La Femme en Chile: Perdidos en la bohemia

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Alejandra Besoain

El lenguaje de lo bohemio es único, sutil, oscuro y mundano. No se toma tiempo para indicaciones directas y explícitas, sino más se configura como una sinergia en donde el aspecto sensorial estimula los sentidos, ya sea desde el propio trance inmiscuido en el momento o bien, con un tono lisérgico que expande dicho espectro. Es de esta idea de la cual se nutre la agrupación francesa La Femme, quienes han atravesado un montón de sonidos e ideas a lo largo de su carrera, la cual inició con el superlativamente atrapante ‘Psycho Tropical Berlin’ (2013), siendo un paso discográfico que desplegó los destellos del french pop, synthpop, indie pop, o, recientemente, neo-psychedelia y pop latino en ‘Teatro Lúcido’ (2022). Este último disco desarrolló aún más el calor y el trance psicotrópico, implicando a su vez la razón de la porqué al fin los franceses debutarían en un show en solitario en nuestro país –recordando así la breve presentación que tuvieron en Primavera Fauna 2016-.

Los encargados de abrir la jornada fueron los uruguayos The Royal Thieves, quienes dieron un vistazo a un espectro opuesto en términos de estructura a lo que obrarían más tarde Marlon, Sacha y compañía, pero con una dosis de psicodelia espacial bastante sublime. En este sentido, trabajando formas e influencias del space rock, la neo-psychedelia y un muestrario sucio proveniente del indie, el grupo optó por una impronta expresiva estrambótica que catapultó el hype por las nubes, y bueno, también el humo en los pulmones para varios.

A las 21:25, las músicas y músicos tomaban sus posiciones alrededor de la hilera de sintetizadores y teclados, iniciando una jornada nocturna en la que la significación de lo bohemio en las piezas presentadas, tomó un papel protagónico –y prácticamente el único–. De ahí que con la instrumental «Fugue italienne» la exaltación se camufló sutil en la entrega individual de cada presente, en una movida que no tuvo interrupciones en un bombazo de éxitos con «Packshot» y «Où va le monde», recorriendo fugazmente las luces y penumbras que bañaban los rostros dominados por los dulces de lo tropical. Con un Marlon Magnée protagonista, la barricada se vio atiborrada ante la cercanía del vocalista.

Con la primera aparición del ‘Paradigmes’ (2021) –el disco que revitalizó la carrera de La Femme–, apareció un buen amigo de los sonidos psicodélicos: el pandero. Con sus percutidos adornos, se matizaron las sensaciones en el que lo bohemio fluía, manipulando un carácter que transitó con exquisitez a la calidez enervante del ‘Teatro Lúcido’. De esta forma, y con un español fluido, Fanny Luzignant e Ysé Grospiron se integraron profundamente en una paleta de colores latina, avivando una faceta bailable que en ese instante del show, dejó de lado la actitud punk que suele tener la agrupación. Con esa marcada dinámica, se sintieron fuerte canciones como «Y tu te vas», «Sacatela» y «Resaca», en el que articulaciones cercanas al reggaetón y un indie pop de colores vivos retrató un lienzo en el que la expresión corporal hablaba por sí misma.

De esta forma, y tras temazos como «Nous étions deux» y «Télégraphe», el show tomó un tono más salvaje y primal con la inyectada «Antitaxi», en un subidón enérgico y progresivo que elevó los niveles de dopamina y adrenalina. En especial en la inédita «Me suive», en el que Yse se tomó la totalidad de la canción para cantar cara a cara con sus fans que se agolpaban para poder cruzar miradas con ella. Retomando la idea de lo bohemio y lisérgico, las luces rara vez dejaban en el claro los rostros de las músicas y músicos franceses en escena. En cambio, la pantalla led de la Blondie invocaba espejismos del mar, volcanes en erupción y visuales desafiantes a la vista que permitían que confluyera la música por sobre todas las cosas. De ahí que la explosión era cada vez más grande, como sucedió con temazos esperados como «Sur la planche 2013» o «It’s Time to Wake Up (2023)» –con Fanny tocando la flauta traversa–, en donde el concepto de locura no es exacto para retratar el cómo la gente se veía poseída por los encantos del show. Pero lo dejaremos ahí para un esfuerzo de retratarlo sin ponernos tan meta.

Con pogos convocados en éxtasis absoluto por Fanny, «Paris 2012» importó la cúspide enérgica de un show que, fuera de toda interacción humana convencional, dejó que el aspecto sensorial importara. Una reacción química que, seguido por «Welcome America», dejaba una postal algo increíble. Y es hasta poético que la Blondie haya sido el recinto encargado de albergar el show de La Femme, siendo la sede de un sinfín de shows en el que la expresión corporal y trascendental a lo común, y que en este caso, sus rústicos muros cuidaron de un show en el que el baile no paró en ningún momento.

Setlist: