COCOLISA666 – PURA MIEL LAS UVAS EP
Balentina Blasto aterriza sus credenciales más intrigantes en un Ep capaz de capturar magia y sentimientos, en un lenguaje críptico pero cautivante. Cocolisa666 rechaza cualquier intento de sobreproducción y nos enseña que en la canción misma, se encuentran todas las llaves necesarias para fluir y así Pura miel las uvas converge como un compilado de experimentación, desde la lírica, hasta las atmósferas, pasando por cada detalle ensamblado con el mejor de los bálsamos que nos cubre y nos hace merecedores de cuanta verdad nos plantea. Un acierto a gran escala.
MAGALY FIELDS – DREAMINDER
Magaly Fields nos ha enseñado sus garras con una poderosa muestra de ese Rock guitarrero más frenético, escandaloso y ruidoso, sin perder ese toque especial que les brinda el capturar los sonidos con espontaneidad y mucha pasión. En Dreaminder llevan todo eso pero mucho más lejos, recordándonos que eso de ser un dúo a los White Stripes no tiene fecha de caducidad, puesto que es una llama liberadora que juega con los ritmos y con eso del «menos es más». Aquí el Garage rompe cuanto amplificador se le cruce, llevándonos a ratos a ese Proto Punk sesentero, con vistas al Noise más carismático, y lo mejor de todo, es que no se pierde en eso, al contrario, resalta esa faceta ganchera de un Pop más malicioso que de costumbre. Dreaminder es a la fecha, su mejor disco, sin dudas.
CHICO BESTIA – NUESTROS DÍAS DE INVIERNO
Lo de Chico Bestia es un claro ejemplo del buen manejo que saben hacer muchas bandas nacionales, de sonidos y propuestas más extremas, climatizandolas con cierta escarcha de emotividad que resuena como un el crujir de un vidrio en nuestros corazones. Si bien Nuestros días de invierno, a ratos condimenta con el ruido, cercano al Noise, Shoegaze, Hardcore o música Under simplemente, es en aquellos espacios calmos y nostálgicos, cuando descubrimos el porque de la importancia de una banda así. Los del puerto pusieron algo más que solo canciones, ya que se nota demasiado esas ganas imperantes por expresar cosas, dejándose llevar por las tonalidades y emociones que estos tres jóvenes carcomen como si de una bocanada de aire se tratase. Un disco transgresor, acurrucador y sobre todo, trascendente, repleto de momentos para erizarnos la piel.
INTERPOL – MARAUDER
El caso contrario al estancamiento creativo viene de la mano de un trío compuesto por una química y un sonido tan definido, que parece casi imposible sacárselo de encima; es por esto que Banks, Fogarino y Kessler lo vuelcan un poco, le sacan lustre, y crean una obra que define de manera certera lo que es Interpol, y al mismo tiempo siembra nuevas semillas. Marauder parece ser un híbrido entre la nostalgia Post-Punk de su debut y el tono más ganchero de su predecesor, sin embargo cultiva cierta oscuridad en momentos que parecen ajenos al disco, a los cuales nos introducimos bajo nuestra propia responsabilidad. Las crípticas letras de Banks toman caminos superfluos, condensando bastante ese juego de sacar nuestras propias conclusiones. Así el trabajo va y viene, con momentos más altos que otros, sonando a ratos increíble pero que a nivel general, le juega un poco en contra la producción. Pero más allá de eso, al tener en nuestras manos temas como The Rover, If You Really Love Nothing, Surveillance o el gran final con It Probably Matters, nos damos más que por pagados.
NOTHING – DANCE ON THE BLACKTOP
Nothing pareciera que no escapa mucho a su sonido, sin embargo se introduce de manera descarada, acomplejando hasta al más experimentado oyente de Shoegaze. No sabemos bien a qué nos enfrentamos en este tercer disco, a ratos brillan las tonalidades más gancheras como de Siamese Dream de Smashing Pumpkins, pero en ciertos casos, el flujo de capas de sonidos aporta una abismante tonalidad de atmósferas, que confunden, más no entorpecen el resultado final. Dance On The Blacktop debe ser uno de los trabajos más difíciles que me haya tocado reseñar este año, pero aún así sobresale por el constante interés que genera, dando estocadas de cosas que debemos volver a escuchar una y otra vez.
MARK LANEGAN & DUKE GARWOOD – WITH ANIMALS
La tremenda dupla que forma Mark Lanegan, desde su faceta más Crooner cercana al Blues y el multinstrumentista Duke Garwood, parece seguir funcionando. Si bien With Animals resalta como un disco no tan anunciado, logra rescatar ese lenguaje nocturno y sombrío propio del Lanegan más envuelto en lo atmosférico. Así el disco fluye de manera natural, entre 12 temas que resultan mucho más sólidos que los de el álbum colaborativo anterior, mostrando la perfecta química entre ambas partes, hablando de la vida, la muerte, ciertas memorias y porqué no, reflexionando un poco más de lo común, sentándole cómodo a una obra que resalta entre la penumbra.
LOS PERROS DEL RITMO – DESARMADOS
Decir que Desarmados es un disco de covers es algo un tanto injusto. Si bien si lo es, en materia más de sonido, reinventa a su manera viejos clásicos que muchos de nosotros (nuestros padres y abuelos) bailamos alguna vez. Los Perros del Ritmo transforman la realidad, le dan un pequeño toque de pimienta cincuentona y sesentera, abocan ese lado más rebelde y salvaje del Rock, y lo presentan como un trabajo tan tremendo como disfrutable, Temas de Jerry Lee Lewis, Little Richard o Alan & Su Bates son versionados con mucha onda, dedicación, cariño, respeto y rebeldía en este segundo hijo de unos inadaptados románticos.
DADALÚ – TIEMPO NEGRO
La tierra gira, llegamos y nos vamos del sol, pasamos por tiempos más claros y otros más negros. La creadora nacional se abre paso entre las sombras con este EP de 5 iluminadores temas donde da rienda suelta a toda su creatividad electro pop. Lamenta experiencias, cuestiona el mundo a su alrededor, se atreve a rapear rabias, pero sobre todo, se ilusiona con el calor de la inevitable próxima primavera.
JODELASE – NO COMO OTROS
Lo que de primeras llama la atención del EP es la participación del reconocido batero Pancho Molina en los 5 temas. El histórico ex integrante de Los Tres es el encargado de las bases rítmicas sobre las cuales el rapero Jodelase despliega diagnósticos de nuestro presente en forma de rimas ensalzadas con su voz aguardentosa y pícara. El apoyo instrumental lleva al MC a terrenos fuera del hip hop alejándonos del beat para entrar de lleno en el funk y el rock. El MC es lúdico, agudo y lo suficientemente ingenioso como para dotar de latidos propios el sonido de sus próximas creaciones.
VALE MOÏ – DEMONS
La cantante y compositora nacional presenta una muy elegante sesión pop con prolijos toques electrónicos. En sus 3 canciones Vale Moï nos revela las luces y sombras de su corazón, estableciendo al mismo tiempo la soberanía de hipnóticos y sensuales juegos mentales. Dicen que quien canta sus demonios espanta, bueno, ella los encanta.
STEADY HOLIDAY – NOBODY’S WATCHING
Steady Holiday, proyecto de la actriz, cantante, compositora, violinista y guitarrista Andrea «Dre» Babinski, nos entrega el disco más hermoso de la semana. Pop de autor enigmático y con estilo, de cuerdas espaciales y sintetizadores en tono vintage, llega a nosotros con esa misma mística que hace tan cautivadora la música de Charlotte Gainsbourg. Un sonido que remite a cómoda intimidad y nos deja un sabor que combina melancolía con sutiles travesuras.
BLOOD ORANGE – NEGRO SWAN
El “patito feo” despliega sus alas para volar sobre los cánones impuestos de belleza y comportamiento en busca de autoestima y reafirmación de una identidad conflictuada pero no por ello carente de brillo y riqueza. Dev Heynes, nombre real tras el proyecto, se bate en un mundo, que por ser negro y homosexual, le pone el camino cuesta arriba. Para ello el autor configura su mundo sonoro fusionando elementos del alt-pop, el R&B progresivo, hip-hop indie, ondas psicodélicas y nostalgia jazzera en una emulsión minimalista y delicada. Negro Swan puede sonar nervioso y difícil de definir. Con sus paisajes sonoros abstractos, melodías siempre edulcoradas y esbozos musicales a momentos inconexos, frustrará a aquellos que buscan un pop estructurado pero alegrará a los que gocen de perderse en el finísimo vuelo de este sensible cisne negro que surca el cielo a toda majestuosidad.
TOE – OUR LATEST NUMBER · EP
Lo que nos trae esta banda en este extended play es una faceta bastante aterrizada de sus sonidos, aproximados más a la confluencia de los sentimientos y sensaciones humanas que al aspecto onírico y metafísico de los sueños. Con un esqueleto rítmico austero en sus ambiciones, se le entrega la dirección sonora a la guitarra, que inquieta se desliza entre diversos arreglos en un bello contraste entre complejidad y simplicidad, así viendo sus mayores explosiones en la conversación entre el sintetizador, y las cuerdas mismas.
ALICE IN CHAINS – RAINIER FOG
Jerry Cantrell prometió un álbum pesado y trippy, y no falló a su palabra. Los de Seattle apostaron todas sus fichas al encanto y carisma que han provocado sus canciones a lo largo de toda su carrera, con un claro hilo conductor ensimismado en sus raíces, pero con una madurez en base a experiencia en la carretera. El sonido desértico y la conjugación entre la voz de Cantrell y DuVall no sólo mantienen la esencia intacta, sino que representan un avance significativo en una discografía consistente, que vio su punto más irregular allá por el 2013, pero aquí en «Rainier Fog» retoman el camino de la gloria, inmiscuyéndose en el aspecto más denso de su música, dejando la fulminante rabia de lado, sacando las palabras de la boca de toda una generación. Un regreso a la altura de las expectativas y su propio legado.
EMILY KINNEY – OH JONATHAN
La cara musical de la actriz abandonó la nostalgia del country popero y contemporáneo, para adentrarse de lleno en las fauces del dream pop, notándose cómoda, en un terreno tremendamente extenso donde su voz se dibuja en tintilantes melodías que deshielan corazones con empatía. Este viaje de auto reflexión de Emily le viene muy bien, escalando las alturas de sus alegrías como la profundidad de sus tristezas, invitando al mundo a hacerse parte de su propia historia, una de amor y desamor, de la vida misma que se maravilla en la traducción de sus sentimientos que afloran literalmente en diversas notas y beats que dictan nuestros pasos de baile, como nuestros cantos.
BTS – LOVE YOURSELF 結 ‘ANSWER’
El gigante surcoreano encuentra su respuesta para finalizar esta trilogía del «Love Yourself«, en el que se vislumbra en el amor propio la solución a las vicisitudes de la vida, superando decepciones y desamores y viendo en la propia identidad su máxima alegría. En este repackage, compilan tracks de las primeras dos partes que se entrelazan con nuevas canciones y versiones para crear el manifiesto que los Bangtan Boys intentan seguir fervientemente, retratando en su pop cada uno de sus anhelos, entre el aspecto meloso de la electrónica, el impacto del rap y leves pinceladas de rock y soul, consolidándose en la escena internacional, lo que queda demostrado en los features de Nicki Minaj y Steve Aoki.
ÓLAFUR ARNALDS – RE:MEMBER
Un conjunto de tracks instrumentales que se sumergen en paisajes ínfimos como infinitos, donde se ve la individualidad del ser inmersa en la nostalgia que provoca el flujo incesante de la lluvia como del agua en sí, retratados en la sofisticación de sintetizadores y elementos electrónicos que no ven límites en el minimalismo, conjugando la extensa imaginación de Ólafur en beats prístinos, retratando cinematográficamente este sentido de pertenencia a la tierra, bajo un aura característica del Sigur Rós del Valtari, o si bien desean, de su recuerdo más añorado.
MANTAR – THE MODERN ART OF SETTING ABLAZE
Hablando de metal extremo, lo de Mantar juega directamente a aportar a la evolución de un subgénero que se ve inmensamente limitado en lo ideológico, como lo es el blackened death metal, un sonido en el que bandas como Behemoth han logrado su punto artístico más alto en el inmenso «The Satanist», pero la mirada de Mantar apunta a un plano distinto, apuntando a lo terrenal, a lo directo al grano, a lo visceral.
El tremendo aporte que alimenta la identidad de los alemanes, es la increíble versatilidad con la que se juegan todos sus cartuchos, entre delirios hardcore, crossover, sludge, doom, y melodeath, aumentando la puerta de salida de un sonido receloso que en «The Modern Art Of Setting Ablaze» suena uniforme y compacto, como sorpresivo e impredecible. En esta lucha directa contra el cliché del género, dejando algo de lado los blast beats por el aspecto más black’n’rollero que en algún momento insertó Satyricon, resultando en algo difícil de describir con precisión, pero rebosante en un actitud desafiante, y por sobre todo, propia.
TUNNG – SONGS YOU MAKE AT NIGHT
Un sonido programado inundado en herencia folk, que se lee en idioma electrónico a la luz de una inmensa narrativa entre estos dos aspectos que forman parte del ADN de las personas contemporáneas, en una constante evolución sonora que representa a la perfección esta conversación entre lo clásico y lo tecnológico. Todo ello, para brindar un puñado de canciones que brindan nuevos sabores a lo urbano, con resonancias de una voz que ve sus mejores méritos al seguir sus propósitos íntimos en la armonización con la colectividad de voces.
JESUS PIECE – ONLY SELF
Lo de estos estadounidenses ha mutado en algo aún más agresivo y explosivo, inyectado en la saturación que provee el aspecto hardcore permitiéndose optar por la pesadumbre del sludge, brindándonos una versión inversamente proporcional de lo que una fusión entre Hatebreed y Code Orange daría, y lo mejor de todo es que el asunto no acaba ahí. Está búsqueda incesante por conseguir el sonido más intenso posible sin caer en el sinsentido, consiguen que Jesus Piece retrate perfectamente esta afrenta sonora, y a su misma vez, enseñando cual es el camino correcto a lo que el deathcore aún no es capaz de entender: la multiplicidad de sonidos.
BASEMENT REVOLVER – HEAVY EYES
Ubicado en medio entre lo garage y un indie melodioso, lo de Basement Revolver hila fino entre los principios básicos del shoegaze y noise sin llegar a serlo, matizando sus opciones con un minimalismo conceptual, pero que codicia la identidad consiguiendo un ambiente melancólico como ninguno, con una voz gentil pero apesadumbrada. Para hacerse la idea, es como si Wolf Alice ahondara en algo mucho más cercano a lo que Chelsea Wolfe haría, es decir, distanciados en su tristeza pero intentando desesperadamente llegar a nuestras almas, en un derroche pasional y de pura juventud.
KUMI KODA – DNA
Siguiendo el camino que el k-pop ha confeccionado a pulso, la diva japonesa se hace un camino entre un pop avasallador que persigue la fórmula occidental, con melodías que se insertan con inmediatez remeciendo momentos para convertirlos en una fiesta. La oferta rica en rap, pop de masas y neo soul dominan el álbum, viendo sus mejores momentos al conjugar el sello propio con esta nueva forma de hacer las cosas. Su único fallo es la irregularidad, fruto de los vicios de la industria japonesa, al usar de manera forzada un poco de rock interrumpiendo el momentum en «Guess Who Is Back», o una balada que se siente fuera de lugar como «Kokorokara i love u», pero sacando ese par de temas, el álbum recobraría su uniformidad.
THE LEMON TWIGS – GO TO SCHOOL
The Lemon Twigs persigue sus andanzas en recobrar este sonido sesentero/setentero a punta de ironías y mucho talento. La gracia es la infinita galería de sonidos que llenan de contemporaneidad un sonido gentil y popero, pero añadiendo una gran cuota de versatilidad y excentricidades que no descansa en ningún momento, repletando en fills, cambios de tempo, diversos instrumentos y un sinfín de elementos que hacen imposible aburrirse con este álbum.
Si bien algunos puedan sentir que se ven carcomidos por el personaje, demostrando demasiado sus anhelos por expandir el sonido con ansiedad, nosotros nos quedamos con este verdadero buffet de sonoridades que recobran un significado nuevo y propio en pleno 2018.
OZUNA – AURA
Ozuna cultiva la visión que J Balvin desplegó en Vibras, pero de una manera mucho menos ambiciosa y apuntando de lleno a los hits, zigzagueando constantemente entre el reggaetón y el trap. Cuidando la producción lo justo y suficiente para que suene clara y fresca, sin mayores innovaciones, «Aura» tiene su mayor mérito en el claro encanto e identidad que la voz de Ozuna ostenta, con un buen número de colaboraciones con artistas como Cardi B, J Balvin y Natti Natasha. Analizando el álbum desde el punto de vista comercial, es un tremendo acierto que repleta las arcas de canciones, pero falla en demasía en el largo del álbum, con un número no menor de 20 canciones que evidencian a la larga los clichés y la monotonía de los beats, dejando varias canciones en calidad de relleno, lamentablemente. Jamás había quedado tan claro que es mejor priorizar la calidad por sobre la cantidad.
AINT – AKARI
Lo de aint viaja en un rock que bebe del legado de Ling Tosite Sigure, pero de una manera mucho más mesurada, ahondado con facilidad entre el impacto que pueda generar al oyente como a su vez integrándose de inmediato en nuestros recuerdos con melodías memorables. La gran cantidad de ritmos utilizadas dan el sazón perfecto para mantener el equilibrio, aportando al género con conocimiento jazzero camuflado en sutiles arreglos, que logran cierta catarsis con uno que otro scream.
NONPOINT – X
Su propuesta trae de vuelta lo mejor del nü metal a punta de riffs explosivos, rapeos agresivos y baterías estruendosas, acompañado de una cuota de actualidad, otorgando vigencia a su propio sonido. Si bien caen en uno que otro cliché, cumplen en el propósito de entretener, tomando un prisma aún más loable cortesía del discurso que los mueve en el mundo, como en sus letras.
THIRD EYE BLIND – THANKS FOR EVERYTHING
Lo de Third Eye Blind ralla en la monotonía de una manera casi descarada, demostrando una actitud arrogante de que, hagan lo que hagan, sus propios fans los seguirán escuchando y bancarán este nuevo trabajo que falla irremediablemente en la tarea de cautivar, ni hablar de aportar.
DEVON WELSH – DREAM SONGS
Este nuevo punto de vista mucho más personal e íntimo le viene como anillo al dedo a Devon Welsh, otorgándonos un puñado de canciones que se sumergen en el infinito mundo de las sutilezas del piano y las cuerdas, apuntando al producto final a costa de canciones con una atmósfera algo melancólica pero que en su pulso pausado permiten que este proceso de redescubrimiento tome sentido para nosotros también.
THE AMITY AFFLICTION – MISERY
Esta aproximación más electrónica y popular significa un buen avance para el metalcore de The Amity Affliction, logrando en «Misery» poner la piedra angular para lo que se vendrá en el futuro, consiguiendo una que otra canción novedosa. No obstante, la propuesta no termina de convencer y es que la abundancia de clichés termina estigmatizando el personaje que intentan profesar, pero canciones como Feels Like I’m Dying entregan esperanzas, es sólo cosa de que espabilen y pillarle el truco.
LENNY CODE FICTION – MAKE MY HISTORY · SINGLE
Un sencillo con canciones incombustibles que cumple su propósito de adentrarse en el inconsciente colectivo, a punta de carisma junto con coros memorables, cercanas al KANA-BOON más melódico. Están moviéndose en el timing correcto, pues no hay mayores ambiciones más que entretener, como antesala ante un esperado debut de larga duración que seguramente será el puntapié de una auspiciosa carrera, tal y como Make My History denota.
DARK FAIR – OFF INTO MY HEAD
Un rock de garage que consigue nuevas andanzas y colores con un post punk similar al de Savages, pero de una manera mucho más compacta como ruidosa. La seducción se haya tanto en el filo de las guitarras, como en su sutileza, y es que esto conjugado con la consistencia de la voz y una base rítmica sólida, pillan la fórmula perfecta de una banda de rock alternativo en estos tiempos. Una que rebose personalidad y que sature los parlantes de ser necesario.
LEECHED – YOU TOOK THE SUN WHEN YOU LEFT
Prosthetic Records es cuna de un sinfín de bandas incendiarias que remecen la cena con distorsión inagotable y mucha actitud. Claro, Leeched no es la excepción y su visión bizarra y saturada del hardcore, nos lleva por un mundo desesperante que abunda en disonancias y breakdowns premonitorios de gran peligro.
SID – ICHIBAN SUKINA BASYO · EP
Con un rock efervescente, los nipones se la juegan en un puñado de canciones que ahondan en un sonido algo más extravagante a lo que nos tienen acostumbrados, pero es que propicio para pillarle más y más aristas a una banda que crece conforme gana experiencia. Tal vez no sea muy sorprendente que digamos, pero si aciertan con la dosis exacta de melosidad en «Rubber Sole«, dando algunas luces de lo que se pueda venir, siendo la gema escondida de un disco más que correcto.
TOKYO BLADE – UNBROKEN
Tokyo Blade con orgullo lleva el estandarte de la New Wave Of Heavy British Metal, dotando de vigencia –gracias a la producción– un sonido sumamente inmerso en su época dorada. No es que sea un álbum que consiga evolucionar el género de manera sutil como lo hizo Accept allá en Alemania, pero si es una de correcta factura que nos encanta y llena de nostalgia de un género que consigue seguir levantando almas.
ANCESTORS – SUSPENDED IN REFLECTIONS
Con estructura doom, Ancestors le da un nuevo color a su propuesta post-metal que busca ahondar aquí en lo más recóndito de cada quien, a punta de sencillas melodías que se unen en un aire de infinitud, dejando al desnudo nuestros más grandes miedos y deseos, apuntando a nuestra propia vulnerabilidad con sonidos que convergen entre lo melancólico y lo onírico. Realmente se tomaron en serio su propósito, y en vez de que nosotros descubramos la psiqué de los Ancestros, ellos terminan por revelar la nuestra en un grito al cielo.
Escritos por:
Felipe: Desde Cocolisa666 hasta Los Perros Del Ritmo.
Ernesto: Desde Dadalú hasta Blood Orange.
Jota: Desde toe hasta Ancestors.