Escrito por Felipe León
La segunda mitad de la década de los 70s sin dudas fue una de las más fructíferas e interesantes en el Reino Unido. Numerosas expresiones artísticas comenzaron a desencadenar un suscitado cuestionamiento hacia los moldes preestablecidos hasta ese instante, siendo la música un móvil para generar todo tipo de revueltas que dejarían una marca imborrable en la cultura británica, y por qué no, mundial. Desde el punk y sus bulladas expresiones, pasando por la electrónica y los primeros pasos de lo que conoceríamos como synthpop, o incluso el new wave, con su estilo juguetón y desprejuiciado. Cada uno de estos estilos musicales le tomaron el pulso a los tiempos convulsos que se vivían en ese entonces. Pero algo tenían en común: la música Jamaicana.
Desde Mick Jones de The Clash o Poly Styrene de X-Ray Spex, son numerosos los casos de artistas y músicos que serían influenciados por esta maquinaria de consciencia, espiritualidad, y resistencia llamada reggae, en este tiempo la punta de lanza de la música proveniente de Jamaica. Tanto en la forma de tocar como en la cultura en sí, este tipo de sonidos pasarían a ser una fuerza creativa que llevaría un poco más lejos los experimentos que se hacían por aquel entonces. Así, junto con el ska y el dub, el reggae ofrecería una nueva manera de ver la música. Sin embargo, pocas fueron las bandas dedicadas exclusivamente a expandir sus fronteras con este género, o más bien, solo algunas tuvieron un impacto imborrable que al día de hoy se sigue sosteniendo. Por supuesto, Steel Pulse es el proyecto que mejor ha superado la prueba del tiempo.
Porque sí, la banda británica liderada por David Hinds y Selwyn Brown continúa hasta el día de hoy ofreciendo presentaciones en vivo, sacando música, o recordando viejos clásicos. Pero más allá de eso, el solo hecho de que Steel Pulse haya existido desde el año 1975, logrando sacar a flote una propuesta propia que tomó mucho del roots reggae de aquel entonces (impulsado por nombres como Bob Marley o Pete Tosh, entre varios más), y la producción flotante y profunda del dub, para volcarlo a su propia realidad, es simplemente notable. Tomando en consideración el carismático e importante material musical que nacería a partir de esto.
Más allá del mito, se alzan obras que son patrimonio del reggae como el influyente Handsworth Revolution (1978), el referenciado True Democracy (1982), o el más accesible y laureado ‘Babylon the Bandit‘ (1985), entre muchas otras, las que a su manera lograron solidificar sus ideales, llevando su perspectiva política a terrenos iluminados y pantanosos, sin dejar de conectar con la esencia fluida e hipnótica dispuesta en cada uno de sus temas. Este tipo de lanzamientos ofrecerían un vistazo sobre colonialismo, racismo y opresión sistemática, cortesía de un Reino Unido que atravesaba variadas crisis, sobre todo en materia de trabajo, con un viejo orden proletario que comenzaba a ceder por lo que sería la vorágine conservadora y liberal, dispuesta a acabar con el poder del sindicalismo con políticas de progreso, que como suele ocurrir, terminaron por hundir el sentir colectivo que imperaba en esos años, generar desigualdad, y precariedad.
Bajo este contexto es que Steel Pulse desarrolló una propuesta rebelde, dando sus pasos más importantes como banda en esa auspiciosa primera etapa, y que claro, les ha llevado a continuar manifestando su visión con una música atractiva y poderosa. Con un mensaje que denuncia los abusos e injusticias del sistema, tocando la puerta del mundo para así mostrar las miserias que inundan el mundo. Estuvieron en un momento complejo pero excitante en cuanto a expresiones culturales, y supieron hacer un llamado urgente a luchar, a combatir, pero también a reflexionar, y a buscar la iluminación. En tiempos oscuros, siempre es bueno algo de música, y Steel Pulse es siempre la mejor elección. ¿La banda más importante del reggae en el Reino Unido? Credenciales hay de sobra.
Recuerda que este 2 de mayo Steel Pulse visitará Chile, agendando una fecha imperdible en el Teatro Coliseo, acompañados por el gran Quique Neira. Entradas por Puntoticket.