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Syd Barrett: Lunático y misterioso

Alguna vez en nuestra vida hemos escuchado a Pink Floyd, lo más probable es conocer acerca de Roger Waters y David Gilmour, pero han pensando en que el creador que hay detrás de esta banda es Syd Barrett. Un hombre que poseía demencia, creatividad e ingenio. Es un icono histórico en la música culta.

Roger Keith Barrett, apodado Crazy Diamond, fue la cabeza creadora de esta banda legendaria. El nació en Cambridge, el 6 de enero de 1946. Fue el líder como cantante, guitarrista y compositor y participo en el exitoso álbum The Piper at the Gates of Dawn (1967). Sin duda, se convirtió en el motor detrás de los que consolidaron la idea de los álbumes conceptuales. Además, como solista lanzo discos como The Madcap Laughs, Barrett y Opel. Sin duda, aportó la gran chispa en Floyd, por otro lado, sus discos solistas son arte musical.

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Durante tres años participó en la banda icono del rock progresivo. Desde pequeño comenzó a participar en diferentes proyectos escolares, actuando y tocando la guitarra. En la escuela de Cambridge High School conoció a Roger Waters y David Gilmour. El primero le enseñó a tocar los primeros acordes de guitarra. Waters lo invitó a unirse al grupo The Abdabs, formado por Rick Wright, Nick Mason y Bob Klose.

Con toda esta banda formada, comienza The Pink Floyd Sound, nombre otorgado por Barrett en memoria de dos músicos de blues, Pink Anderson y Floyd Council. Su debut en vivo del grupo se produjo en el Roundhouse, un 15 de octubre de 1966. El músico desde los 16 años comenzó a componer temas como Effervescing Elephant, canción llena de misterio y curiosas, pero con un toque único. Esta se presenta en el álbum Barrett.

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Continuó con Interstellar Overdrive, rápida pero muy experimental. Desde mi punto de vista, es una de los mejores tema que posee Pink Floyd y para ser un comienzo es buen augurio.  Con esto la banda inicio su reputación como grupo «experimental», lejano y distinto a lo que se presentaba en la escena musical de aquella época.

En 1967, Pink Floyd firmó un contrato con EMI, donde publicaron su primer sencillo, Arnold Layne, compuesto por Syd Barrett Está canción hace referencia a un suceso ocurrido en un colegio secundario femenino en el que habían hurtado ropa interior de las alumnas. La canción al principio cuando uno la escucha piensa en un personaje y el vídeo también refiere a lo mismo, creo que Floyd tiene la potencia de crear diferentes formas de significar la música.

El segundo single de la banda fue See Emily Play, canción de culto en la trayectoria de Floyd. Con un enorme éxito, lo que originó la entrada del grupo en los estudios Abbey Road para grabar su primer LP, The Piper at the Gates of Dawn. Este disco es la psicodelia británica, esencia en su salsa. Marca un antes y un después en la música. Piper representa un mundo extraño y experimental. La mayor parte de los temas fueron compuestos por él. Fue el máximo responsable de ésa peculiar obra y del sonido alucinógeno, que convertía la escucha de piezas como Astronomy Domine en una experiencia litúrgica, otras como Bike donde hay varios desvaríos dementes de naturaleza perversa. También se encuentran varios hitos del rock psicodélico como The Gnome, Lucifer Sam y Flaming.

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Pasaron los años y su adicción al LSD era inevitable, suceso que venía venir. Él se transformó en otra persona. Simplemente dejó de querer componerles a los otros tres músicos. En los conciertos dejaba de tocar y quedaba inmóvil, estaba ido en el escenario. Las notas y acordes no los tocaba. El sonido de su guitarra era terrible.  Debido a esto, comenzaron a hacer playback en los conciertos y en última instancia, meter a un nuevo guitarrista para reemplazarlo. El nuevo Pink Floyd con Waters a cargo de las letras y Gilmour en la guitarra. Esta dupla le otorgo un giro a la banda, creando nuevos caminos que se destacan hasta la actualidad, sin embargo, es extraño el cambio que se produce, pero Barrett no podía continuar. Aunque si nos podemos a pensar, entre los discos más destacados están creados por esta pareja.

El guitarrista creo tres álbumes esenciales para conocer el mundo de este guitarrista. Una vez fuera de Pink Floyd, en abril de 1968, comenzaron las sesiones de grabación del que sería su primer disco solista titulado The Madcap Laughts.

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Las sesiones de grabación no estuvieron exentas de contratiempos y percances. Hasta su lanzamiento en enero de 1970, el álbum pasó por tres sesiones distintas de grabación con tres productores distintos. Esto se vio severamente afectada por la deficiente salud mental del guitarrista.

En pocas palabras, puedo decir que Barrett terminó acabando con la paciencia de cada uno de sus ayudantes. No solo la comunicación entre ellos (era complicada), además era habitual que él olvidará por completo que estaba grabando un disco, teniendo que ser arrastrado al estudio por sus compañeros.

Finalmente, este álbum salió al mercado un 3 de enero de 1970. En ese año, realizó el único concierto tras su salida con Pink Floyd en la estación Kensington (Olympia) en el distrito londinense de homónimo nombre, donde, durante la interpretación de Octopus, Syd dejó de tocar y se marchó del escenario.

La música del guitarrista es difícil de comprender, pero tienen un estilo que sobre sale en la música. Este es conceptual del lado que se mire. Su debut es bastante extraño, el uso de la guitarra acústica predomina.

Barrett, segundo disco que fue lanzando en el mismo año del anterior. Este fue producido por David Gilmour y ayudado de Richard Wright. Definidamente, es el mejor y es mucho más “movido”. Yo creo que se debe al uso excesivo de LSD en la mayoría del tiempo. Las canciones son alucinógenas y estratosféricas. Como el disco lo dice, aquí se crea el sello Barrett. Tan solo cuarenta minutos que te llevan a otra orbita. Cabe destacar la transición que se forma de Waving my arms in the air hacia I Never Lied To You, es única.

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Un 5 de junio de 1975, fue el último día en el que los cuatro Pink Floyd pudieron ver al músico en persona. Ese día, Gilmour, su sustituto como guitarrista del grupo, le había invitado a su boda con su primera esposa, Ginger. Más tarde, ambos se fueron a Abbey Road, a grabar ‘Wish you were here’, el álbum decisivo tras el sonado éxito de ‘Dark side of the moon’.

Syd Barrett se sentó al fondo, detrás de la consola de grabación. Llegaron los tres y nadie lo reconoció. Estaba calvo, gordo y casi sin dientes. Nadie se acercaba, no había manera de romper el silencio hasta que Waters le preguntó qué le parecía Shine on your crazy diamond. El bajista siempre se había aprovechado de la locura de su amigo para escribir sus ‘lunáticas’ letras y no hacía más que escarbar en la propia leyenda en la que Syd se había convertido con el tiempo, como músico revolucionario y también como la primera gran víctima del LSD. De esta forma Barrett se desvaneció. Imagen completamente devastadora, ya que la droga se apoderó de él por completo, lo hizo ser otra persona sin conciencia.

Oficialmente, murió a causa de un cáncer de páncreas, aunque la diabetes había sido su gran padecimiento durante sus últimos ocho años. Falleció el 7 de julio de 2006 a los 60 años en Cambridge, Inglaterra.

Nos queda su legado junto a sus locuras musicales.

Escrito por: Fernanda Schell

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