigo” del Lance, donde el público se vuelve completamente demente al corear “Se oyen tantas voces, oh, yo nunca he ido a Conce”, un clásico ya de la escena penquista. Sonó la mítica canción “Lance”, logrando un sonido lleno de efectos al más puro estilo Animal Collective, que sucumbió el recinto en ese final apocalíptico ante la mirada extasiada de la muchedumbre.
Ya para el final, Simón pedía silencio para interpretar las últimas dos canciones de la jornada: Sísifo sonaba en La Bodeguita, un track potente -Con un sonido bien latino- y que nos entrega un mensaje bien cauteloso acerca de la frustración. La última tonada de la jornada fue “Mamire” que contó con la inesperada presencia del Chico Eléctrico en el coro. La algarabía fue total, e incluso los dos frontman tanto de los NDC como de Confío en tus Amigos hicieron “crowdsurfing” en el público de Conce.
Así finaliza una jornada monumental que convocaba a dos de las principales bandas que forman la escena independiente más contemporánea del país. Dos agrupaciones tremendas que nos dan una cátedra de como hacer bien las cosas. Dos agrupaciones que nos dan fuerza y cimientos para la música de la década del 20. Y es que la espera nunca es en vano para este país.
Bravo!
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