Escrito por Felipe León
Fotos por Martín Obreque
Hablar de Deafheaven es hablar de una de las bandas más innovadoras que nos ha entregado la música en el último tiempo. Y no solo me refiero a su invaluable aporte al mundo del metal, porque reducir el legado de la banda a tan solo un paradigma musical, es un poco injusto, puesto que sus aportes, desde su temprano Roads to Judah (2011) hasta el reciente Infinite Granite (2022), de manera constante los han llevado a buscar más allá.
Por lo mismo, no es de extrañarse que el pasado jueves 8 de marzo en Club Blondie, la banda congregara una variopinta diversidad de asistentes que iban desde todas las edades a todos los estilos. Como un espejo del afán que tiene la banda, a la hora de revertir ciertos clichés propios de la cultura metalera, aunque no me confundan, ya que lo de ayer fue un show pesado e intenso; pero también emotivo.
Bajo esta tónica hace su aparición la banda de la Región de Valparaíso Loud, últimos en sumarse a esta jornada que abrió los fuegos de gran manera a eso de las 19:15 horas, con un set destructivo y melódico. El equilibrio que existe entre estos aspectos recién mencionados, les permitió jugar de manera dinámica entre canciones, dando cuenta de un sonido claro y limpio que sobresale por sus composiciones, pero además por lo bien que sonaron en directo.
Tremendo acierto por parte de la producción sumar este acto de apertura, al igual que con Sectarian, los que arribaron al escenario pasadas las 20 horas. A diferencia de sus antecesores, la banda inundó el lugar con una propuesta bastante más caótica, haciendo gala del excelente tacto que poseen a la hora de entregar cortes anclados tanto en el groove como en el metalcore. Una poderosa presentación , ideal para quedar con el cuello adolorido después de tanto cabecear.
Si bien ambas propuestas destacan por su creatividad, también lo hacen en vivo, con una performance que no tiene nada que envidiarles a nombres internacionales, lo que habla de la profesionalización que han tenido muchas bandas locales relacionadas al mundo del metal.
Entre el acalorado ambiente que se vivía en Club Blondie, y la ansiedad por verlos en directo, aparece Deafheaven en escena, yendo al grano con una de sus piezas más demoledoras como «Black Brick». Abrazando derechamente el black metal, el grupo comenzaba a tomar lugar sobre el escenario, siendo su vocalista George Clarke un carismático anfitrión que desde el minuto 1 hizo de la locura, parte de la tónica que se mantendría hasta el final.
Con algunos problemas en el micrófono principal (que a ratos no se escuchaba), comienza a sonar de fondo “Irresistible”, previo a que Deafheaven despertara una de sus bestias más queridas por la fanaticada, la que precisamente da nombre al disco que los vió alzarse hace 10 años atrás como uno de los proyectos más notables del blackgaze. Porque sonó «Sunbather», y el público inmediatamente se hizo parte de este especial momento, generando un viaje repleto de gritos e expansivas instrumentales que resultaron emocionantes.
Pero Deafheaven no solo venía por tercera vez a Chile a repasar sus clásicos. Había un motivo sobre la mesa llamado Infinite Granite listo para ser revisitado, con temas como «Shellstar» e «In Blur» que hacen eco de la visión pulcra, etérea y exploratoria que impulsa la banda en este último trabajo. Cabe recalcar lo bien recibidas que fueron estas canciones, con el público a ratos cantando, cabeceando, o simplemente observando la belleza sonora que emanaba del quinteto.
A estas alturas, Deafheaven ya se había echado al público al bolsillo, pero aún restaban muchas otras sorpresas por entregar como «Great Mass of Color», emblemático corte que continuó con la revisión de su reciente disco. A esta le siguió otro gran momentazo para el recuerdo, con «Canary Yellow» retomando el pulso más directo aunque matizado con ciertas lecturas emocionales que le aportan mayor sustancia al resultado final. Uno de los hitos del álbum Ordinary Corruption Human Love (2018), que de cierta manera resume la identidad sonora que ha mantenido la banda en constante evolución.
«Mombasa» sería la encargada de dar un primer cierre a esta jornada, creando un momento de alto impacto previo a abandonar el escenario, que terminaría por sellar la relación entre la banda y su fanaticada. Un instante de emociones compartidas; un respiro tras la oleada de ruido e intensidad brindada.
Muchas cosas podemos rescatar de esta vibrante visita de Deafheaven. Se les ve bastante seguros y compenetrados como banda, con un vocalista que se roba la escena en todo momento, gracias a sus gestos faciales, y movimientos que lo llevan a la locura como al baile. A dejarse llevar.
Precisamente el regreso a escena para el encore contó con los condimentos necesarios para sumergirse en la escucha, sellando la velada con una postal sonora para atesorar por el resto de la vida. «Brought to the Water», perteneciente al New Bermuda (2015), encendió nuevamente los ánimos, y el épico cierre con «Dream House» desató la algarabía de un público, a esas alturas molido, cansado, transpirado, pero con la adrenalina a mil. La guinda de la torta para uno de los mejores conciertos en lo que va del año. Porque después de esta impactante presentación Deafheaven, la marraqueta está más crujiente que nunca.
Lista de canciones
- Black Brick
- Sunbather
- Shellstar
- In Blur
- Great Mass of Color
- Canary Yellow
- Mombasa
- Brought to the Water
- Dreamhouse
Revisa la galería de Deafheaven a continuación:
Revisa la galería de Sectarian a continuación: