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Luxferre y “Faces”: Una experiencia religiosa

✍ Juan Pablo “Jota” Ossandón
Edición x Gabriela Arcos

⭐ Disco de la semana ⭐

Faces es el nombre que titula la nueva placa de Luxferre, una agrupación que visualiza en los vastos confines del doom y el post-metal el sitial desde el cual cultivar su propuesta. En este sentido, sus integrantes Pedro Salgado (synth), Ismael Román (bajo), Benja Chandía (guitarra), José Valenzuela (batería) y Julio Leiva (guitarra y voces) se embarcan en una misión por hallar la esencia de las personas ante una sociedad que desafía vehementemente el desarrollo de cada sujeto. He ahí la premisa de este nuevo LP.

Entonces, ¿qué nos brinda el disco? ¿qué es aquello que tiene el potencial de poner los engranajes de nuestras psíques en armonía, con tal de detenerse tan sólo un momento? La verdad es que, gracias a la propia naturaleza del álbum, sus sonidos, apuestas y propósitos, dicha respuesta depende de quien posa sus oídos en este disco, ya sea por el momento en su vida en el que se encuentre, así como sus anhelos y angustias. Esa es la invitación que, con una gentileza abrasiva, hace Luxferre: detenernos un momento.

Esa instancia se resuelve en algo más de 47 minutos distribuidos en 4 canciones de diversas y dilatadas proporciones que elevan la tesis de Faces. La dualidad de la vida, en la que la rabia y desolación conviven con la esperanza sincera de un mejor porvenir, y la aceptación e interiorización de dicha idea es lo que Luxferre busca plasmar. Así es como se elevan muros de sonidos uno tras otro, en donde los gritos desgarradores de Julio toman un sentido dramático en base a su prístina humanidad, todo con tal de retratar esos contrastes. En ese sentido, no es de extrañar que esta homogeneización del post-metal y el doom dicte un lenguaje ambiguo totalmente deliberado. Es decir, aún si tanto nuestros pensamientos o la excesiva celeridad de la vida en sociedad –la cual por cierto, se nos esfuerzo a vivir bajo esos parámetros–, es la complejidad y sencillez innata de las personas la que nos permite vivenciar todo ello.

En términos concretos –o quizás no tanto–, los sonidos e ideas de Faces son la metáfora perfecta que imprime este imaginario. De ahí que los primeros cortes del álbum tengan un corte más bien ansioso –sobre todo en Unconformity–, señalando el conflicto de detenerse y quizás aceptar convivir con la oscuridad de nuestras vidas. No hay que tener miedo de canalizar nuestras ansiedades a través de los riffs potentes que aparecen en Voices, ni mucho menos abrazar nuestra fragilidad en el grand finale de At the Awakening. Al final, About Loss and Hope recrea un estallido sonoro que induce una introspección pincelada entre melodías tanto opalescentes como ensombrecidas, que tal cual revelación, termina configurándose como el firmamento mismo. En pocas palabras, Faces es una experiencia prácticamente religiosa.

Cabe destacar la preocupación por el arte de la banda, que tanto en un sentido integral e interdisciplinar, intenta evocar dicha dualidad en el arte de la portada del disco, el cual fue realizado bajo las habilidades de la ilustradora Valentina de Sinis Tudor



“Además, según nuestra interpretación, se puede ver un personaje en el medio del cuadro que refleja el significado del nombre de la banda, Portador de la Luz y que todos somos el portadores de luz”. Julio Leiva.


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Interpretado por Luxferre
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Alcaloide Música



 

Prensa por Alcaloide Música. El disco fue grabado y mezclado en febrero de 2019 en Audiocustom Studio por Cristian Olivares. Masterizado en Audio Siege Studio, Portland, Oregon, USA, por Brad Boatright. La batería fue grabada por Camilo Arredondo, el bajo por Juan Moore, y cuenta con la participación de cuatro músicos invitados, Juan Escobar en voces, violines por Saruy Concha, Trompetas por Valentina Millaray Gibert y voz hablada por María Barrios.

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