Escrito por Felipe León
Foto por Nicolás Montenegro
Actualmente en lo que vivimos, se le exige un poco al músico ser el producto. Hay situaciones muy extrañas que suceden, en los festivales más grandes la importancia que se le da a las aplicaciones, productos, y marcas asociadas. Pareciera que lo último que importa es la música.
El día libre de Polux, el nuevo larga duración estrenado por Chini.png, ya se encuentra disponible, siendo rápidamente uno de los trabajos más comentados, y venerados en lo que va del año. Tuvimos la fortuna de conversar con la artista un día antes del lanzamiento, quien nos comentó parte del proceso de creación de este álbum, además de entregar su punto de vista sobre el panorama actual, entre otras cosas.
• De partida, quisiera hablar de tu nuevo álbum “El día libre de Polux”, ¿Cómo te sientes por este lanzamiento?. ¿Cómo fue el proceso que llevó a crear este disco?
Estoy muy feliz, muy tranquila también. Siento que hicimos todo el trabajo que se podía hacer al respecto. Sonoramente, visualmente, es un trabajo que tiene larga data. La primera canción que cerramos es “No midas las palabras”, la hicimos hace casi tres años. Y hay canciones como “Yo misma” que tiene más de 14 años. Entonces ha sido bacán poder organizar este collage, con distintos grados de madurez o inteligencia, y aceptar todas esas partes como parte de un todo. Aceptarse también con sus errores. Me gusta mucho eso, disparar para distintos lados.
• Una de las características que saltan a la luz al momento de escuchar los adelantos, o ya el disco en sí, es la cantidad de sonidos diversos que fluyen dentro coherentemente, conformando una especie de collage de sonidos, temáticas y vivencias. ¿Cómo fue plantarse frente a un trabajo así? ¿La diversidad fue lograda de forma pensada o fue saliendo a medida que iban componiendo las canciones de forma natural?
Yo creo que tiene que ver con lo segundo, con que cada canción se vaya desarrollando y llegue hasta donde tenga que llegar. Hay 5 canciones que grabamos como banda, y es ahí donde se nota más lo que estamos tocando en vivo. Esas canciones son “Árboles y pasarelas”, “Laurel”, “Tonto”, “Veneno”, y “Cinta Blanca”. Esas son mucho más rockeras. Y las otras las hice con pistas, algunas las hice en pandemia, sola con el teclado, otras son solo con guitarra acústica y voz, casi a capela. En ese sentido me gusta como que cada tema tire por su lado. También está el trabajo con los productores. Así, unas canciones las trabajé con Martín Pérez Roa, y las otras con Arturo Zegers. Ellos también dándome mucha libertad, proponiendo ideas interesantes y creativas.
• Teniendo en cuenta estos temas que llevan guardados harto tiempo, ¿Sientes tú que este era el momento indicado para soltar estas canciones?
Claro, al final todas estas canciones, las de Technicians y las mías provienen de la misma libreta. La cosa es cómo yo ordenarme y ver qué canciones están llegando a puerto, porque a veces pasa que algunas no cierran por mucho tiempo, como en el caso de “Yo misma”. De hecho subí una versión al Soundcloud una vez, y la grabé con guitarra de palo no más. Y me quedé tranquila por el hecho de haber subido esa maqueta, como que solté esa energía. Pero ahora la revisité, quería ver cómo estaba y que fuera parte del disco, aunque fue parte de los Technicians alguna vez, como que subimos un demo a Soundcloud o algo así, pero era muy distinta.
• Más allá del desarrollo sonoro del disco, existen otros elementos como conversaciones, sonidos de insectos, o walkie-talkies. ¿Cómo llegaste a involucrar este tipo de sonidos? ¿Era algo que tenías en mente este acercamiento menos convencional?
Es algo que tengo muy en mente, de hecho es al revés, lo que yo hago siento que es algo como muy “helado de vainilla” en comparación con las cosas que me gustan. Igual estudié un tiempo, un año de música electroacústica, y descubrí que no era lo mío, por ejemplo me cuesta mucho programar. Pero sí dentro de la música electroacústica descubrí otros artistas. Como que hubo encargos que tenían que ver más con la música concreta, donde igual nos hacían jugar. Borrar el ataque a un sonido, tocar un piano y sacarle el ataque, o invertir sonidos. Si bien yo creo que no estoy muy cerca, aún no me acerco a lo que hice en esas clases, o a lo que viví con mis compañeres, si siento que hay algo de eso, una inquietud que sigue presente. De que sí cuento con las herramientas para decírselo a los productores. Por ejemplo hay unos audios que trabajamos con Merci donde yo canté diciendo las cosas al revés, después lo pusimos derecho, después al revés, y derecho de nuevo. Entonces estuvimos jugando con un delay, viendo hasta donde podíamos alargar esta situación. Claro, como que hay canciones que admiro mucho, como “They Made Frogs Smoke ‘Til They Exploded” de Múm. Y siento que es como una versión moderna muy típica de Karlheinz Stockhausen con voces de niño, donde se les roba el ataque a las voces de estos niños, y Múm hace eso de una manera mucho más pop, muy del amateurismo. Pero me identifica mucho ir probando. Ya en Ctrl+z hay varios sonidos que no tenía como samples, entonces buscaba en YouTube: persona tocando cajita china, a tantos bpm, y lo bajaba o grababa con celular, y esa misma grabación la metía. Porque yo no me hago mucho problema con la calidad del sonido. Más me gustan las textura, y en general otras cosas.
• ¿Te gustaría involucrarte en un proyecto más experimental en el futuro?
Es raro porque claro, depende como uno se sienta en el momento respecto a lo que hace, y eso es algo que cambia. Hay gente que tiene muy claro lo que opina respecto de lo que hace. En mi caso varía mucho por época, a veces siento que lo que hago es muy normal, o como que no tiene un cuento particular. Y a veces al revés, cuando siento que es algo extraño, inescuchable. Pero me gustaría cualquiera de esas dos posiciones, tirarla a lo positivo y no a lo negativo. No puede ser que mis opciones sean, o fome o inescuchable. Me gustaría que sea algo más pop o interesante. Poder cambiar esa narrativa y percepción respecto de lo que hago. Creo que cada vez que hago un disco me siento más cercana a eso, más cómoda. Ahora tuvimos la primera escucha, y aunque es una situación extraña, me logré sentir cómoda y lo pasé bien, y eso es harto decir. Porque hubo un momento en que lloré, tuve mucha frustración, me sentía perdida, o sentía de muy mal gusto lo que estaba haciendo, y ahora me gusta.
• Una cosa que también llama la atención de este álbum, y lo que vienes haciendo en vivo, es el hecho de rodearse de grandes músicos como Juan Desordenado, José Mazurett y Simón Campusano. ¿Cómo nace la idea de rodearte de este super grupo?
Ha sido un placer. También me hace estar más atenta, porque noto la unidad entre las otras piezas, entonces tengo que estar así tocando al palo. Pero es bacan, me da mucha libertad para hacer las cosas como yo quiera, lo aprovecho al máximo. Tampoco es que cuenten con mucho tiempo, porque ambas agrupaciones sacaron discos increíbles hace poco tiempo. Colores, de Columpios al suelo, donde está Juan Desordenado, y Suave Pendiente de Niños del Cerro. Además, para el Lollapalooza estuvo Niña Tormenta haciendo voces, que también va a sacar su disco. Entonces, al trabajar con estas personas, lo que me pasa cuando los veo en vivo, o cuando me sale uno de sus temas, recuerdo los grandes compositores que somos.
Me dan ganas de hacer más discos así. Si bien es bacan hacer discos por pistas e ir añadiendo todas las ideas, también es bacán generar los arreglos desde la sala de ensayo, y para después tocarlos en vivo. En cambio ahora hay muchos temas que no sé ni cómo los vamos a tocar. Es un desafío porque hay miles de cosas pasando.
• En relación a estos discos importantes ya mencionados que han aparecido, así como el tuyo, o los que van a aparecer, y al tiempo que vienen tocando. ¿Sientes tú que ahora se está dando un fenómeno como de sacar el álbum que siempre quisieron y soñaron hacer?
No (risas), en mi caso porque yo no lo soñé así. Lo planeé en muchas cosas, en visualidad, sabía cual era su carátula, pero no sabía cómo iba a sonar. Lo descubrí en el camino y quería que fuera así, dejarme sorprender. Me pasa que tengo otro disco entre manos que me parece es más una apuesta segura, como de rock/pop. Pero este es un disco que quería hacer, al igual que Ctrl+Z, me gusta porque cuando lo escucho lo siento como un error. Lo digo con todo el cariño del mundo, como algo bacán. Como un click que viene a remecer el modo en el que vivo el resto de mi vida. De eso un poco se el título del disco, del día en que unx se libera de esa prudencia, y de salir a la dualidad, a encontrarse con ese alter ego. Cuando uno está en el mundo de los dioses, el otro tiene que estar en el infierno. Se tienen que estar turnando, no pueden estar en el mismo lugar. Me siento muy en esa. Poder estar tocando un día por ejemplo en Lollapalooza, y al día anterior estar llenando excels y haciendo muchas otras cosas. Me identifico mucho con esa dualidad de trabajar mucho en cosas muy fomes, para después poder pasarlo bien y entregarme al descontrol.
• Me llama mucho la atención lo que mencionas, sobre sentirlo como un error, o no buscarlo todo desde un lado muy prolijo. Porque muchas veces las producciones se pueden ir muy a la segura, por ende termina sonando todo parecido. Siento que es necesario buscar o entregarse a esa vulnerabilidad, a tomar otros riesgos, probar cosas.
A veces tiro acordes que no van, y en vez de borrarlo, adiciono otro y otro. O subrayo con otros instrumentos, es super reiterativo todo, y a veces se puede hacer monótono. Pero es la manera que yo he encontrado para trabajar. Escucho un pequeño armónico que me dice algo, tiro toda la carne a la parrilla a ese lugar, no sabría como solucionarlo de otra manera. Buscando la nota no va a suceder. No tengo mucha capacidad. Más bien subrayar lo que percibo en cada espacio musical, y casarme con eso, y vamos con todo.
Pienso mucho cuando digo esto en una canción que se llama «Punto de vista», casi al final habíamos invitado a la Alfonsina García, una chelista que tocó en tres de los temas. Había un pequeño ruidito que quería poner, y que hice a través de un teclado, e hice que el cello también lo marcara. Entonces una pausa que era una pausa rítmica de guitarra, después tuvo su contraparte con la batería, y después el cello marcando. Y al final se creó algo que yo no podría haber pensado, si no fuera por la observación y el paso del tiempo. Tuvieron que pasar muchos años para que la canción pasase de una cosa a otra.
• ¿Tienes pensado hacer más cosas con el disco, como conciertos, tocar en otros lados, o quieres ir viendo de a poco?
Quiero ir viendo. Se habían abierto en un momento varias posibilidades de viajar, pero también hay cosas que me ilusionan mucho, como hacer un videoclip en 16 mm. Ese tipo de cosas sigue siendo parte de mi prioridad porque de alguna manera me activan algo que hace conectarme con el quehacer musical. Y seguirme enamorando de hacer música, porque igual me cuesta. No me es fácil como hacer videos.
• Claro, disfrutar el proceso creativo más allá de las expectativas que unx pueda tener, o cuánta gente lo va a ver. Hacer el video no más.
Exacto, esas cosas me motivan. Hace poco hablé con Javiera Parra y está interesada en que colaboremos. Son cosas que yo no podría haber pensado en su momento. Ahora viene ese proceso de mostrar el disco, y yo ya llevo 3 años con este disco. Entonces me pasa ese desfase. Estoy feliz de mostrarlo, pero también quiero hacer más música. Pero nada, tener paciencia, seguir viviendo cada etapa, y tratando de representar lo mejor posible esta etapa. Este nombre lo escribí cuando trabajaba en una oficina, en una pega donde era muy infeliz. Muy miserable. Me costaba mucho estar a la altura de lo que se exigía de mí. Me cuesta seguir instrucciones. Me encerraba en el baño y grababa notas de voz, escribía poemas, escapaba un poco de la realidad. En esos momentos, tarareando, salían ciertas cosas, o escribí esta idea de El día libre de Polux. Ya tenía la carátula de un pintor muy querido, amigo de Diego Lorenzini, que se llama Rafael Yaluff. Y él me cedió la carátula hace muchos años. Hace mucho tiempo que tengo esta idea de disco, antes que existiera.
• ¿Ves algunas mejoras en cuanto a oportunidades, infraestructura, acceso, desde que empezaste a hacer música en estos tiempos actuales?
Sí y no. Primero hubo una democratización del acceso a la cultura. Se abrió la posibilidad de que algo democratizar lo que era antes exclusivamente de canales de comunicación como la televisión y la radio. Cada uno pudo crear su propio canal de YouTube, por ejemplo. Después hubo un intermedio que fue como una sobrecarga de contenido, mucha gente en pandemia decidió que podía hacer su música. Entonces hubo una explotación, una sobre demanda y sobreoferta de contenido. Con las personas muy sobrepasadas emocionalmente. Lo que pasó con el rechazo, como esa sensación de «por qué seguimos lanzando música». Actualmente en lo que vivimos, se le exige un poco al músico ser el producto. Hay situaciones muy extrañas que suceden, en los festivales más grandes la importancia que se le da a las aplicaciones, productos, y marcas asociadas. Pareciera que lo último que importa es la música. Y aquellos que realmente la aman, quedan anulados, en una esquina hablando de música. Se les debería dar tribuna o una plataforma para hablar de música. Pasa de todo, en realidad.
Por un lado está bacán que sea más fácil producir música, en un sentido han bajado el costo de interfaces, que es más barata ahora que hace años atrás. Es como lo que pasó al principio del video arte, cuando aparecieron las primeras cámaras portátiles, la gente pudo empezar a grabar su marginalidad, y denunciar a través del arte, la realidad que no se mostraba en la tele. El problema es que ahora ya no se denuncia tanta realidad. Es como mostrar tu mejor lado, las vacaciones, etc.
• Ya para terminar, quisiera consultarte por algunas bandas y/o artistas que sean de Chile que estés escuchando. ¿Hay cosas que te interesan?
Sí, varias cosas. He escuchado harto a Yaney, que también es conocida por su paso en El cómodo silencio de los que hablan poco, pero este es su proyecto solista. Y Nadrxn, una persona no-binarie proveniente del sur, que su show, con o sin banda, es increíble. La cantidad de energía, la disposición, las letras. Realmente no sé si Chile esté preparado para lo que hace Nadrxn. Increíble. Laurela igual, que es de mi Sello Uva Robot. Bueno, todas mis compañeras en el sello, son muchas, Niña Tormenta, está Alfilera.
Chini.png + Columpios al Suelo: 21 de abril, 22 horas, Matucana 100.