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Ojo Miope, lanzamiento: 18-O: A un año del estallido social en Chile – Colectivo Rencor

Ojo Miope es una galería fotográfica de convocatoria abierta todo el año. El objetivo es abrir el espacio para la difusión, apreciación y reflexión en torno a proyectos fotográficos de índole diverso y de lxs distintos artistas que estén abiertxs a enviar sus contribuciones. El nombre está inspirado en dos cosas: en el poder de la fotografía e imagen para escribir la realidad en su imposibilidad técnica de contener efectivamente dicha realidad; la disputa de la visibilidad de la superficie fotográfica funciona como un dispositivo político que clama para sí la representación, incluso ‘fidedigna’, de la realidad. Evidencia de esto, entre otras, es la autoridad que se le ha otorgado a la fotografía para atestiguar por crímenes. Sin embargo, lo que efectivamente representa dicha superficie narrativa de la fotografía es una realidad contada desde la miopía de nuestra conciencia. En el momento en que dicha fotografía se inserta en un diario, revista, sitio web, etc., esta se con-textualiza –literalmente se le asigna o relaciona a un texto–, se relata, se administra. En general se nos dice en un pie de página lo que esto es. Desconocemos, sin embargo, cuál es la distancia entre el relato acompañado con la fotografía y de esta con el acontecimiento propiamente tal. Conocemos que quien nos señala esas distancias y, a su vez, crea el sentido y realidad de la superficie fotográfica, es el absoluto dramaturgo de esa realidad.

Imaginemos una fotografía en que aparece un gato acostado, reposando sobre una mesa metálica. La fotógrafa “nos cuenta” que está tomando una siesta sobre la fría superficie metálica exhausto por alguna razón. Se puede apreciar claramente su piel, sus colores, sus extremidades, sus ojos; su cuerpo entero presentado ante mis ojos. Imaginemos ahora el mismo cuadro, pero tomado por una máquina de rayos x, es decir, una radiografía. La visualidad de la imagen es muy distinta. No se observan sus colores como en la realidad percibida por nuestros ojos. No puedo ver su pelo. La superficie desaparece para dejar entrever colores azules, trazos, siluetas. Formas incomprensibles a nuestra ignorante lectura. La superficie desaparece para dejar entrever los huesos: para evidenciar la fractura. Ambas fotografía y radiografía son representaciones reducidas e incompletas de una realidad inaprehensible o incomprensible en su totalidad. En la fotografía el fragmento constreñido del encuadre hace desaparecer la totalidad del contexto de la situación en el espacio, las condiciones políticas, los sonidos, los olores, entre muchas otras cosas; hace desaparecer lo que no se quiere mostrar para dejar entrever intenciones e inclinaciones, o simplemente para dejar de ver y dar paso libre a la imaginación. Fotógrafo y médico son una misma persona; en su diagnóstico descansa la fragilidad de nuestros cuerpos dispuestos enteramente a su voluntad. Desde esta perspectiva es que consideramos necesario abrir un espacio a las múltiples y diversas perspectivas miopes que construyen la imagen del mundo.

La segunda razón, es una inspiración conmemorativa a los abusos por trauma ocular en el estallido social chileno. Las manos ensangrentadas de las fuerzas armadas han dejado ciegxs a más de 400 personas en el país. Condenamos tajantemente todos los abusos cometidos y los que, lamentablemente, están por cometer. Una refundación de la policía es totalmente necesaria, así como también no dejar en el olvido todo lo acontecido desde el 18 de octubre. Es por eso que inauguramos nuestra sección el día de hoy, a un año de que comenzó la primavera chilena, con una galería conmemorativa a un año del estallido social chileno bajo los lentes del Colectivo Rencor. Colectivo que nace en base a una convocatoria abierta que da lugar a la galería que les presentamos a continuación. Sin más, dejamos a su disposición lo que tienen para decirnos.

A un año del estallido social en Chile: Colectivo Rencor 18-O

Fotos: Colectivo Rencor
Edición y texto: Martin Obreque

41 estacas profundas se clavan y pesan en el corazón de Chile tras un año de lucha popular; 41 fallecidxs cuyos nombres, por culpa de las manos bañadas en sangre de las fuerzas armadas chilenas, se agregan a una larga lista de víctimas por trauma ocular (445), heridxs (4000+) y detenidxs (9000+). El 18 de octubre del 2019, antecedido por una serie de evasiones al metro de Santiago como forma de protesta al alza en el precio, inició el aclamado estallido social chileno, la revuelta popular más grande en el país. Esta serie de manifestaciones, que se continuaron ininterrumpidas y multitudinarias durante varios meses hasta la llegada de la pandemia, no son las de los 30 pesos, sino las de los 30 años de acumulación de brutales desigualdades estructurales aparejadas a uno de los sistemas neoliberales más abusivos en el mundo. Todos los servicios básicos están privatizados: el agua, la electricidad, la educación, las pensiones, entre otras cosas. Chile –ese tantas veces llamado el “jaguar de Latinoamérica– concentra el 30% de sus riquezas en el 1% de la población. La protección irrisoria de este abusivo sistema decantó en múltiples violaciones de los derechos humanos en todo el año y en varias zonas de la larga y angosta faja de tierra, como Violeta cantaba.

Andie Borie. @elojodeandie

Sin lugar a duda, el 18-O generó un antes y después en la historia de Chile. Posicionó con fuerza en las mesas chilenas el debate sobre las injusticias de situación sociopolítica actual, la incapacidad del sistema y los grilletes que nos dejó la constitución de la dictadura, esos que en cuarenta años dejaron nuestras muñecas marcadas. Golpearon nuestros cuerpos, nuestras consciencias, nuestras almas. Nos golpearon tan duro y tanto tiempo que dejaron acorraladas nuestras vidas, vidas que poco merecen la pena ser vividas. Pero, nos cansamos hasta el último rincón de nuestra resistencia y golpeamos de vuelta. Dar de vuelta ese golpe que nos sepultó el 73′ y nos convirtió en el laboratorio neoliberal del mundo. Chile despertó y la población lleva un año recuperando las calles, las que siempre debieron ser nuestras, a las que pusieron propiedad, nombres de familias cuantiosas, tag y estatuas de asesinos. 18 de octubre que nos trajo algo de esperanza y, quién sabe, el futuro tendrá que decir si es el día adecuado para rebautizar nuestro día de la independencia.

Daniela Canales. @atheists.atheists

Sin embargo, no ha sido un año fácil, sino que estuvo lleno de incidentes, muchísima represión estatal, angustia, desesperación, ansiedad, muchísima rabia y, sobre todo, la acumulación justificada de Rencor. Aquí nace nuestro colectivo, en contexto de emergencia y toque de queda –así muy parecido a los años de dictadura–, con el objetivo urgente de escribir desde nuestra múltiple mirada la historia desde el estallido. Comienza con una convocatoria abierta y con la idea de generar exposiciones e intervenciones en las principales calles de Santiago para generar consciencia social entre la comunidad. A partir de ello nace la galería que presentamos en esta publicación como forma de conmemoración de un año histórico.

Intervención Colectivo Rencor en paradero en Plaza Dignidad, Santiago.
Exposición Colectivo Rencor en Sala de Arte Mackenna, cercano a Plaza Dignidad, Santiago.

En general, la observación y participación de este proceso ha sido muy intensa para todxs; la rabia, pena, angustia y ansiedad se viven en carne propia durante las manifestaciones. Además, la sensación de que los sentimientos y las ganas de resistir son compartidas entre quienes asisten, así como también una pulsión de muerte producida por la sensación de no tener nada y, por lo mismo, no tener nada que perder. Cuerpos desposeídos –en varios sentidos, como mera vida– que se enfrentan desnudos, apenas cubiertos por un par de trapos, a la policía militarizada. Es todo muy impactante, una escenificación aterradora de la injusticia encarnada que termina, sin problemas, poniendo una vez más el pecho desnudo frente a las balas.

Daniel Barahona. @danielbarahonafo
Fabian Vargas. @fabianvargasa
Constanza Morales. @consmoravel_

Entre las promisorias consecuencias de este proceso está el próximo plebiscito del 25 de octubre en que se votará si se aprueba escribir una nueva constitución y por qué mecanismo –convención mixta o convención constituyente. Sumado a eso, hace varias semanas se han reanudado las manifestaciones tras su interrupción por la pandemia. Esto ha sido muy controvertido, pues el actuar de la policía ha sido de nuevo muy brutal. Entre eso un carabinero empujó a un joven de 16 años dándole una caída de 7 metros desde el puente Pionono al río Mapocho, lo que le costó prisión preventiva. Además, se descubrió un carabinero infiltrado en una organización social de Lo Hermida, Peñalolen, que estaba incitando a atentar contra comisarías y carabineros. Esto costó agudizó las duras críticas a la institucionalidad de la policía chilena que tiene una larga data de irregularidades y delitos. La única y dura conclusión: refundación de la institución.

Fabian Suspensivo. @suspensivof
Iván Vásquez. @crzcat

El año ha sido muy complejo, pero lo población se ha levantado y sigue levantándose desde todos los frentes. El día de ayer, el caballo del general Manuel Baquedano, ubicado al centro de la Plaza Dignidad, fue teñido completamente de rojo haciendo un eco poético a la sangre derramada por la historia militar chilena y que continúa hasta el día de hoy. Estamos expectantes a los procesos que vienen, pues el 18 de octubre no empezó todo, empezó hace 30 años; 30 años en que nos machacaron hasta el cansancio y en que nos engañaron, manipularon y abusaron incluso cuando lo supimos todo. Hace un año, y consecutivamente luego de eso hasta hoy, intentaron hacerlo una vez más, pero lxs secundarixs y después la sociedad en su conjunto dijeron que Chile había despertado. Despertemos también, temprano y con la esperanza que nos quede, el 25 de octubre para empezar a cambiar este país.

Nicole Kramm. @nicole_kramm

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