Live Review

José Madero en Chile: La impasible y sugerente voz del desamor

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Gabriel Rivera

 

La llegada del ‘Giallo Fantastique Tour II‘ de José Madero a Chile marca su tercer paso por nuestro país desde que se abocó a su carrera solista, desprendiéndose de los tiempos dorados que le significó ser la voz de la querida agrupación mexicana Pxndx. Con un legado como tal, no es sino natural que tenga un fandom bastante nutrido y fiel por estos lados, pero la verdad es que el cantante está lejos de dedicarse a vivir persiguiendo la sombra de su banda madre. Muy por el contrario, ya ha cosechado una discografía repleta de hits de un pop rock sensible y vivaz que, es hasta posible argüir una propuesta más sólida y consistente; no obstante, el impacto de la agrupación mexicana es notable en toda Latinoamérica y nuestro país.

Es dicha relación existente entre el músico y sus fans lo que fue el ingrediente exacto para definir el lenguaje interactivo y comunicacional que persistiría durante el show, pues, desde las 21:00 hrs. en que Pepe y sus músicos tomaron escena, la actitud del cantante fue distante, hasta fría se podría decir. En ese sentido, el idioma hablado –o mejor dicho, cantado–, fue el configurado por canciones como «Quita esa cara» y «Chambelán (Nunca Me Fui)» –ambos componentes de ‘Giallo’ (2022) y ‘Psalmos’ (2019) respectivamente–, que ya mostraban el vínculo férreo en el coreo incesante de versos y estribillos, igualando en muchísimas ocasiones la voz del cantautor. De esa forma, ya era posible vislumbrar en los siguientes cortes a un Germán Gallardo desafiando a la performática audiencia a alcanzar decibeles aún más altos, lo que, con efecto inmediato, retumbaba ominosamente en las blancas paredes del Teatro Coliseo.

Directo desde ‘Poetics’, toma presencia «Adheridos Separados», el cual puede ser considerado como una suerte de precuela a la propuesta propia de Madero, y es que, en el formato mucho más bombástico y diverso de la gran cantidad de músicos en escena, poca diferencia se notaba de sí era una canción de su banda o una propia. Un efecto de lo más deseado a la hora de interpretar piezas venideras de otros lados, así como lo confirmaba las sonrisas de oreja a oreja en cada asistente. Pero la propuesta del mexicano bebe de más elementos, y es que tracks como «Padre Nuestro» develaban la íntima relación del músico con el indie folk, que en su interacción con los sonidos estructurales propuestos, planteaba el sitial ideal para que la potente, sentida y hasta descarnada voz de Pepe alcanzara un nivel interpretativo del que era difícil mantenerse impasible –mas no él–. Entonces, tan sólo intenten recrear esta fotografía en sus imaginarios: «el Teatro Coliseo ensombrecido entre luces tenues que se mantenían danzarinas y cambiantes, ante un músico que su sola presencia era capaz de llenar el recinto, sólo que sus músicos elevaban el significado de cada acorde en niveles hasta tangibles». Ese es el nivel de intensidad emocional. Totalmente sobrecogedor, de una gentileza sin filtrar.

Un instante esperado era el arribo de «Plural Siendo Singular», el track más representativo –y popular– del músico, que con melodías embadurnadas de la tradición popular y folclórica mexicana, invitó a una danza de pasitos cortos, en un loop exquisito al son de los acordes posados, en la medida que cada persona que repleta el Coliseo se dejaba abrazar por las bellas texturas de dicha pieza. Definitivamente dicha sinergia era una constante, que definitivamente se pudo apreciar en la balada de piano «No Lo Cambio Por Nada», el indie pop atrapante y sugestivo de «Sin Ampersand», o el doloroso dueto interpretado con Zaira Jabnell en «Codependientes» –interpretado originalmente con Cami–.

En este punto, lo que dice la norma tácita de conciertos es que el promedio ronda entre una hora y media a, excepcionalmente, dos horas. Pero Pepe estaba lejos de terminar su show, y es que, no había tiempo que perder. Totalmente compenetrado en el personaje impasible que expresaba –aunque mostraba atisbos coquetos en interacciones con su audiencia cada vez más recurrentes–, se dedicó a interpretar, sin pausas, temas como «Cantar de gesta», o el set acústico que mostró al público ansioso por expresar su amor por Madero, y es que, nuevamente, era difícil mantenerse impasible ante los encantos esbozados en solitud por «Domingo de Cenizas» y «Mercedes».

Bajando al público en dos ocasiones, abrazando a sus fans instalados a los extremos de la barricada, recibiendo regalos, regalando las flores que componían la escenografía, distintos detalles que representaban el lenguaje enfocado en la interacción humana a un nivel corporal –y visceral–, pues, aún cuando fácilmente llevaba dos horas de show, el músico aún no compartía una sola palabra casual. Y no hacía falta, todo el mundo entendió la misión a la perfección, y es que José no quería dejar nada en deuda. Ni siquiera a sus seguidores de antaño, que se vieron recompensados por con una enriquecida versión de «Los malaventurados no lloran», levantando el mar de voces más estruendoso y entusiasta, conformando uno de los momentos más altos del show, sin lugar a dudas.

De cara al final, la audiencia jamás soltó la fuerza en sus voces que, al unísono, acompañaron a un José Madero totalmente sonriente y expresivo, que tras tracks inmortales como «Sinmigo», se toma unos cuantos minutos para conversar, expresar la gratitud a sus asistentes, y también a su equipo completo que tiene que lidiar con las distintas vicisitudes del oficio de la música en vivo –entre viajes, pocas horas de sueño, etc.–. Así, y tras unas bromas apelando al fanatismo por el futbol, cierra el show a lo grande con «Soy el Diluvio», uno de los grandes temas que componen su último disco, en una declaración firme de que todas sus eras importan. Y se nota, porque la fanaticada no calló jamás en ningún solo verso, y entre lágrimas en las mejillas, frentes sudoradas por el calor sofocante del recinto, y rostros felices, daba fin a uno de los conciertos más ambiciosos y bellos del músico.

Setlist:

  1. Quita esa cara
  2. Chambelán (Nunca Fui)
  3. Noche de Brujas
  4. Final Ruin
  5. ¿A Poco No?
  6. Adheridos Separados (Cover de Pxndx)
  7. Caballeros Británicos
  8. SSDD
  9. Padre Nuestro
  10. Documentales
  11. Teoremas, etc
  12. Plural Siendo Singular
  13. Le Petit Mort
  14. Violencia
  15. No lo Cambio Por Nada
  16. No Como el Filme
  17. Sin Ampersand
  18. Codependientes
  19. Conversación Casual (Cover de Pxndx)
  20. Ojalá
  21. Cantar de Gesta
  22. Invócame
  23. La Herida
  24. Domingo de Cenizas
  25. Mercedes
  26. Noche de Lluvia
  27. Lamentable
  28. Quince Mil Días
  29. MCMLXXX
  30. Los Malaventurados No Lloran (Cover de Pxndx)
  31. Cerraron Chipingue
  32. Sinmigo
  33. Soy el Diluvio

Revisa la galería completa a continuación:

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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