Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por Nicolás Rosales M.
Celebrando un legado de casi 26 años, el paso del tiempo y la relación tremenda que ha tenido el cantautor con Chile fueron los tópicos que se repitieron en el concierto íntimo que nos brindó el cantautor madrileño en una tarde fría de otoño dominical en la ciudad de Concepción.
Y es que recordando cómo si fuese ayer la venida del músico a sus dos conciertos benéficos como ayuda al trágico terremoto del 2010 en la zona, esta vez se repitió el plato en una situación sumamente diferente, y es que el lazo íntimo que tiene Ismael Serrano con Concepción es tan único y cautivante como su cancionero en “Guitarra y Voz”, concierto que recorre la figura del cantautor en casi todo su repertorio musical.
Con la gran compañía de Vicente Navarro, coterráneo de Ismael que abrió su concierto mientras aún se llenaba el Teatro de la Universidad de Concepción, embelleciendo una gran combinación de folk y nueva canción, la figura de Serrano apareció cerca de las 20:00 horas –bien puntual– ante un telón que se abría y luces que se apagaban, mientras la tremenda ovación del público penquista llenaba el recinto.
Sereno y paciente, y bajo una luz tenue que ilumina al cantautor armado con su guitarra y un micrófono de oído, el español acaricia los primeros arpegios de “Que andarás haciendo”, infundiendo en un aura íntima a la audiencia que fue capaz de ignorar los pequeños problemas de sonido de dicho instante. Así, Serrano sigue con el tema “Porque fuimos” –pieza de su disco más reciente Seremos (2021) y que interpreta con Clara Alvarado–, que en esta oportunidad interpretó en solitud ante un público atento.
Sin duda se vio a un Ismael sumamente cálido con los asistentes, donde aprovechó muchas de las instancias entre canciones para recitar una que otra historia o anécdota, compartidas con suma sencillez. Y es que incluso llegó a bromear en sus canciones de desamor, sacando risas entre los acudidos.
El impacto que generaron las letras de sus canciones se notó en la multitud, la cual coreó canciones como “Soltar” y “Recuerdo”. Era posible vislumbrar un panorama gratificante en la plana del Teatro de la Universidad de Concepción, que cantaba al unísono “Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro”, imagen que se repetía en las piezas de amor y desamor que llenaron de esa tristeza cálida por la nostalgia de un tiempo antiguo; un grato momento. Acto seguido, “Pequeña criatura” de su disco “La memoria de los peces” (1998) fue otra canción que enterneció al teatro, y más aún con el mensaje tras sus versos que nos relató brevemente el cantautor previo a su interpretación.
También hubo espacio para covers como la versión trova de “Burbujas de Amor” de Juan Luis Guerra o el imperecedero Sabina con “Peces de Ciudad”, un homenaje significativo para Ismael.
Durante el transcurso de la tarde y el concierto, hubieron unos peaks tremendos como el tema que relaciona al madrileño con nuestro país, “Vine del Norte”, donde cuenta la historia de una noche de amor en Santiago, instancia en la que el verso “y en la calle como siempre jodiendo andaban los pacos. Tú les gritaste «¡Asesinos!», y los dos echamos a correr” se escuchó con vehemencia en el teatro, aludiendo a la memoria de un país negro. La llegada que tuvo Ismael con el público, siempre cálida y dándonos esos consejos sutiles y con una pizca de humor, fue grata para la audiencia que pedía aún más canciones por tocar. Sonaron arpegiados temas como “Cállate y Baila” o la tremenda “Caperucita” de su primer disco, que sumió al público en un aura entrañable. También dio paso a cantar canciones de sus últimos trabajos como “Ven” del “Hoy es siempre” (2017) y “Y mientras tanto” de su último disco.
Frente a frente, Ismael y el público se tornaban con gran dinamismo, íntimo y seguro, un concierto que llegó a durar más de dos horas. Alargado por las pausas entre canciones, el propio contar de las historias y anécdotas que nos brindaban un momento único y cálido, lleno de tristeza y nostalgia, que el propio cantautor nos dijo que lo disfrutásemos, porque siempre es bueno recordar una tristeza compartida en una tarde de otoño.
Ya al último vaivén de canciones en la parte final del show, los arpegios sonaron con fuerza en temas como “No estarás sola” y “Ana” donde incluso el propio músico tuvo una breve intervención con una fan del público. Ad portas de que el telón cerrase, se sentía el pesado pasar del tiempo ante un Ismael sumido en una aura sobrecogedora, quien nos brindó uno de los momentos más mágicos de la velada de la mano de «Papá cuéntame otra vez», pieza dedicada a su padre que cuenta sobre las generaciones anteriores, y que se posó ante una ovación y coros increíbles, reflejos de la euforia controlada entre la audiencia.
La sonata de arpegios y la voz característica lleno de matices y vibratos que se alimenta de las influencias de los grandes de la nueva canción como Silvio, Serrat y Sabina, el homenaje es imperecedero y la audiencia así lo hizo sentir, llena de emociones en una ovación sublime.
Así terminaba el concierto de Ismael Serrano: él se va y la gente aplaude y recita el típico cántico “Otra, otra, otra…”, y es que no se podía ir sin cantar una vez más, la cual fue una canción propia de nuestra idiosincrasia, “Te recuerdo Amanda” de Victor Jara, homenaje que dejó a todo el teatro con la piel de gallina. Así, con un último esfuerzo, el español se despidió del público y agradeció el tremendo recibimiento con un temazo, «Últimamente», canción coreada por cada una de las voces presentes para despedir al gran Ismael, dejando la impresión de que fue un concierto realmente único.
Setlist:
- Que andarás haciendo
- Porque Fuimos
- Soltar
- Ahora que te encuentro
- Pequeña criatura
- Recuerdo
- Burbujas de amor (cover de Juan Luis Guerra 4.40)
- Vine del norte
- Cállate y Baila
- Y mientras tanto
- Caperucita
- Sin ti a mi lado
- Ven
- Peces de ciudad (cover de Joaquín Sabina)
- No estarás sola
- Ana
- Papá cuéntame otra vez
- Te recuerdo Amanda (cover de Victor Jara)
- Últimamente
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