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Pierce The Veil y «Collide With The Sky»: La marca generacional tras el opus de la banda

Por Juan Pablo Ossandón

 

Los primeros años de los ’10 fueron cruciales para Pierce The Veil, y es que el impacto que tuvo su segundo álbum ‘Selfish Machines‘, se hizo notar rápidamente expandiendo exponencialmente la popularidad de la agrupación. De esa forma, tomaba sustancia todo el trabajo previo a dicha década que hizo la banda, que, al ser uno de los muchísimos nombres que se hicieron un espacio en el mítico Vans Warped Tour, marcaron la estética y dirección de su carrera. Además, es seguro mencionar que, como mínimo, hay dos –a tres– variables que explican el surgimiento meteórico de la agrupación: i.) El impacto que tuvo My Chemical Romance en la escena, quienes tuvieron una propuesta única que terminó de modelar el emo pop de la época. Uno de un carácter versátil que mostró diversos elementos del post-hardcore y el screamo, un dramatismo interpretativo como ningún otro y una estética e identidad marcadas sin tapujos; ii.) el auge del metalcore melódico –aunque en dichos años tan sólo se le denominaba metalcore a secas–; y, iii.) la comunión entre el espíritu pop punk y el metalcore, que se entremezclaba de forma tangencial –e inevitable– que se visualizó en la camada de bandas y nombres que, en su gran mayoría, pasaron por el Vans Warped Tour anteriormente mencionado.

Fue con «Collide With The Sky» que Pierce The Veil encontró el punto de convergencia exacto entre distintos factores –ya mencionados– u otros elementos que, como veremos ahora, tomaron un sitio bastante peculiar en lo musical. Es decir, este álbum muestra un progreso lógico para dichos años que yace en la búsqueda de distintos horizontes, y si bien, este es un trabajo de post-hardcore, la verdad es que dicha etiqueta sería bastante inexacta para describir este disco como un todo –o de lo contrario, lo estaríamos equiparando con lo que han obrado bandas como At the Drive-In, y evidentemente hay años luz de diferencia–.

Retomemos. Por un lado, tenemos el espíritu del pop punk que abogaba por una sencillez en las melodías, con tal de recrear un appeal más atractivo y accesible; también tenemos la fuerte presencia del metalcore –melódico, que en dichos años su faceta popera estaba de lo más establecida gracias a lo hecho por nombres como Bring Me the HorizonAsking Alexandria, o una banda con un status más clásico en dicha época como Killswitch Engage; y, el dramatismo interpretativo y el abrazo de la identidad –heredado de MCR– que explican lo emo. Al desmenuzarlo de esta manera toma sentido, ¿cierto?

Tomando lo detallado anteriormente, las búsquedas que realizaron Vic Fuentes y compañía tomarían un rumbo algo increíble. Y es que decidieron extremar recursos, con vocales bastante agudas, plot twists rítmicos y una accesibilidad bastante histriónica. Dicho de otra forma, existe una abundancia y versatilidad musical tan grande como su accesibilidad. Un maximalismo algo inaudito visible en hits como «A Match Into Water», «Hell Above», «The First Punch» o, por supuesto, la tremenda «King For a Day», llegando incluso a entablar ciertos parámetros de lo que actualmente se conoce como easycore.

Pero las maravillas de este álbum no sólo responden a su carácter ecléctico y atractivo, sino también a la representación identitaria que proliferaban sus líricas. Que algo como el emo –en términos generales y conceptuales, no en cuanto al género musical– tenga tanta cabida dentro de la juventud responde a que da cabida a la expresión emocional en toda su expresión. Sin barreras ni intelectualizaciones que le bajen el tono a los pensamientos melancólicos, oscuros y depresivos que afectaban a toda una generación.

Pero, en este disco, Pierce The Veil propone un quiebre de ello. Algo más esperanzador que se alejaba de lo dicho por sus pares, pero que al mismo tiempo asume los conflictos propios del caos emocional que puede rodear a cada quien. Algo más contestatario, rebelde incluso, si así se le quiere decir. Y es algo que justo calzó con un cambio generacional que tenía que poner una postura algo más firme ante las vicisitudes de la vida moderna, tras una crisis económica que azotó al mundo, las redes sociales que se involucraban más y más en las vidas de las personas, entre distintos elementos que elevaban la incertidumbre ante el futuro, y aumentaban las aflicciones personales, razón por la que el mensaje tras «Collide With The Sky» tuvo un gran recibimiento entre miles y miles.

No cabe duda que este, el segundo álbum de Pierce The Veil, les consolidó como una de las bandas más representativas del post-hardcore más emo y popero de los 10’s, y que fueron un gran soporte emocional para cientos. Es justamente ese detalle humano el que importa, y ellos rebosaban en ello.


Pierce The Veil se presenta el viernes 7 de abril en Teatro Teletón

Entradas por Eventrid

Produce Atenea

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