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El camino a «Kase.O Jazz Magnetism»

Por Nicolás Merino

 

A día de hoy, tanto Kase.O como su público pueden mirar hacia atrás y encontrarse con una carrera particularmente ecléctica y satisfactoria. Aún cuando muchas veces la mirada cortoplacista puede hacerse demasiado presente, pensando El Círculo (2016) como una legitimación de la aspiración maximalista del ex-Violadores Del Verso, como si aquel último disco funcionara de contrapropuesta estilística y filosófica a la de su antigua banda que le dio tanto reconocimiento. Pero la verdad es que el desapego del Hardcore Rap en la búsqueda de una obra magna, épica y cerebral existe desde ese proyecto alterno del 2011: Kase.O Jazz Magnetism.

Aún cuando Violadores no se presentaba como un proyecto de prosa superficial o simplista, la estética general si iba acompañada de un apego urbano muy juvenil, agresivo y bombástico. Y dentro de todo, es coherente con la propuesta general de la banda. Finalmente, fue el compromiso con esta filosofía la que les permitió diseñar esos tres discos, hoy convertidos en clásicos. Incluso, la carrera solista de Kase.O previa a Los Violadores es prueba de que pretendía tomarse el género en serio desde un principio. Y de hecho, difícilmente podríamos referirnos a esos discos como un desperdicio (discos que, por lo demás, hoy incluso se discute si no califican más como demos). En su punto de madurez más alto de esa etapa; Dos Rombos (1995), dejó un disco particularmente interesante y cuyo sonido ha envejecido bastante bien (sin contar el siempre citado dato de que el músico tenía entre trece y catorce años a la hora de editar esas producciones).

Ya pasando todo lo que compone su etapa como artista de Hardcore Rap, tendrían que transcurrir cinco años desde el último disco de Los Violadores (Vivir Para Contarlo, 2006) para que Kase.O se volviera a ubicar en el mapa con una producción nueva. Y se trataba de un nuevo proyecto de banda (en estricto rigor, este es el primer y único disco de la banda “Kase.O Jazz Magnetism”) con la mirada en el Jazz Rap más épico y denso, en la filosofía de proyectos como Como Asesinar a Felipes (no en la esfera de la ejecución como si en la de búsqueda). Y había pasado suficiente tiempo para que Kase.O pudiese madurar su prosa y volver a revisar sus intenciones.

El disco trabaja desde la base jazzera para alcanzar algunos esquemas que también le interesan; dígase Hip Hop Abstracto o ese cruce entre Funk y Disco que se hace tan presente en la sección rítmica, e incluso algunas aproximaciones algo rockeras (que no dejan de ser gran terreno para volver a su estilo más directo de antaño). A la vez que el artista logra imprimir un desnudo nivel de crudeza para sus letras; mucho de lo que canta incluye ciertas justificaciones y perspectivas sobre su figura, al mismo tiempo que se da el espacio para abordar un espectro de temas más amplio y específico. Y nunca exento de la acidez insigne de su ávida autodefensa; “no se criticar sin insultar también”.

Hoy, Kase.O Jazz Magnetism reside en la historia como un disco importante de considerar para entender el panorama de ese espectro más maximalista y lanzado del Jazz-Rap, que tiene su remate con El Círculo, si, pero no lo exime de haberse antepuesto a esa tendencia tan fructífera y que tanto pegó en el Hip-Hop en español de la última década.


Kase.O Jazz Magnetism estará presentándose este jueves 23 de marzo en Teatro Caupolicán

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