Le Tigre – This Island
El feminismo ha cobrado vital importancia en los últimos años, a punta del boca a boca y la relevancia artística que ha ido tomando. Pero más allá de esto, como todo, se pudo haber desvirtuado en ciertos puntos y bien hace falta mirar un poco atrás (no tanto tampoco) para recordarnos que como motor musical, puede alzar la bandera de lucha de manera maestra y radical. Por eso que les dejamos This Island, tercer disco de Le Tigre, ese trío de mentes ágiles y música provocativa que en este álbum, capitalizó su propuesta, dejando los riesgos de lado, para adentrarse en una propuesta comercial que incluía una lengua dispuesta a tratar cuestiones políticas, sexuales y personales, desde una vereda explosiva y hasta bailable. This Island significó un trago amargo para algunos, que no nos explicamos como pasó tanto al olvido. Los 2000 están subvalorados, es tiempo de despertar con clásicos como este.
Sil – Desvelos
Hay momentos en que la música nos recuerda la importancia de la armonía como un medio para tocarnos parte importante de nuestro corazón. Desde La Serena conectamos con un trabajo aparecido el año 2016 y que se mantiene como un rayo de luz único y carismático. Sil, artífice de un Ep que nos habla y aconseja desde cada nota, silencio, grito, coro, palabra y vivencia, logra emocionar, recordar y hasta lagrimar con cierto aire de tranquilidad en su poderoso Desvelos. A punta de guitarras, ahonda una simpleza evocadora, logrando ese algo único que la armonía puede dar a las canciones. Recientemente su tema se rescató en el soundtrack de la película No estoy loca, de la cual no tengo mayor apego más que esta canción tan bonita. Esperamos más desvelos de Sil próximamente (inserte emoticón de cara feliz).
Dylan Thomas.- Suceso en la plaza
¿Cómo llegué a una banda de Costa Rica? No lo se, tal vez facebook y sus sugerencias. Lo cierto es que pese a la lejanía, su tremendo disco Suceso en la plaza, me hizo sentir más cerca que nunca de su propuesta. No hay barreras, solo cuatro mentes ágiles y despiertas por todo tipo de búsquedas sonoras más cercanas al Noise Pop y al Shoegaze pero que resuenan mucho más allá de cualquier conjetura, por la simple razón de crear canciones perfectas. Tal cual suena, Dylan Thomas. le hacen honor a su nombre e invocan desde los arquetipos, cada latido lírico como respuesta a interrogantes e historias que se clavan de inmediato en el inconsciente de uno. De pronto nos vemos tarareando «nada cambia en este lugar» o contemplando como una banda pudo tomar tan bien el sentir generacional de finales de los 80 y principios de los 90 de bandas como los Stone Roses o Ride incluso, posicionandolos como parte de su sonido. Ojo, no suenan como estos, eso lo hace un proyecto todavía más interesante. Si eres de Chile y te gusta Velódromo, Trementina o Adolescentes sin edad, esto te va a gustar.
Tears For Fears – The Seeds of Love
Estamos claros en decir que los tres primeros discos de Tears For Fears son parte fundamental de los años 80. La magia y calidad compositiva que imprimían en cada trabajo, exprimieron su última cuota de épica magistral en The Seeds of Love, trabajo que vería a Roland Orzabal posicionarse como un compositor tremendo gracias a la potencia de temas como Woman in Chains y Advice For the Young at Heart, ambas clásicos indiscutidos de esos que perduran para siempre. Si bien la estética más reposada, más pomposa y hasta sicodelica -esa de la vieja escuela- fundaron un nuevo sonido que les vino como anillo al dedo, la ausencia de Curt Smith fue un factor a considerar. Hicieron falta más aportes de la otra cara de Tears For fears, aunque obviamente su granito de arena fue más bien una extensa playa con ese hit con cierta reminiscencia a Lennon llamado Sowing the Seeds of Love. A estas alturas un álbum gigante que debería ser más recordado y reconocido. Los aportes de Orzabal y Smith (ojo con la participación de Nicky Holland componiendo) han sido de los más tremendos en la música popular, y un disco como este vale su peso en oro y su verdad jurada.