Lauren Jauregui en Chile: Al calor del fanatismo efervescente

El día de ayer finalmente aconteció en Basel Venue el regreso de Lauren Jauregui a nuestro país, tras cinco años desde su debut como solista el 12 de junio 2018 como artista invitada al show de Halsey en Teatro Caupolicán. Y claro, ahora el contexto era distinto. Con «PRELUDE» (2021) bajo el brazo, distintas colaboraciones con artistas, y una reprogramación de su regreso –pactado originalmente para el año pasado–, nadie presagiaba lo que sucedería la noche del 5 de marzo, ni siquiera la misma artista.

El show se encontraba programado originalmente para las 21:00 hrs, pero hubo un atraso de 10 minutos puesto que la producción pidió en reiteradas ocasiones que el público tomase un paso atrás, para velar por la seguridad de lxs asistentes ya que se estaban agolpando fuertemente –con tal de llegar lo más cerca posible a la reja– y ya habían personas mostrando síntomas de deshidratación y desmayos. Después de todo, el local era bastante caluroso en sí, entonces había que tomar las medidas necesarias.

A las 21:10, el recinto se fue a negro, presagiando –finalmente– el comienzo del show. Y vaya que se hizo notar, pues la efervescencia de cada quien ante la presencia de Lauren Jauregui se hizo notar con gritos y ovaciones que hicieron subir los decibeles escandalosamente, lo que no es más que una muestra del culto que tiene la otrora miembro de Fifth Harmony por estos lugares. De esa forma, «Lento» siguió dicho momentum con cada verso cantado –o más bien gritado– como si la vida de cada joven dependiese de qué tan fuerte gritase, al punto mismo de igualar lo que sucedía en escenario. Era cosa de ver el rostro de Lauren, se lo estaba pasando bien.

Acto seguido, comienza a interpretar aquella colaboración que realizó con Femme It Forward, «While I’m Alive», desató la locura total, contrastando con la mesura de lo que sucedería después. Sí, una de las favoritas indiscutidas hace presencia «50ft.», mostrando así los colores más R&B de la cantante, tomando un momento más pausado a nivel musical pero de una intensidad interpretativa totalmente inmaculada. La voz hipnótica, elegante y texturizada de Lauren Jauregui no es broma alguna. Sin embargo, al final de la canción, la artista dijo en tono seco back up, con la intención de que lxs asistentes tomaran un paso detrás. Ya era posible ver gente desmayada y con dificultades de respirar.

Durante la notable interpretación de «On Guard», era posible ver a guardias y productores haciendo todo tipo de esfuerzos con tal de resguardar la seguridad del público. Distintas personas pedían ayuda por descompensaciones, pero la audiencia seguía empujando totalmente poseída por el fanatismo. Llegó al punto de que Lauren paró el show, y pidió reiteradas con un español fluido –por su ascendencia cubana– que tomaran un paso detrás, que no se iba a ir, pero que necesitaba que las personas cuidaran de sí porque las personas que estaban en las primeras filas tenían evidentes dificultades para respirar. No bastó con eso, y tuvo que salir del escenario para que productores y guardias se hicieran cargo de la situación, distribuyendo agua, dando instrucciones, etc., en lo que terminó siendo un proceso de unos 20 minutos aproximadamente. Afortunadamente, el público finalmente entendió y la situación no volvió a repetirse.

Una vez que se reanudó el show, Jauregui interpretó un tema inédito: «Trust Issues», el cual evidenció el fanatismo mayoritario puesto que se sabían las letras. Todo para seguir con una corrida totalmente fenomenal e intensa con las canciones de «PRELUDE». Así, la artista mostró sus fortalezas con el r&b en sus cortes alternativos y contemporáneos, dando una sentida interpretación de «Sorry», acto que provocó diversas lágrimas entre el público. Además, el acto colectivo y el cariño posado en los distintos fan action realizados, con un mar de luces de distintos colores que pincelaban la imagen que la tenía en frente, entregando cierto misticismo a dicho momento.

Esas mismas atmósferas seguirían con «Scattered», aquel track que tiene el feature de Vic Mensa, y en el que el lenguaje de la danza realizada entre Lauren y sus bailarinas se robaron la película. El verso «i don’t feel like myself» entre beats sutiles y jazzeros realmente pegaba. Tras «Falling», llega un momento realmente único, y es que «Always Love» configuró el instante más emotivo de la velada, y que gozó de una exigencia emocional notoria totalmente atrapante. La instrumentación sencilla y la sentida voz de Jauregui ante cientos que coreaban cada frase, hicieron de esos algo más de 3 minutos totalmente sobrecogedores.

Ya acercándose el final del show, el perreo se apoderó del ambiente con esa colaboración con Tainy y C. Tangana, «NADA». Es que lo de la artista es sumamente versátil, ya que el ir y venir entre el fuego de la fiesta del reggaetón y el pop latino, y la calma intensa del r&b recreaban los matices necesarios para regalar todo tipo de recuerdos e instantes. Sino, es cosa de ver lo que sucedió con una de las más esperadas de la noche: «Expectations», el sencillo que lo empezó todo y que levantó el coro de voces más estruendoso de todos, con una Lauren Jauregui en plena solitud sobre una silla, encarnando la sensualidad recurrente en su propuesta. Para cerrar el show, «Piña» fue la escogida, aquel tema de Snow Tha Product en el que Jauregui fue invitada, dejando la fiesta en lo más alto. A más no poder.

Este show es una muestra de lo que ha sucedido en muchísimos shows. Existe un fenómeno curioso, en el que el fanatismo por ciertos artistas toma un tono bastante intenso, como ha sido posible ver en otros conciertos en nuestro país y alrededor del globo. Quizás sea seguro postular que es una suerte de efecto de la pandemia, y estas ansias de sentir y conectar de lo más cerca posible con aquello que nos hace felices, muchas veces llegue a no tener filtro. Claro, no es como que los desmayos y las avalanchas no sean fenómenos previos pues sí han pasado en numerosas ocasiones, lo mismo para el fanatismo. Pero está siendo una constante aún más recurrente en estos tiempos.

Es difícil ver cómo seguirá avanzando ello, pues existen cambios generacionales, además de que adolescentes y jóvenes adultos fueron privados de, al menos, dos años de sus vidas. Y los mayores, tienen aún más edad por lo que su energía decreció evidentemente. Existe un contraste que es interesante de ver cómo evoluciona, pero por el momento, hay que tomar conciencia sobre la importancia de la seguridad en conciertos y tomar medidas.

Que el fanatismo jamás se pierda. Así como quedó en evidencia en el show de ayer, uno que formará parte permanente de la galería de recuerdos de cientos que repletaron el recinto. Un show grandioso.

Setlist: