Live Review

Swallow the Sun en Chile: Romanticismo sombrío

Escrito por Felipe León
Fotos por Martín Obreque

Un solo comentario hecho por la vocalista de Mourning Sun, define el sentir general que se apoderó la tarde noche del jueves 23 de febrero en el Club Chocolate, cuando de manera expresa agradece a Spider Prod por gestionar la visita Swallow The Sun a Chile, y seleccionarles para abrir el concierto. Un esperado primer encuentro entre los fineses y su fanaticada por estas tierras, que en propias palabras de la cantante “es un sueño hecho realidad”. De seguro, no fue la única persona en dicho recinto que experimentó dicha sensación.

Porque Swallow the Sun es una banda especial, y el ambiente daba cuenta de aquello, con un aura que supo capturar a la perfección el acto de apertura que fueron los ya mencionados Mourning Sun, banda relacionada al mundo del doom metal seleccionada con pinzas para la ocasión. Con un admirable manejo de ambientes, el grupo que está cerca de lanzar su nuevo disco Bahía Desolación, brindó una propuesta que resalta por el carácter ceremonioso de su presencia sonora, llevando la escucha por rincones melancólicos y recreativos que sin dejar de lado su esencia artística, se atreve a indagar por terrenos más experimentales, logrando conectar rápidamente con una audiencia que estuvo dispuesta en todo momento a prestarles atención. Incluso al término pidiendo otra canción (me incluyo).

Tras una corta espera aprovechada con el anuncio de Spider March de fondo, que en palabras de artistas como Cler Canifrú o Pera Cuadra, premiará de diversas formas a quienes asistan a los 7 conciertos agendados por Spider Prod de aquí al 2 de abril (Mayhem, Katatonia, CL Prog), Swallow The Sun hacía ingreso al escenario, dando inicio a una clase maestra de cómo sonar bien en vivo. Pero mucho más que eso, consolidando el lazo que une a la banda de Finlandia con quienes disfrutan de su apasionante y misteriosa perspectiva de concebir la música.

Cabe destacar el cuidadoso y prolijo trabajo interpretativo presentado por el grupo a lo largo del concierto, siendo su impecable desempeño al momento de mostrar sus canciones, parte del atractivo nato de este show. Casi como una preocupación menos en el siempre relativo mundo de la música en directo, Swallow The Sun puede darse el lujo de decir que son una banda que suena bien, evidenciando aquello desde el comienzo con ese memorable inicio que fue la triada “Enemy”, “Rooms and Shadows”, y “Falling World”, dando cuenta de la constancia en el tiempo que han tenido gracias a discos como su más reciente Moonflowers (2022), Songs From the North I, II y III (2015), y New Moon (2009), reflejados respectivamente en cada uno de estos temas.

Esta primera parte del show contenida en estas emblemáticas canciones, así como en las posteriores como “Cathedral Walls” o “Firelights”, refleja en parte los elementos características que dan forma y vida a su propuesta en directo, donde la preponderancia de su sonido cercano al death doom metal como al metal gótico, e incluso al dark folk, formula gran parte del ambiente del show. Así, su presencia oscura se nutre de un costado más emotivo e introspectivo, agrupando sus ideas bajo un registro sonoro que más allá de buscar emular la propuesta de alguna banda o género musical, consolida ese genuino acercamiento expresivo que tiene la banda en su composición.

Es en parte el corazón de Swallow the Sun. Este ideal romántico que puede ser tan sensible como desgarrador, haciendo gala de su versatilidad con el fin de abordar de manera exploratoria, los distintos motivos que quieran transmitir. Así canciones como “Woven Into Sorrow”, “Stone Wings” o “New Moon” brindaron un vistazo personalizado al directo de estos atributos propios del grupo, donde cada integrante se vio mucho más entregado y suelto a sentir la música, tanto como lo había sentido la fanaticada hasta ese momento, claro, sin perder la sobriedad que viene a ser parte de su identidad. Hitazos puros y duros.

La salida de escena de los fineses generó los aplausos correspondientes y el vitoreo posterior que significa esta clásica postal en los conciertos, siendo una más de las tantas que brindó Swallow the Sun con este soñado debut en Club Chocolate, que de seguro la gran mayoría de asistentes atesorará por el resto de sus vidas. Porque la coronación de la mano con “Don’t Fall Asleep (Horror Pt. 2)” y “This House Has No Name” no solo cerró un ciclo para quienes esperaban a la banda desde la década de los 2000, sino que también abrió otros para uno que otro oyente casual atraído por encantos de la banda, que posiblemente los descubra más de ahora en adelante. Un triunfo de concierto.


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