Las migraciones han representado desde la prehistoria una expresión humana que alberga libertad de elección y desplazamiento, y estas muchas veces se han visto motivadas por las crisis políticas/sociales/civiles tan propias de sociedades con un pasado colonial como América o África. Como una verdadera declaración de principios en 1998 llegaba este documento musical sobre derechos humanos llamado ‘Clandestino‘, obra magna de un Manu Chao que ya en sus días junto a Mano Negra venía cantando ciertas verdades que resultaban incómodas, explayándose en una apuesta global e identitaria donde albergaría tanto la problemática migratoria como la expresión cultural de los pueblos.
Postales musicales de un sinfín de realidades fotografiadas como un relato conectado en clave acústica por las diversas caras de la vida humana en cuanto a cultura, sociedad, inmigración y abusos, esta obra marcaría un punto de inflexión en el denominado world music ahondando desde una raíz más directa las tantas sonoridades y expresiones mestizas que se verían reflejadas en esta gesta popular. Como un cronista capturando las mentiras, corrupciones, sangre, muerte, miseria, abusos e injusticias, contrastándola con el más diverso y enriquecido catastro de sonoridades folk, pasadas por ambientes que toman instrumentales del dub, reggae y la música latina, pegadas con diversos registros radiales de cada región por la que iba escribiendo sus experiencias.
Muchas son las canciones que resuenan en la cultura popular. Las fiestas y juntas muchas veces han sido acompañadas por las excelentes canciones que pueden ser un verdadero puñal al corazón como «Lagrimas de Oro«, verdaderos himnos como «Desaparecido» o la que da título al álbum, revueltas más fiesteras en «Welcome To Tijuana» o «Luna y Sol«, poesía insurrecta en «Mentira» y sutilezas de la talla de las hermanadas «Bongo Bong» + «Je ne t’aime plus«. Son tantos los géneros, historias, momentos y ambientes reunidos en un trabajo que refleja tantas cosas, emociones fuertes, una memoria imborrable sobre esas pequeñas historias que dan vida a estos pueblos y ciudades que bien han conocido el dolor, siempre aferrados a la esperanza y la felicidad de sus seres queridos.
‘Clandestino‘ simboliza un grito de los pueblos tercermundistas frente a la hegemonía del primer mundo, resonando a nivel mundial como un huracán cohesionado a la perfección por un artista que lo registraría en todo tipo de lugares por los cuales iba visitando. Es tal vez ese carácter patiperro y caminante uno de los tantos atractivos que posee esta obra llena de tesoros a descubrir, sonidos nuevos de los cuales darse cuenta y frases relevantes para inmortalizar. Perdura su culto tan actual como en su nacimiento, reflejando temas que en todo su conflicto, esconden el sufrimiento de millones de «ilegales» lo largo del mundo.