La guerra. Principal nemesis de las sociedades y humanidad durante largos siglos. Motor de creación de nuevas civilizaciones y por supuesto, de destrucción de algunas de estas. Factor común de un siglo tan acelerado y violento como resultó el siglo XX, en gran parte del mundo y con un fuerte interés social y demográfico en el continente viejo, específicamente en el Reino Unido post gran guerra, por allá por los años 20, lugar y época en la que habitan estos Peaky Fucking Blinders.
Si hay una razón potente, por detrás de la acción y la trama de la serie Peaky Blinders, original de la BBC, es el fuerte retrato social, político, cultural y económico que nos muestra de un país industrial post traumática de lo que fue esa primera gran guerra a comienzos de siglo pasado. Tras los pasos de una familia de herencia gitana como los Shelbey, comandada por Thomas Shelby (Cillian Murphy) con una fuerte ambición capaz de cruzar cualquier límite moral y legal, y un discurso capaz de trascender todo tipo de ideales y tradiciones, del extremo que sea, Bolchevique o Burgués, nos hayamos ante la visión post apocalíptica de una realidad en que el desastre humano, es pan de cada día.
Si bien comprendemos este fenómeno que las series han comenzado a gestar, el cual hace alusión al retrato realista de la época y contexto en el cual se desarrollan (Como Broadwilk Empire o Vikings), pocas han logrado tan descarnadamente este cometido. La gracia de Peaky Blinders radica en los detalles, en como la trama va mezclando temas políticos o culturales, abogando fuertemente al retrato de las calles, y a la convivencia de diversas razas y etnias desde los propios Gitanos e Ingleses, pasando por los Irlandeses, Judíos, Ítaloamericanos y Rusos, entre otros. Muchas veces conservando temas valoricos ligados a la crianza como la familia.
Si bien hacemos hincapié al fuerte retrato histórico de la serie, no podemos dejar de mencionar el excelente reparto del que se nutre a través de grandes actuaciones, teniendo además de Cillian, a nombres como Helen McCrory, Joe Cole, Paul Anderson, Tom Hardy, Sam Neill y Adrien Brody, entre otros. Así también la excelente gestación por parte del equipo más técnico, con una cabeza como Steven Kinight capaz de dar rienda suelta a todo tipo de vuelcos y tetras narrativas de gran nivel. No podemos dejar de mencionar la música de carácter más moderno que adorna cada escena, teniendo como base a Nick Cave & The Bad Seeds, además de Arctic Monkeys, PJ Harvey, The Raconteurs, Dan Auerbach, Royal Blood, Radiohead, entre otros.
Así es como nació Birmingham, así es como el Reino Unido gestó su identidad, en base a todo tipo de pandillas, razas y lenguajes. Bajo una lupa capaz de traspasar cada sentimiento, acto de amor y redención, como también ciertos aires de temor e injusticias, nace una serie con el potencial histórico de ser un fiel reflejo de la vida por aquellos tiempos. Las manos que forjaron Inglaterra, así como lo hizo Scorsese en Gangs of New York más de 15 años atrás con Estados Unidos. Peaky Blinders es y será una serie para maravillarse, aprender, entretenerse y porque no, generar consciencia sobre ciertos temas de inmigración que actualmente están en boca del mundo y de Chile.