Por Felipe León
So Far Gone..
Si bien el nombre de Drake ya había estado sonando fuerte tiempo atrás, como una posible carta a presentarse en Chile, tuvieron que pasar varios años para que finalmente el canadiense anunciara su tan esperado debut. Y qué mejor escenario que Lollapalooza Chile, un festival que se caracteriza por la diversidad que existe en la convivencia general del evento, con fanáticos del pop pegadizo por un lado, como del ruidoso rock por el otro, con el sentido de comunidad de la electrónica presente, y por supuesto, el hip hop brindando el pulso necesario para darle más fuego al asunto.
Como un cabeza de cartel de tomo y lomo, el proveniente de Toronto cumple con los requisitos necesarios para cumplir la función de cerrar la jornada, convocando a distintas generaciones que han crecido escuchando su música, de finales de los 2000’s hasta la fecha. No por nada sus tempranos mixtape ya generaban ruido, siendo las colaboraciones con Trey Songz y un Lil Wayne que en aquella época la rompía con su música, parte importante de su temprano éxito y crecimiento. De esta manera nace So Far Gone, el mixtape que sellaría su unión con el autor de la saga Tha Carter, al ser lanzado bajo Young Money Records. No habría vuelta atrás.
La mezcla entre r&b contemporáneo y rap que traía aquel trabajo llamó de inmediato la atención, siendo su vuelta más pop parte de la frescura con la que abriría la década pasada, con su primer larga duración Thank Me Later. Estrenado en el año 2010, aquel trabajo definió aún más sus aptitudes románticas y melódicas, sin perder de vista el lado fiestero que caracteriza parte de su propuesta. Fue tal el éxito, que el canadiense comenzó a codearse con otros referentes como Kanye West, Eminem, Jay-Z, o el propio Lil Wayne, en cuanto a ventas. Puesto que los buenos comentarios y notoriedad comenzaron a llegar de forma unánime, para sus próximos discos.
Haciéndose un nombre en la escena
Por un lado, Take Care (2011) desarrolla su faceta introspectiva, llevando su expresión del r&b hacia terrenos melancólicos, con ciertas interesantes acentuaciones en lo atmosférico, donde las rupturas amorosas y sus propias reflexiones toman un lugar importante dentro de la trama del álbum, de la mano con un pop rap directo que muestra sus dotes dentro del género. Canciones como “Marvins Room”, “HYFR (Hell Ya Fucking Right)”, “Make Me Proud” o la propia “Take Care” dan cuenta de aquello. Por otro lado, Nothing Was The Same (2013) continúa parte de lo explorado en su antecesor, buscando mayor versatilidad al congeniar con otras influencias sonoras a la hora de dejar más himnos para el momento (y la posterioridad) como “Worst Behaviour”, “Started From The Bottom” o el icónico r&b de “Hold On, We’re Going Home”. He aquí algunas de sus líricas más personales e impactantes.
Para 2015, Drake ya era uno de los nombres consagrados dentro de esa generación post-club rap que dominaba los charts por el mundo, por lo mismo necesitaba nuevos aires que refrescaran su sello. Y no encontró mejor aliado que el trap, sonido que comenzaba a hacer ruido dentro de circuitos más masivos por esos años, apostando primero por un mixtape -favorito de muchas personas- como If You’re Reading This, It’s Too Late (2015), el que evidenciaría un buen manejo sobre este género, sin perder el toque tan característico del artista. Ese mismo año llegaría el colaborativo con Future llamado What A Time To Be Alive, dejando afuera la introspección; porque había que prender el ambiente, encender los ánimos, irse de fiesta, pasarla bien.
Las búsquedas y el éxito global del canadiense
Como bien refleja la portada de Views (2016), Drake estaba en lo alto, sobre un edificio, apenas visible por la distancia pero visible de todas formas, como las estrellas sobre el cielo. Sus sencillos se encargaban perfectamente de aquello, hechos de manera especial para cautivar las masas, inducir el movimiento y dejarse llevar por sus pegadizas intenciones. No es casualidad que “One Dance” y en mayor medida “Hotline Bling”, tuvieran un éxito planetario, atreviéndose a interactuar con sonidos como el dancehall que reflejan lo bien que se adecua a otros ambientes y pulsos. Así, el canadiense continuó adoptando mayor protagonismo al desarrollar con estas nuevas influencias aún más su propuesta, consolidando su mirada sobre estos gracias a las nuevas canciones adictivas que dejaría su mixtape More Life (2017). “Passionfruit” ahí se lleva todos los aplausos, pero no es la única.
Para el siguiente año, Drake haría notar lo que es como artista con un extenso álbum doble titulado Scorpion, cerrando así su etapa más abierta a la búsqueda de nuevos sonidos, en pos de afianzar con éxito lo que mejor sabe hacer: pop rap, r&B contemporáneo y trap. No por nada hitazos como “God’s Plan” o “In My Feeling” se reprodujeron con fuerza en desafíos virales de internet, y otro contenido similar.
Su llegada a Lollapalooza
Más allá de los gustos o lo bien/mal que pueda caerle a ciertas personas, Drake ha logrado hacerse un nombre dentro del mundo de la música a nivel global, llegando a integrar gran parte de las playlist que definieron la vida de muchas personas. Sus últimos pasos desde Scorpion demuestran que prácticamente puede hacer lo que quiere, yéndose a la segura sin salir de su zona de confort pero haciendose notar como en Certified Lover Boy (2021), o dando vuelcos hacia otros horizontes, como el comentado paso al house que definiría la esencia de Honestly, Nevermind, e incluso mostrando su lado colaborativo junto a 21 Savage con Her Loss. Drake es un nombre que vende, que llama la atención con cada aparición que hace, ya sea estrenando algo nuevo o colaborando con Nicki Minaj, Lil Wayne, Jay-Z, Future, Young Jezzy, Rihanna en “Work” o Travis Scott con “Sicko Mode”. Siempre en lo alto.
Esa marca registrada se dejará sentir este sábado 18 de marzo en Lollapalooza Chile, siendo una primera vez que genera bastante expectación debido a lo esperado que ha sido el artista por estas tierras. Hito no menor, contando con tantos records, reproducciones, pero más importante aún, con canciones que son parte del adn de muchas personas que han crecido con estas canciones, álbumes, videos, fotos, etc. Son muchas los temas que se vienen a la cabeza en este tipo de situaciones, las que seguramente serán interpretadas con el carisma, la fuerza, la proyección, el dinamismo vocal, y la soltura que lo caracterizan.
Porque sus show en directo suelen ser un bombazo de por sí, demostrando ser un perfecto anfitrión gracias al especial cuidado que tienen sus setlist, agrupando en general cada una de sus épocas, sin perder el impacto de éstas debido al manejo escénico con el que va conectando cada tema, cada sensación emoción, llegando en ocasiones a meter casi 50 canciones. Drake es un éxito seguro para cerrar esa jornada. Porque bien entiende que sus conciertos no son solo música, sino que también entretenimiento.
Drake en Chile
Sábado 18 de marzo
Lollapalooza Chile
Parque Cerrillos
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