Live Review

La Brígida Orquesta en Teatro UDEC: El peregrinaje al mundo cotidiano e intrépido del jazz rap

Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por Benjamín Neira

 

Consagrando el lanzamiento más reciente, ‘Música para la inmensa minoría’, este sábado 20 de mayo en el teatro UDEC de la ciudad de Concepción, la agrupación santiaguina nos brindó un peregrinaje al mundo más cotidiano e intrépido del jazz rap. Y es que el ensamble orquestal de vientos, el swing de Felipe Salas en batería (Como Asesinar a Felipes), el atrevimiento incansable de Gabo Paillao en piano y sintes, el groove enérgico de Tomas Alud en bajos y la rítmica maldita de Matiah Chinaski, conforman una orquesta sin igual, brillosa y sofisticada, pero nunca ausente de carisma y rebelión. Lo de La Brígida Orquesta es, sin duda, magistral en todo sentido.

Con una gigantesca acogida, repletando todas las plateas del teatro, a eso de las 20:30 horas, la aparición del telonero –que esta vez cambió la iniciativa regular de un concierto estándar a lo que sería un show de stand up comedy– KakoAmedia encendió los motores con una pizca de humor bien pícaro y con ciertos gags de la zona que sacó más de una carcajada en el público jovial. Ya a eso de las 21:20 horas, Kako termina su rutina y da el paso a La Brígida Orquesta.

“11 voces y 22 manos”, La Brígida es recibida con una ovación multitudinaria. De fondo, comienzan los primeros retoques de Big Band con el primer track del álbum “The Frask” en un vaivén audiovisual gracias al juego de luces en cuestión. Una portentosa intro, brillosa y carismática, destacando inmensamente el ensamble de vientos que le entregan toda el alma a la orquestación con esos retoques de temática de película gangster. Un recorrido simple track by track del disco en su primera mitad, así resonando “Qué tan arriba” en una magnífica interpretación lleno de versos certeros por parte de su MC, Matiah Chinaski, quien va jugando con las métricas y líricas cotidianas junto a Gabo y Tomás. La energía transmitida al público se hizo sentir como nunca, el teatro rugía y bailaba al son del jazz rap que estábamos presenciando.

De ahí en adelante sonaron canciones como “El Olvido” y “Mejor, Mucho Mejor” otorgándole un rol protagónico al saxo y las trompetas, mostrando todo el talento de la orquesta que va vociferando una suerte de “Cool Jazz” bien tradicional en conjunto de las sonoridades más “Neo Soul” de las líricas, además hubo un cambio en la formación, resaltando esa versatilidad única de la orquesta . Un punto alto de energía fue “Tue-Tue” donde el sonido más funk hizo retumbar al público penquista en un estallido lleno de carisma por parte de la agrupación.

El primer bloque terminaba con una tríada: “El Espejo”, “Caramelo” y “Brígidamente”, con una grata interpretación de Paillao en los pianos. El segundo bloque invitaba al público a resonar en las zonas más introspectivas del “Antípoda” (2022), presenciando canciones como “Novato”, “Giros”, “Desde Acá” y “Memorial” y las versiones más efectivas del aclamado, y ya clásico, “Corte Elegante” (2018) tales como “Bla Bla Bla” y “Si te Busca”, esta última con una intro espectacular de sonoridad más clásica por parte de Gabo –bajo la luz tenue y con un pequeño inconveniente de sonido– mientras vociferaba “Cuando el sol se inclinaba, lo encontré…” un extracto y referencia de “El Lazo” de Víctor Jara, ocasionando un júbilo en los espectadores.

Parece como si hubiese sido ayer cuando la banda nos deslumbró con su debut “Corte Elegante”, y es que la consagración de una banda sin igual con este último LP, bien “cabezón” pero a su vez entretenido, manifiesta la versatilidad única de la música de LBO. Surfeando por esos lares jazzísticos bien épicos, como de película, contrastando con esas líricas cotidianas, más edificantes y ligadas a la cultura del “Latin Rap” gracias a las métricas de un MC con tanto recorrido como Matiah convierte a La Brígida en un clásico instantáneo del rap chileno de la última década.

Volviendo al show, la transición hacia el tercer bloque contó con una introducción humorística por parte de KakoAmedia, quien nos recitó “un poema” para la ciudad de Conce junto con una musicalización por parte de Gabo. Claramente el resultado fue sumamente cómico y absurdo. Los ánimos de las graderías fueron subiendo, el tercer bloque partía con “No.. No.. Hay… Apuro… Acá” track de su debut que fue coreado por todos. Así pasaban hits como “Balada para un caminante” intermediados por “Ansiedad” del último disco, el UDEC coreaba con éxtasis “Se fumó toda la hierba el brother…” para cerrar la presentación del larga duración con “La Chiripiolca” canción que comparte con Búfalo Dit.

Las palabras de agradecimiento de Chinaski y Paillao con el público fueron sentidas, así nos regalaban los últimos temas del show. Canciones sumergidas del repertorio de Matiah Chinaski como “Canción Vieja Escondida”, track compartido con el productor Brous One y Cidtronyck que cierra el aclamado “Elba Surita” (2013) y “Error y Ensayo” en su versión con Maldito Fen del “Pareidolia” (2017), que también tuvo unas pequeñas referencias a un clásico de la cumbia del Roots of Chicha ,“Ya se ha muerto mi abuelo”, donde el mood cambió a uno bailable por completo.

Los músicos se iban, bajo una ovación particular del público que pedía otra canción para su complacencia. El encore estuvo cargado de nostalgia con un cover de Jeanette, “Porque te vas”, y para cerrar esta magistral presentación de más de dos horas de jazz rap con el tremendo hitazo “Elba Surita” versión LBO del “Corte Elegante”, canción ultra coreada por el público. Así terminaba la jornada, una ovación multitudinaria frente una banda clásica .

Se cierra un peregrinaje al submundo más intrépido y cotidiano del jazz rap. Las vibras de un álbum que consagra aún mas la carrera de estos artistas sumamente prolíficos y talentosos, pero que sin duda, nunca dejan de expresar su rebeldía y su carisma único, entre muchos.


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