Hace tres años, durante las primeras horas de un frío jueves 18 de Mayo, se esparció rápidamente la noticia de que Chris Cornell, una de las voces más apasionadas y trascendentes de la música, se había apagado para siempre. Una noticia que sumió en tristeza y confusión a sus fans, dadas las circunstancias de su deceso, pues que haya decidido quitarse la vida nos marcaba, nos hizo –y aún al día de hoy– un montón de preguntas que puede que sí –o no– tengan respuesta, pero una cosa es clarísima: Chris Cornell es una de las figuras más importantes que formó y formará parte de nuestras vidas.
Es por esto que el staff de Expectador, amistades y músicos de la escena chilena hacemos una revisión de la carrera de Chris Cornell, pasando por su excelso currículum que comprende a Soundgarden, Audioslave, Temple of the Dog, y su carrera solista. Aquí forman parte nuestras opiniones, memorias y sentimientos sobre un músico que extrañamos con aún más fuerza e intensidad al día de hoy.
Acotaciones históricas por: Sebastián Friz
Memorias del 18 de mayo de 2017
Escrito por: Jota
«Como era usual en esos tiempos, el insomnio era asunto de cada día. A eso de las 3:00 de la mañana me alistaba ya para intentar dormir, pues tenía que rendir al día siguiente con deberes académicos. En ese momento, por mi mala costumbre de revisar redes sociales (o cualquier cosa en internet a decir verdad) antes de dormir, entro a Twitter y el primer tweet que leo de alguna página extranjera (era en la madrugada, así que las páginas y revistas chilenas aún no daban la noticia) que Chris Cornell, una de las voces más auténticas del grunge y el rock, se había suicidado.
Realmente no podía creerlo. Estuve mirando el techo de mi pieza por quizás cuantos minutos. Acto seguido googleo, con esperanzas de que alguna página importante lo haya desmentido, y no, era cierto. De inmediato recuerdo la única vez que vi a Cornell, el 2014 con Soundgarden en Lollapalooza. Mientras escucho repetidamente «Hunger Strike», reviso en el desorden de mis fotos si encuentro alguna de las fotos en mala calidad y corridas que saqué aquella vez. Una vez que las encuentro, fue como apretar un botón y listo, la tristeza que me invadía, al mismo tiempo en que me entero que en su último concierto con Soundgarden, tan sólo horas antes de todo lo sucedido, tocaban «In My Time of Dying» de Led Zeppelin. El sentido que tomaba en ese momento era simplemente muy triste. Simplemente no pude dormir. Estuve toda la madrugada hasta (y día) escuchando sus discos. Una y otra vez.
No sé cual habrá sido tal dolor que lo haya llevado a tomar dicha decisión, pero ni yo ni nadie tiene derecho a juzgarlo (toda la razón, Anthony Kiedis). A mi, a mis amigxs, y a todo el mundo Chris Cornell nos marcó para siempre. Espero que estés descansando en paz junto a Chester y Andrew. Buen viaje.»
Escrito por: Sebastián Friz
«El día que pasó lo de Chris yo estaba compartiendo en la casa de uno amigos y dan la noticia de fallecimiento. Andaba en otra, la vimos por la tele con los cabros. Luego, ese día más tarde se termino una relación amorosa que tenía en ese momento. Sería un día difícil de olvidar. Debo admitir que no era un fan oyente de Chris Cornell en esa época, pero conocía su trabajo musical. Sin dudas, en lo personal, será la mejor voz del rock de toda la historia-.»
En breve, la historia de Chris Cornell comenzaría en su infancia, cuando su madre le regaló una tarola, hecho que se dice le habría salvado la vida al artista –considerando sus problemas de drogadicción–.
Soundgarden – Ultramega OK (1988)
Escrito por: Sebastián Friz
Soundgarden en sus inicios no era una banda de Grunge como los conocimos. Era una banda de metal, influenciados fuertemente por bandas como Black Sabbath. El año 1988, lanzaron su disco debut Ultramega OK que dejó impresionado a varios en esa época. Tanto así que ese año les valió una nominación a los Grammy como «Best Performance Metal». Muchos creen que Nirvana fue el prepulsor del Grunge pero, en esta época recién estaban en pañales. Junto con Mother Love Bone comenzaron todo esto. El disco Ultramega OK es la esencia del Grunge.
Con ese tremendo éxito, una disquera reconocida los quiso firmar: SST Records. Aunque Chris, reconocio públicamente que se equivocaron con este disco y con la producción hecha por el sello discográfico SST Records. Grabaron en demasiados lados diferentes y eso afectó en la producción del disco ya que querían realizarlo en su ciudad natal. En palabras de Cornell mismo: «El material era el adecuado pero el productor no consiguió el sonido que quisimos y no sabíamos que estaba pasando en Seattle. Lo lamento porque en términos de material debería haber sido uno de los mejores discos que hicimos. Esto provocó que se ralentizase un poco nuestro proceso de evolución porque no sonaba como nosotros lo hacíamos».
Este disco se escuchó mucho después de cuando se lanzó, ya estábamos en el Badmotorfinger cuando queríamos saber sus inicios. Es un disco que pudo haber sido más porque lo tiene todo: es psicodélico, vertiginoso, poderoso y distorsionado y varios momentos. Una calidad instrumental evidente a primer oído.
Escrito por: Felipe
El debut de Soundgarden es de esos trabajos que lamentablemente quedarían tras la sombra de todo lo que estallaría a comienzos de los 90’s con el movimiento Grunge, sin embargo no hay otro disco que represente mejor lo que estaba ocurriendo en la escena independiente en la década de los ochenta. Ultramega OK funciona casi como un tratado de las variadas influencias que bordeaban la música desde la clandestinidad, teniendo momentos cercanos al Hardcore como a la Psicodelia, al Heavy Metal como al Garage; todo desde la crudeza de una banda dispuesta a cimentar los momentos más explosivos de la música en directo en una obra tan oscura como fiel a lo que hacía el grupo en aquel entonces.
Soundgarden – Louder Than Love (1989)
Escrito por: Jota
Mientras la escena grunge comenzaba a formarse, en lo que unos jóvenes Nirvana se presentaban al mundo con «Bleach» y el nombre Pearl Jam ni siquiera existía en el inconsciente colectivo, Soundgarden daba su gran segundo mazazo con «Louder Than Love», un álbum que replica la oscuridad profunda de su antecesor pero que comienza a tomar un camino filoso –e incluso psicodélico–, dejando en claro el sello de la banda de experimentar una y otra vez, llevando la música de guitarras hasta rincones que tan sólo ellos se les podía ocurrir en esos años.
«Louder Than Love» no presenta patrones –o al menos no los deja en evidencia–. Todo es cancha, y cada transformación que tomaban sus canciones simplemente expandía en proporciones ridículas la escuela de riffs de la época, dejando a su vez, el camino más que listo al salto que darían con «Badmotorfinger».
En este punto en su carrera, Chris Cornell andaba de gira con Soundgarden, y una vez que regresa a Seattle, se entera de que su querido amigo Andrew Woody –de Mother Love Bone– fallecía por una sobredosis de heroína. Su amistad era tal que la novia de Andrew le pidió a los médicos que no desconectasen a Andrew del soporte vital hasta que su mejor amigo llegara.
Fue este hecho el que dio comienzo a Temple of the Dog, la carta de amor fraterno de Chris Cornell hacia su amigo, junto a Matt Cameron, Mike McCready, y los ex-miembros de Mother Love Bone, Stone Gossard y Jeff Ament.
Temple of the Dog – Temple of the Dog (1991)
Escrito por: Jota
Temple of the Dog es una de esas bandas de las que simplemente no hay. Quizás por el tremendo componente emocional que justificó su génesis, pero aquí ciertamente se deja en clara evidencia el tono del grunge como un movimiento, como gente que comparte en comunidad sus vivencias y sufrimientos, con una libertad que se diferenciaba por mucho de lo que ocurrió en la pomposidad de los ’80.
Este álbum de cierta manera marcaría el sello del sonido de Seattle, transformando la estética del rock por algo mucho más prístino, con matices únicos que nos brindarían canciones eternas por corear, alabando la memoria de Andrew Woody, y ahora también, la de Chris Cornell.
Un álbum intenso que deja sus sentimientos a flor de piel, entre las cuales mis favoritas personales son la preciosa «Say Hello 2 Heaven«, o uno de los mejor duetos de la historia: «Hunger Strike». Simplemente un discazo de culto.
Soundgarden – Badmotorfinger (1991)
Escrito por: Jota
Sin lugar a dudas «Badmotorfinger» fue el disco que abrió mi mente por primera vez. Cuando no tenía más de 15 años, todo lo que escuchaba era metal: Slayer, Black Sabbath, Death, y tantas otras cosas más. En esos tiempos, mis amigos en el colegio estaban escuchando harto a Pearl Jam y Nirvana –con lo que no conecté más allá de sus grandes éxitos–, pero historia distinta fue cuando me mostraron «Rusty Cage». Yo simplemente pensé: «¿qué mierda es esto?. Esa sección rítmica tan impredecible y riffs de los qué jamas escuche algo similar me tenían con ganas de más.
Aquel día después del colegio, una vez en mi casa prendí el computador y busqué en YouTube a «Soundgarden». Hasta los nombres de las canciones eran curiosos para mí. En especial con «Jesus Christ Pose», canción que simplemente me voló la cabeza. No había nada como esto –y creo que aún no hay nada como esto–, ese disco era furia total, nada importaba. ¿Cantar fuera de la escala? Sí. ¿Secciones rítmicas extrañas? Obvio, y ¿aún disfrutables? Pero es que por supuesto.
«Badmotorfinger» fue el salto definitivo de Soundgarden a ese Olimpo de bandas y artistas de alto calibre, y que hasta el día de hoy este disco me deslumbra por el tremendo significado de contracultura que significa. La eterna búsqueda. La rabia insaciable.
Soundgarden – Superunknown (1994)
Escrito por: Hernán
El éxito del Badmotorfinger (1991), pilar fundamental insano del Grunge y el metal mismo de los 90, le supuso una meta al propio Chris Cornell de alcanzar quizás el mejor álbum de su carrera, o por lo menos el más exitoso, el más famoso para los discordantes. Superunknown, cuarto disco de estudio de la banda de Seattle fue lanzado el 8 de marzo de 1994 y puso a Soundgarden y al grunge en una cima en donde ningún otro género los podía bajar.
La amistosa competencia que tuvo con sus coterráneos: Pearl Jam, que ya había sacado el Ten el 91’ y el Vs. el 93’, mientras que Nirvana se regocijaba del éxito del Nevermind (1991) y el incipiente In Utero (1993) -Incluso la entrometida doomesca de Alice In Chains con Dirt (1992)- concreta la escena más fuerte del Grunge a nivel mundial, como género dominante y es aquí donde Chris Cornell y Soundgarden no se quedaron atrás por ningún motivo.
Superunknown fue fundamental para que Soundgarden consiguiera el éxito no sólo a nivel radial si no que a nivel mundial, incluso sabiendo Chris que este LP no fue pensado para que tuviese tal éxito -Es cosa de ver que Black Hole Sun, el tema más reconocido quizás de Soundgarden, no fue originalmente un single, sólo lo fue hasta después de que la radio le dio cuerda unas cuantas veces-. Con esto se define una separación del estilo del Badmotorfinger, insano y con riffs metaleros incinerantes, a una oscuridad más densa de la psicodelia grungera, pero sin dejar el sentido del hard rock y la pesadez de su distorsionada instrumentación, junto con las angustiosas, afiladas y superagudas melodías vocales de Cornell. La ayuda en producción de Michael Beinhorn motivó y sustentó el sonido afilado y pesado que quería expresar la banda en este extenso y que le valió unos cinco discos de Platino y un par de Grammy’s a la mejor interpretación de metal (Spoonman) y la mejor interpretación de hard rock (Black Hole Sun) en 1995.
El comienzo cañonero con Let me Drown, la incorporativa de la experimentación con el mellotrón en Mailman, el 6/4 de la vacilante e introspectiva Fell On Black Days, el surrealista hit -Junto con su surrealista video- de Black Hole Sun, Spoonman y su grito encorazonado del “hombre cuchara”, la angustiosa y seductora Limo Wreck, el himno instantáneo de The Day I Tried To Live, la pesada y stoner 4th of July, la psicodélica y exótica -Gracias a su bajista Ben Shepherd– Half y la depresiva y hermosa Like Suicide, son un compendio de la maravillosa creación de un álbum, ya obra maestra, que dejó un legado poderoso en el Grunge y en posterioridad, un legado que marcaría una generación que tomarían bandas como Queens Of The Stone Age en la década de los 2000’s.
Superunknown es un clásico instantáneo, la fama de Soundgarden, la legendaria banda de Seattle que reventaría el mundo, enojada y misántropa, insana y rebelde, sonora y sentimental que mantiene esas líricas sobre el abuso de sustancias, el suicidio, la depresión y el misterio también. Con una portada difuminada y surreal que define visualmente a la perfección la estética de su sonido y materia, con un prolijo Matt Cameron (Batería), un psicodélico Kim Thayil (Guitarra), un perfeccionista Ben Shepherd (Bajo) y un temible Chris Cornell (Voz y Guitarra).
Soundgarden – Down On The Upside (1996)
Escrito por: Felipe
Mucho más ambicioso en cuanto a la búsqueda de sonidos, dejando de lado un poco la dureza de sus anteriores trabajos, Down on the Upside tuvo la mala fortuna de ser eclipsado por la posterior disolución de la banda, a la vez que abriría todo un abanico de posibilidades que serían perfectamente curadas y balanceadas en el debut solista de Chris Cornell unos años después. Soundgarden daba cátedra sobre las lecturas de su propuesta, abandonando lo que sea necesario con el fin de consensuar un tratado sobre música ajeno a cualquier sello como el Grunge, siendo un tanto resistido por su apertura pero que a la larga, pasaría a ser el reflejo más importante a la hora de comprender lo ambiciosos que podían llegar a ser como banda.- Felipe
Chris Cornell – Euphoria Morning (1999)
Escrito por: Bryan Sepúlveda
Intensidad, oscuridad, una voz desgarradora y un sonido nuevo, con estas palabras se hacía referencia al trabajo musical sostenido por Chris Cornell en su etapa con Soundgarden, liderando la escena musical del grunge, que para bien o para mal, funcionó como etiqueta y vitrina tanto para la banda, como al resto de los íconos que saldrían de Seattle posteriormente a que el mundo los reconozca.
Año 1997 y Soundgarden decide separarse posterior al lanzamiento de la producción del ‘’Down On the Upside’’ (1996) disco que si bien tuvo criticas favorables, este no recibió el mismo nivel de aclamación que su antecesor, el Superunknown (1994) trabajo que consagró de alguna manera la intensidad sonora, contenido depresivo y filosófico a ratos que emanaba la bandas hasta ese momento. Finalmente, y debido a diferencias creativas entre Cornell y el resto de los integrantes, el vocalista decide experimentar en una carrera solista en pos de poder dar forma a las ideas que no tenían cabida en Soundgarden.
Durante el año 1999, Chris Cornell lanza al mundo Euphoria Morning, producción realizada junto con el chileno/estadounidense Alain Johannes, disco que se distingue por un sonido distinto a lo conocido por Soundgarden, una creación sonora que contiene ritmos acústicos y un mayor toque de pop (rock). Si bien parte de la fanaticada del cantante en un comienzo no recibe de buena forma el nuevo material del músico, esto a propósito de la ausencia de explosividad e intensidad en el uso de los instrumentos, el contenido y mensaje transmitido por Cornell en esta producción nos recuerda el alto nivel de trabajo y producción teórica musical que el vocalista es capaz de entregar. Haciendo uso de ese espacio personal, negado en cierta parte por su banda de origen, y haciendo este trabajo una apuesta íntima en cuanto a contenido.
Euphoria Morning es un disco oscuro y sombrío, que viaja nuevamente por la psique del compositor, haciendo referencias al abandono, soledad, y el dolor existencialista de la vida, pero también haciendo referencia al amor como una experiencia que también puede ser hermosa y destructiva, temáticas que Cornell dominaría y plasmaría en sus interpretaciones a lo largo de su vida como músico, pero que en esta producción donde cuenta con la libertad tanto creativa como musical, y el desgano por el ruido enérgico e intensivo, terminará finalizando en la creación de una obra musicalmente desgarradora con toques acústicos, que nos recuerda que la música no debe ser lineal en cuanto a sus sonidos, sino que con las herramientas correctas puedes seguir creando esta clase de experiencias sonoras y lograr el éxito esperado por su calidad.
Entre las canciones recomendadas se encuentran Can’t Change Me, When I’m Down, Wave Goodbye y Moonchild entre otras canciones. Finalmente mencionar que producciones como Euphoria Morning en nuestros tiempos actuales de crisis sanitaria, cuarentena y distanciamiento físico, emergen como esas producciones musicales que deberían ser escuchadas y vividas para sobrellevar de mejor forma las problemáticas sanitaria vigentes, visualizando a Cornell desde otra perspectiva musical, pero corroborando que los miedos y angustias que rodean a su imagen siempre fue lo que encantó a sus fans.
Audioslave – Audioslave (2002)
Escrito por: Javier Bravo
(Samsara Records, un día, y Canto del Cisne)
Si bien lo primero que escuché conscientemente de Cornell fue Temple of the Dog al terminar el liceo, recuerdo bastante bien cuando salió el primer disco de Audioslave (homónimo). Lo recuerdo porque escuché “Like a Stone” en alguna parte y se me quedó grabado el riff de Morello, pero nunca supe de quién era el tema y tampoco estaba muy interesado en la música en ese entonces (debo haber tenido unos 10 años a lo más).
Luego de haber estado pegado con Rage Against the Machine, llegué a este álbum, y me encantó. Uno de los primeros discos que escuché completos en la vida fue un compilado de Led Zeppelin que me prestó mi hermano mayor, y cuando escuché “Cochise” (que siento además es uno de los mejores temas para abrir un disco) encontré que la forma de cantar de Cornell era muy similar a la de Robert Plant en “Black Dog”. También me gustó el hecho de que a pesar de ser un disco bastante comercial, sonaba original y diverso (parte de los temas que no fueron singles son una onda bastante diferente a lo que sonó en la radio o salió en videoclips, a mi gusto). También, el haber descubierto de quién era finalmente “Like a Stone” me alegró bastante.
Me encanta gran parte de lo que hizo Cornell en su carrera (incluso el disco con Timbaland), pero siento que acá tiene varias de sus mejores interpretaciones como vocalista. Mis temas favoritos son “Cochise”, “The Last Remaining Light” y “Shadow on the Sun”.
Audioslave – Out Of Exile (2005)
Escrito por: Jota
Mi relación con este disco es puramente personal. Me consta que Audioslave en este disco «pierde un poco la autenticidad» al adoptar un esquema más cercano al rock clásico, en contraste con el sonido único del debut homónimo. Pero me es imposible no ver la intensidad que dejaban Chris Cornell, Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk, bien estridente, pasión pura. Directo al grano.
A Morello los riffs y experimento le sobran, y aquí ciertamente el estallido sonoro se torna tan explosivo con la sección rítmica ideal que hay aquí, ingredientes perfectos para que un Chris Cornell tuviera plena libertad de hacer lo que quisiera con la intensidad de su voz. Además, para qué estamos con cosas, si «Be Yourself» es fácil una de las mejores canciones de aquella época. Un himno con un sonido único. Discazo.
Audioslave – Revelations (2006)
Escrito por: Jota
El algo incomprendido último disco de Audioslave sería una extensión de lo que hizo la banda en su corta y explosiva carrera, demostrando esa conexión entre la peculiar nomenclatura que se formó entre la combinación del sonido de Rage Against The Machine con el componente vocal e interpretativo de Cornell.
Sí, este «Revelations» sería una gran carta de despedida para uno de los mejores supergrupos de la historia, de aquellos que se sostienen por sí mismo y que en este trabajo nos dejaron tantas canciones entre las cuales, personalmente, reproduzco una y otra vez «Sound of a Gun» y «Original Fire«. Escuela clásica de rock en tiempos modernos. Una joya.
Chris Cornell – Carry On (2007)
Escrito por: Felipe
Tras la disolución de ese súper combo musical que había significado Audioslave, y con una mirada mucho más reposada en cuanto a las temáticas que el músico buscaba abordar, aparecía Carry On mostrando parte importante de un sonido moderno ligado al Hard Rock. Este segundo trabajo expone algunas de las mejores ideas que el propio Cornell mantenía guardadas esperando el momento adecuado para que vieran la luz, alcanzando un gran interés al concentrar una madurez templada alejada de aquella locura propia del artista, sin tranzar el buen contenido que traían estas nuevas composiciones con un carácter decidido -a ratos confuso- de esta nueva etapa en su carrera.- Felipe
Chris Cornell – Scream (2009)
Escrito por: Felipe
Convengamos que Scream debe ser el trabajo más vapuleado de la carrera de Cornell, tanto por su fuga musical hacia sonidos más cercanos al Pop o lo «urbano» como por la poca conexión que terminó teniendo el artista y sus canciones con su fanaticada. Sin embargo esta especie de tomatera contra este disco con el tiempo ha comenzado a quedar un tanto en el olvido en gran medida por los tiempos que vivimos, mucho más abiertos a este tipo de experimentos, siendo este trabajo un verdadero oasis de riesgo en donde Chris -junto a la producción de Timbaland- pareciera tratar de ir un poco más allá en esta mezcolanza de Rock con ritmos Dance y algo de Pop Electrónico; todo un infarto para los fans más cabeza dura.- Felipe
Soundgarden – King Animal (2012)
Escrito por: Hernán
La extinta banda se había separado en abril del año 1997, dejando un gran último álbum como el Down on the Upside (1996), mientras que Chris Cornell se valía entre su proyecto con Audioslave con los miembros de Rage Against The Machine y su carrera como solista con Scream (2009) y el acústico Songbook (2011). Todo cambió cuando en 2010 anuncian la reunión del legendario grupo de Seattle, con un concierto en Lollapalooza Chicago el mismo año y un álbum recopilatorio: Telephantasm (2010). En 2012 aparece King Animal, lo que sería el último álbum oficial de la banda y el último de Chris Cornell con Soundgarden en vida.
Repitiendo la formación original y fructífera del ’94-’96 con Shepherd, Cameron, Thayil y Cornell, en este extenso la expresión de la banda fue volver a reincorporar un género que ya había muerto, con una serie de tragedias de por medio y en otro contexto, otra época.
Si bien King Animal podría entenderse como una banda envejecida que no cometería el mismo éxito de esos tiempos mozos donde el Grunge dominaba la escena mundial, el King Animal se podría entender como una vuelta a los orígenes, la maquinaria aún estaba engrasada y de muy buena manera, aun siendo un sonido mucho más aterrizado en el hard rock y sin arriesgar en experimentar cosas, más bien “hacer lo que saben saber”.
Soundgarden sonaba como Soundgarden, con canciones con identidad propia y que se sentían atemporales incluso siendo una era globalizada y eléctrica, totalmente distinta al 90. Las canciones del King Animal sorpresivamente son fuertes, y que no tienen errores típicos que hubiesen cometido otras bandas del mismo género en la posterioridad millenial.
Disfrutando ya del último disco de Soundgarden, último con Chris en vida, se siente nostálgico y triste a la vez, no es una sensación tan grata después de todo el poderío “maquinario” de la sonoridad del álbum, esta vez se siente distinto. La leyenda de Chris Cornell sobreviviría totalmente en la cultura mundial y en especial en Chile, la que fue bien recompensada con aquellos shows en Lollapalooza 2014 y el solitario de Cornell en el Teatro Municipal de Santiago en 2016.
Memoria del día en que Soundgarden tocó en Chile
Escrito por: Mario Silva
(Baterista de Dalia Gardenia)
«Recuerdo las ganas que tenía por ir a ver a Soundgarden en el Lollapalooza 2014, estaba desesperado un par de días antes del show, básicamente porque no tenía todo el dinero para pagar un ticket diario por 80 mil pesos aprox., así́ que se me ocurrió́ la idea de probar suerte afuera del parque O’Higgins.
Cuando llegué al parque me encontré con amigos que estaban haciendo la fila para entrar, ellos muy extasiados me decían que logre la hazaña de entrar a toda costa. La primera intención fue pasarme como un ninja pero la verdad es que ya estaba muy difícil para hacer esa técnica, los puntos de acceso ya estaban siendo custodiados por guardias y no encontraba una forma segura de saltar sin que me vean, así que solo caminaba pensando en cómo entrar. En eso pasa un tipo ofreciéndome su entrada en sólo 20 mil pesos, yo quedé re loco pensando en que si le compro la entrada quedaría sin comer durante la semana (Sip, en ese momento estaba bien escuálido monetariamente hablando).
Pero también sabía que si se la compraba, podría ver a Soundgarden, así que le dije que me espere 5 min. para ir por el dinero y se la compraba, el me responde que si alguien llegaba con una oferta mejor vendía la entrada, entonces tuve que picarla, volví, se la compré y viví unas de las experiencias más hermosas que he vivido en los conciertos, hasta el día de hoy recuerdo sensaciones del show.»
Chris Cornell – Higher Truth (2015)
Escrito por: Jota
El último disco de Chris, tenía que ser con su carrera solista. Como una especie de revisión de su vida y carrera, que en aquel punto en «Higher Truth» se percibía a un Cornell maduro, altamente influenciado y encantado por su últimos años en donde se dejaba llevar entre acordes y arreglos bellísimos como alguien que ya hubiera visto todo en la vida –o al menos así se sentía–.
«Higher Truth» canaliza toda esa emotividad en clave folk, de la cual fuimos testigos primeramente en su «Songbook» –excusa que lo trajo con un show acústico minimalista en el Maquinaria 2011–, y que acá recita en sentidos versos entre esperanza y melancolía sus experiencias y pensamientos, entre el piano y la guitarra, mostrándonos su faceta de cantautor en su máxima expresión. Un álbum que del cual hay que apreciar y aprender, pues su lectura en estos tiempos, es mucho más intensa que cuando salió. Realmente un álbum precioso.
Te extrañamos mucho, Chris.